El domingo (Las Gaunas, 16 horas) la Unión Deportiva Logroñés afronta un duelo vital y lo hace en busca de una victoria que le acerque a la permanencia y, al mismo tiempo, evite el despegue del Intercity, rival directístimo.

El cuadro alicantino es un buen ejemplo a seguir por los blanquirrojos. Aunque el Intercity debuta en Primera RFEF, partía con unas metas muy altas que solo se cumplieron en el primer mes. Ahora, con menos de un tercio de temporada por resolverse, los de Gustavo Siviero, que pusieron contra las cuerdas al Barça en Copa, solo aspiran a la permanencia, meta que comparte con la UDL.

El Intercity es un transatlántico que arrancó bien (en la jornada 4ª ocupó la segunda plaza con 9 puntos de doce en juego, uno menos que el Alcoyano, también metido de lleno en la lucha por la permanencia) pero que tiene que convivir con la amenaza del descenso.

En las últimas 22 jornadas  solo ha sumado 24 puntos, un magro balance solo empeorado por los riojanos.

Los de Sivieron pasaron de soñar con el ascenso a entrar en descenso en la jornada 12. Su derrota el 20 de noviembre ante el Real Unión (1-2) les condenó a la 16ª plaza con 13 puntos, dos menos que los que sumaba una UDLque, esa misma jornada, prescindió de Aguilà.

Salvo en la jornada 16, que 'ascendió' hasta la decimoquinta plaza, el Intercity ocupó durante nueve fechas ligueras puestos de descenso. Fue antepenúltimo en la jornada 15. Pese a esta pésima latitud clasificatoria, la permanencia de los alicantinos en Primera RFEF aguardaba a dos unidades (llegó a estar a tres de la salvación).

En la jornada 23, los de Siviero derrotaron por 1-0 al Bilbao Athletic, abandonando, gracias al average, los puestos de descenso. En las últimas cinco semanas nunca han caído entre los cinco últimos hasta el punto que ahora tienen un colchón de tres unidades con el Real Unión después de sumar 10 de los últimos 18 en juego. No son muchos pero son suficientes para su objetivo de mínimos.