Horno Arguiñano y el Pasapoga, soletes de Guía Repsol

El Día
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La conocida guía les ha otorgado esta distinción destacando que son dos lugares apetecibles donde tomar algo o comer a un precio asequible sin salir del barrio

Eduardo Villar, propietario del Horno Arguiñano, muestra sus dulces - Foto: Óscar Solorzano

Guía Repsol ha distinguido con dos nuevos Soletes de Barrio al Horno Arguiñano y el bar Pasapoga de Logroño, como dos lugares apetecibles donde tomar algo o comer a un precio asequible sin salir del barrio.

En esta quinta edición, esta calificación de Guía Repsol se ha centrado en establecimientos que se pueden encontrar fuera del centro de las ciudades, ha informado este jueves esta publicación en una nota.

En toda España se han concedido más de 300 Soletes nuevos, que se suman a otros 200 de ediciones anteriores, que también se ubican en la periferia de las ciudades.

En el caso de Logroño, los dos establecimientos premiados se encuentran ubicados en avenida de la Paz, en los números 72 (horno) y 2 (bar).

La guía gastronómica dedica una reseña al Horno Arguiñano en la que destaca que esta panadería pastelería elabora pan "hecho como antaño" gracias a su propietario, Eduardo Villar, quien lleva al frente de este obrador desde hace más de 20 años.

"Cada día levanta las persianas a las 2:30 de la madrugada para ponerse 'manos a la masa' con el resto de su equipo. Cada mañana el establecimiento ofrece hasta 30 variedades de pan: de centeno, avena, hidromiel, hogaza de cuatro granos, de zanahoria y pipas de calabaza", recoge la Guía Repsol.

Aunque no solo se elabora pan en este obrador, ya que ofrece una cuidada repostería horneada a diario para satisfacer los deseos dulces de los más golosos.

Famosas son en la capital riojana sus berlinas y donuts cubiertos de chocolate a los que también hace mención la Guía Repsol, además de dulces típicos de cada época del año, como sus famosos y exquisitos turrones artesanos en Navidad, las típicas roscas de San Blas y las torrijas de Semana Santa.

Villar ha llevado su pasión por el pan hasta lo más alto en su gremio y actualmente es el representante de todos los panaderos de España como presidente de CEOPPAN (Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines).

En la misma calle, se ubica Bar Pasapoga, que ofrece una buena y exquisita barra de pinchos por la mañana y cuyo sello de identidad son los riquísimos menús que sirve a diario por un precio más que razonable: 14 euros de lunes a viernes y 18 euros los sábados.

También se puede desayunar con productos de primera calidad tratados con el cariño de Sergio Díez, encargado de sala o su compañera Mercedes Pascual y el resto del equipo del bar y elaborados en la cocina por la excelente cocinera Liz Vidal.

Los clientes que pasan por Pasapoga destacan la buena relación calidad-precio tanto de sus raciones como de su menú, con platos como "unos caparrones muy bien hechos, una lubina con gran sabor y una torrija para cerrar el menú, ni pagando el doble he comido con esa calidad".

Al frente de Pasapoga está José Velázquez, más conocido como Pepe, la seña de identidad de este establecimiento, que lleva las riendas del bar desde hace 8 años