Un punto con sabor a victoria

M. A. G-S.
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Silvente se estrena como goleador y con un testarazo salva un empate en Irún para una voluntariosa SDL

Silvente, tras anotar de cabeza el definitivo 1-1. - Foto: SD Logroñés

Ficha técnica:

Real Unión: Irazusta, Kijera, Montoro, Espigares, IvánPérez, Agirre (Víctor Parada, 78), Aramburu, Chema Núñez (Luque, 85), Gagua (Jon Ander, 78), Nacho Sánchez y Kike Rivero.

SDL: Azón; Gexan Elosegi (Monroy, 64), Caneda, Víctor Ruiz, Paredes (Silvente, 82); Sarriegi (Alain Ribeiro, 65), Borja Martínez, Diego Esteban (Fran Sota, 76); Thierno Arévalo (Emilio Lozano, 46), Unzueta y Samanes.

Árbitro: : Ruiz Alvarez (colegio asturiano). Amonestó a Montoro, Kike Rivero, Nacho Sánchez, Irazusta y Parada así como a Víctor Ruiz.

Goles: 1-0, M. 51: Nacho Sánchez, con un disparo desde la frontal ajustado al palo izquierdo de Azón; 1-1, M. 88: Andrés Silvente, de cabeza a la escuadra tras centro medido de Monroy.

Incidencias: encuentro disputado en el Stadium Gal ante un millar de espectadores.

 

Un testarazo de Silvente permitió a la Sociedad Deportiva Logroñés no solo sumar un punto en Irún sino evitar el sorpasso del Real Unión, colista del Grupo 2. El 1-1 hizo justicia a los méritos de vascos y riojanos aunque los blanquirrojos tuvieron que esperar al último minuto para rescatar un punto.

La SDL, gracias al estreno goleador del delantero murciano, saborea su primera unidad lejos de Las Gaunas y llega al parón fuera de los puestos de descenso en una tabla comprimida al máximo, con cinco equipos, entre ellos los logroñeses, empatados a trece puntos.

 

Llona movió sus piezas con cuatro cambios en el once: Gexan Elosegi, en el regreso a casa, formaba de inicio en detrimento de Monroy, la primera de las tres permutas en la retaguardia. Las otras dos sí fueron contraculturales: Azon y Jaime Paredes relegaron a la suplencia a los titularísimos Jero y Manny Rodríguez. Y, en perfil ofensivo, Thierno Arévalo se preparó para ofrecer su desequilibrio desde el inicio.

Los primeros compases fueron iruneses sin que Azon, más allá de un disparo telegrafiado de Chema Núñez, sufrieran rasguño alguno. Hasta el minuto diez, no se estiró la SDL y lo hizo con un disparo ajustadísimo de Borja Martínez que Irazusta mandó a saque de esquina.

Sin embargo, la ocasión más clara llegó en el veinte, con un mano a mano de Unzueta que, desde la distancia y sin pensárselo, no supo batir a Irazusta, que puso firme la mano para evitar la parábola. Una pérdida en el centro del campo irunés a punto estuvo de ser penalizada por el delantero vizcaíno al que, quizás, le faltó oxígeno en su carrera hacia la meta.

A la media hora, fue el georgiano Gagua el que pudo adelantar a los suyos aunque en este caso el caucásico elevó demasiado su intento de sorprender a Azón. El Real Unión como antes de la SDL se plantó con un simple pase en los dominios riojanos. A renglón seguido, Barry lo intentó desde lejos igualmente sin fortuna.

Las penúltimas salvas fueron guipuzcoanas, con una vaselina desde su campo de Iván Pérez que se fue alta y una penetración de Agirre que no acertó a superar a su par en una buena acción defensiva del equipo de Llona. La SDL, al borde del descanso, malogró una gran contra en la que Samanes, el más desequilibrante, asistió mal a Diego Esteban en el área pequeña. Entre la gloria personal y la ajena, el de Berriozar fue de lo más generoso en el último coletazo de un primer tiempo intenso y competido pero exento de ramalazos futbolísticos de enjundia.

Aunque Llona se reforzó con la salida de Emilio Lozano por un desaparecido Arévalo, fue el Real Unión el que golpeó. Lo hizo el logroñés Nacho Sánchez, con una comba desde la frontal imposible de atajar por Azón. Fue un golazo ante el que el meta aragonés ni la zaga ayer de negro pudieron responder.

Los riojanos pudieron empatar a continuación pero a Emilio Lozano le faltó colmillo en el mano a mano con Irazusta. En el rechazo, entre tirar sin ángulo y buscar a Unzueta, optó por asistir al ariete de Abadiño que no pudo controlar el cuero.

La SDL aumentó su vocación ofensiva, a riesgo de conceder demasiados espacios a un Real Unión dispuesto a aguzar la contra. A la hora de juego, Víctor Ruiz a pelota parada intentó sorprender al meta local, en una falta que acabó en saque de esquina.

Los blanquirrojos inclinaron el campo a su favor pero la falta de fortuna les impidió empatar la contienda: Unzueta, asistido por Diego Esteban, elevó alto en una buena acción del vasco mientras que poco después Monroy, recién entrado, con un remate tan potente como centrado, no pudo vencer a Irazusta.

Los riojanos tenían veinte minutos para rescatar un punto y, sobre todo, para frenar al colista. Y aunque tuvieron llegadas como para haber neutralizado la contienda, la falta de puntería penalizó a los de Llona que fueron incapaces de superar a la bien guarnecida defensa guipuzcoana.

Cuando el partido parecía perdido, después de que un centro sibilino no fuera embocado por nadie, Silvente estiró el cuello para que la SDL sacara la cabeza del descenso. Lo hizo con un remate inapelable para el que Irazusta, inquebrantable en todas las llegadas riojanas, no tuvo respuesta. El murciano se estrenó como goleador y lo hizo con una asistencia medidísima de Monroy, de nuevo entre los mejores.

El gol, en el minuto 89, permite a los blanquirrojos sumar su primera unidad lejos de Las Gaunas pero, sobre todo, evitar que el colista les enganche en la tabla. Un empate, sufrido pero merecido, con valor a algo más que un punto.