La energía amenaza con frenar la mejoría

Feli Agustín
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El alivio de las restricciones por la lenta remisión del covid ha favorecido a la economía, que se ve lastrada por los precios

Los precios suben un 2,2% en octubre en La Rioja - Foto: Óscar Solorzano

A unque con más estrecheces que holgura, el tejido productivo riojano estaba logrando esquivar una crisis a la que, al igual que el resto del mundo, había abocado la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus, cuando estalló la guerra. La particular estructura de la economía regional, con gran peso relativo de la agricultura, una industria, que es la segunda del país en cuanto a la importancia del PIB, superando el 20%, y un turismo cuya importancia, sin ser despreciable no es desequilibrante, han logrado mantener estos dos años la actividad y el empleo, a los que, cierto es, han ayudado los ERTE.

Según el Banco Mundial, la economía global se contrajo en 2020 un 4,3% y estima un rebote del 4% para 2021. La caída fue mucho mayor en España -del 10,8%, una de las más elevadas de los países avanzados- y su crecimiento fue del 5% el ejercicio pasado, lo que no fue suficiente para paliar los daños del primer año de pandemia. En La Rioja, el descenso fue algo menor, pero también elevado, del 8,8%, y el Gobierno regional afirmaba a finales de 2021 que  la economía mostraba «una recuperación sostenida, con un PIB cercano a niveles anteriores a la pandemia». La realidad no parece ser tan optimista y, aún sin conocer los datos oficiales, las previsiones del servicio de estudios del BBVA, en un documento fechado el pasado 26 de enero, cifraban el crecimiento en el 4,4%, exactamente la mitad que la caída.

De hecho, algunos datos confirman que se camina entre obstáculos, en particular la balanza comercial que, a pesar de las excelentes cifras de la industria agroalimentaria, sigue sin recuperar la facturación en el exterior de 2019. Tampoco el número de parados ha descendido al ritmo adecuado y, a pesar de que febrero hubo más afiliados medios que hace dos años, el de desempleados también era mayor.

Con el Gobierno de La Rioja felicitándose por la cuantía que va a llegar provenientes de los fondos europeos que se han dispuesto para la recuperación, el aumento de la electricidad primero y de los combustibles después, pone en jaque a las empresas, que han de hacer frente a un importante aumento de costes. En este escenario, ya de por si inestable, la invasión rusa de Ucrania añade incertidumbre y suma pérdidas humanas a las causadas por le covid, que en La Rioja son ya de 909.