La Rioja cuenta con once colegios rurales agrupados (CRA), que abarcan 50 municipios de La Rioja, donde cursan sus estudios 1.500 alumnos. Para ellos, la Consejería de Educación elabora el Plan de la Escuela Rural, cuyo objetivo es abordar de manera diferenciada las necesidades específicas de los centros escolares en pequeños municipios. Así lo explica el consejero, Pedro Uruñuela, que avanza que este documento se traza alrededor de varios ejes, alumnos, profesorado y organización, y que como medida estrella contempla el mantenimiento de la escuela en el pueblo con solo tres alumnos, cuando ahora «con cinco o seis» se clausuraba. «Estamos convencidos de que si cierras la escuela, la vida del pueblo se pierde y desaparece», constata el consejero, que asegura que evitar la imperante despoblación del medio rural es uno de los objetivos de esta iniciativa, de la que podrán beneficiarse alrededor de media docena de municipios, principalmente en Camero Viejo.
Explica que se reunirá a todos los niños de centros de la misma comarca al menos una vez cada mes y medio para que «entren en contacto con otros alumnos y tengan una socialización más amplia que la que pueden encontrar en un pueblo donde quedan solo tres niños». Explica que se entiende como escuela rural aquella de localidades con menos de 5.000 habitantes, una cifra que reduce a 800 en La Rioja, donde se pretende potenciar los CRA para que sigan siendo los profesores y no los chavales los que se desplacen entre centros.
Asegura que su voluntad es que los alumnos del medio rural disfruten de iguales servicios que los de municipios más grandes, particularmente madrugadores y comedor y, al respecto, destaca que para contar con este dispositivo se requería hasta ahora un mínimo de 19 alumnos y «nosotros pensamos que donde sea necesario se va a abrir, aunque sea con cinco chavales», déficit que compensará la Consejería con becas. De hecho, Educación ha completado este año el inicio de la prestación del servicio de comedor escolar en los centros educativos de Ollauri, Uruñuela, Alesanco, Hormilla, Ribafrecha, Cuzcurrita y Castañares, que se mantienen con un mínimo de cinco comensales.
«Madrugadores se está abriendo con tres», informa el consejero que relata experiencias que le animan a seguir en esta línea, como Ollauri, que comenzó el año pasado con 7 niños y este año cuenta con 22;además, de los 23 alumnos que hay en la escuela utilizan el comedor 21. La puesta en marcha de estos servicios y la apertura de nuevas escuelas supondrá una cuantía de unos 150.000 euros. «Queremos hacer la zona rural atractiva», afirma el consejero, que adelanta que el Gobierno quiere dotar de red digital a todos los municipios con escuela.
Reconocer el trabajo. Avanza que quiere «reconocer» el trabajo que se realiza el la escuela rural, «considerando que son puestos de difícil desempeño», y deben 'premiarse' con méritos específicos para concursos de traslados o cursos de formación. «No es lo mismo estar en Logroño que en Cornago», argumenta el consejero, que ha pedido a Hacienda que «revise» el pago del kilometraje porque «lleva bastante años sin renovarse» [desde 1994] y «es hora» de hacerlo. Igualmente, considera de «vital importancia» que los alumnos de Magisterio conozcan «de primera mano» la escuela rural mediante la realización de sus prácticas, para lo que se ha puesto en marcha una medida que costará 35.000 euros.