Y Groucho abrió el Alhambra

Bruno Calleja Escalona
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República Argentina, hoy en obras, albergó dos salas de cine. La primera se estrenó en 1945 con 'Los Hermanos Marx en el Oeste'

El Alhambra proporcionó diversión y entretenimiento en el Logroño de los años 30 como local de baile y comidas y después como cine. - Foto: Colección de Taquio Uzqueda

Inmersa en plena obra de reurbanización, la calle República Argentina se sale del ámbito del Logroño más antiguo, pero en los edificios y rincones de esta céntrica arteria del ensanche urbano queda mucha historia e imágenes en el recuerdo de muchos logroñeses y logroñesas.

Y de las imágenes vivía el cine Alhambra, un clásico del ocio de una época en la que las salas cinematográficas proliferaban en el centro de las ciudades y eran una de las principales, si no la que más, alternativas de diversión y entretenimiento.

El Alhambra, reconvertido posteriormente en el Astoria, marcó toda una época en República Argentina. Sus orígenes hay que buscarlos en la década de los años 20 del siglo pasado. El 27 de abril de 1929 abría el Salón Alhambra, un lugar para acoger funciones de baile y comidas, regentado por el Restaurante Puerto Rico, tal y como relata Jerónimo Jiménez en su libro Las Calles de Logroño y su historia.

La popularidad del local en aquellos momentos lo convirtió en un lugar de referencia para la ciudad de Logroño, de manera que tuvo que ser ampliado tres años después como Nueva Sala Alhambra. En ese momento, el establecimiento contaba con dos plantas. 

Sin embargo, los años siguientes, supusieron una decadencia para la popularidad de este tipo de establecimientos. Tras la Guerra Civil, la sala fue reconvertida en el cine Alhambra, inaugurado el día 13 de enero de 1945 con la película  Los Hermanos Marx en el Oeste. El cine, pese a su proximidad con el Olympia, fue ganando espectadores que acudían a sus múltiples proyecciones. 

El cine continuó con programación hasta su cierre, que llegó el día 7 de mayo de 1967. Para este día, se eligieron las películas El maravilloso mundo de los Hermanos Grimm y El tigre de Scotland Yard. Sin embargo, este no fue el fin de la sala, pues dos años más tarde, el día 18 de septiembre de 1969, el cinematógrafo volvía a funcionar en esta importante sala, convertida ahora en el cine Astoria.

Su inauguración fue mucho más solemne que la de su antepasado, pues la primera sesión se realizó únicamente para las autoridades y personalidades. El gran público llegaría al día siguiente, con la cinta  Las Vegas, 500 millones en la pantalla. Durante la década de los 70, con la reforma de la calle, el cine ganó aún más popularidad. 

Las baldosas del pez. Fue precisamente durante aquella reforma urbanística cuando se instalaron en la calle unas vistosas y singulares baldosas, confeccionadas exclusivamente para Logroño por parte de la empresa Escofet, con el diseño de un pez, símbolo de las fiestas de San Bernabé. Estas baldosas serían pisadas por los asistentes al cine mientras hacían fila ante la taquilla para ver los estrenos más importantes. Esas baldosas han sido retiradas con las obras actuales, aunque el interés vecinal y de defensores del patrimonio local han llevado al Ayuntamiento a recoger las que ha sido posible salvar y a almacenarlas para evitar su pérdida.

El Astoria, que tenía dos salas, se mantuvo abierto hasta el 31 de mayo de 2000, cuando se despidió de los logroñeses con la película Gladiator y Bats. El local, ocupado durante casi 80 años, dio paso a la apertura de tiendas y su entorno está hoy sumido en una reforma total.