Grupo Rioja tasa en 30 millones la ayuda para reducir vino

Feli Agustín
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La mayor asociación de la Denominación plantea un plan bienal, que propone reducir el volumen de vino las próximas campañas en 42 millones y en 40 al año lo almacenado

El objetivo del Grupo Rioja es reducir, por varias vías, 82 millones de litros en dos campañas. - Foto: Óscar Solorzano

Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, convocará en unos días una reunión del plenario para debatir con sus componentes, repartidos a partes iguales entre el sector productor y el comercializador, qué herramientas son las más adecuadas para ayudar a Rioja a salir de su laberinto. Con una caída de ventas, particularmente en el exterior, y casi 940 millones de litros en bodega, más de tres veces lo que se produce en una campaña, todos los operadores del sector coinciden en que es necesario reducir el volumen de vino almacenado. 

Entre ellos, el Grupo Rioja, el mayor de la Denominación, que presenta un plan que se prolongaría dos años -ampliable a tres- en el que plantea medidas en dos sentidos: rebajar las entradas las dos próximas cosechas y reducir el actual volumen en bodega.

En concreto, según explica su director general, Íñigo Torres, sería necesario acortar las actuales existencias en principio en 80 millones -40 al año-, que se haría por dos vías, la descalificación de 10 millones anuales mediante un nuevo procedimiento de calificación por parte de los servicios técnicos del Consejo Regulador;y una segunda, que acarrearía la descalificación de 30 millones de vino, que pasarían a ser de mesa,  con un abono de 50 céntimos el litro. 

«Nuestra propuesta no es destilar, sino descalificar, porque así nos desharíamos de los peores vinos», considera el ejecutivo, que informa de que para este proceso, el sector recurría a las ayudas de los tres gobiernos autonómicos, que deberían abonar 15 millones anuales de los que 10 millones, 20 en las dos campañas que se prevé que se prolongue  el plan, corresponderían al Ejecutivo riojano.

Torres discrepa de que se trate de una suma muy elevada si se pondera en relación a la importancia en el PIB regional. «La Rioja tiene un presupuesto de 1.800 millones de euros», constata el director general del Grupo Rioja, que pregunta si merece la pena invertir 10 millones en el sector que es la locomotora de la economía regional, y que supone un bien económico y social. «Pues creo que merece la pena, infinitamente», responde, al tiempo que resalta que es un sector no acostumbrado a pedir ayuda.

90% en tinta. De cara las próximas campañas propone la reducción de rendimientos  de producción en 40 millones de kilos, que depararían 42 millones de litros menos. Esta rebaja afectaría solo a la uva tinta, cuya producción se quedaría  en el 90%, mientras que no afectaría a la blanca. Considera  que «es el momento de ser más exigente con la calidad» y propone la reducción de otro 5%, que calcula en 20 millones de kilos. Al respecto, el Grupo Rioja plantea un ajuste real, «nunca se cumple el rendimiento amparado», y «ser más exigente con las parcelas que son más productivas», afirma Torres, que defiende que esta es la Denominación «más exigente con las uvas y los vinos, pero nunca es suficiente».

«Hay que reducir lo que entra y ser más exigentes con parcelas que tienen más rendimiento del que deberían», reitera el director general del Grupo, que apunta que, además, se han habilitado ayudas europeas para la cosecha en verde.

Rechaza recortar los rendimientos de transformación de uva a vino, que permanecería en el actual 70%, negativa que justifica en su creencia de que «quitando uvas del mercado, las bodegas también están haciendo un esfuerzo».

 «Vamos a intentar lograr fortaleza de una situación complicada coyunturalmente», afirma Íñigo Torres, que opina que su propuesta es «equilibrada» y puede encontrar gran consenso.

Ni más hectáreas ni malas decisiones. Íñigo Torres reconoce que hay más existencias en Rioja de las que debería en función de las ventas, pero discrepa de quienes opinan que la falta de equilibrio es responsabilidad del sector. 

Contextualiza la situación para lo que se remonta al periodo de 2014-2017, cuando las ventas superaban los 280 millones, mientras que el año pasado fueron de 251 millones. «Hay gente que dice que Rioja ha tomado malas decisiones, y Rioja no ha tomado ninguna decisión diferente a las que adoptó cuando todo iba viento en popa», afirma Torres, que completa su argumento al recordar que las únicas soluciones distintas han sido la creación de los vinos de zona, de municipio o singular y la incorporación de los espumosos, «todo medidas positivas».

Discrepa también de las afirmaciones que apuntan al aumento de plantaciones o de rendimientos y afirma que el último quinquenio ha sido el de menor rendimiento histórico. «Lo que ha pasado aquí es que hubo una helada de 2017 que disparó los precios de la uva, lo que generó caída de ventas en 2018», seguido del Brexit, los aranceles de EEUU, la pandemia y, por último, la invasión de Ucrania, enumera el gerente del Grupo Rioja.