Las conclusiones del informe de Salud Pública sobre la evolución de la pandemia de covid-19 en La Rioja, que ayer hizo públicas la Consejería, reconocen que la incidencia sigue en cifras elevadas, superiores a la media nacional, aunque se observa una disminución durante esta semana.

En los últimos 7 días se han notificado en La Rioja 520 contagios, de modo que la incidencia acumulada se sitúa en 162 casos por 100.000 habitantes; y en los pasados 14 días se han registrado 1.472 casos, por lo que la incidencia alcanza los 460 casos por 100.000 habitantes. 

Señala que difiere según el grupo de edad y disminuye en todos,  excepto en la cohorte de 60 a 69 años, en la que se ha observado aumento respecto a la semana previa. De hecho, según los datos del Ministerio de Sanidad, se encuentra entre  las cuatro primeras del país.

 No obstante, la incidencia más elevada se observa en las personas de 70 a 79 años, pues con 822,08 casos por 100.000 habitantes es la segunda más elevada del país, solo por detrás de Navarra.

El director general de Salud Pública, Pello Latasa, explica que, según la experiencia de olas precedentes, los últimos en experimentar una reducción de la incidencia son las personas más mayores. Al usar más medidas para autoprotegerse, «cuando llega el fin de la ola y las cosas van mejor, se relajan un tanto y comienzan a sufrir un aumento de la incidencia», reflexiona el responsable de  Salud, que explica que no es una situación «del todo inesperada», aunque al ser población mayor se realizará un seguimiento.

El informe señala que se han registrado dos fallecidos esta semana, de tal manera que desde el inicio de la pandemia han muerto en La Rioja 913 personas, de las que 329 eran usuarios de residencias de mayores.

Durante esta semana ha habido 13 casos nuevos hospitalizados y dos ingresos en la unidad de cuidados críticos. La media de edad de los enfermos ingresados es inferior a la observada en la semana anterior, situándose en los 60 años.

En cuanto a los brotes en el ámbito sociosanitario, hay 22 personas en aislamiento, lo que afecta a dos residencias de personas mayores y a tres centros de personas con discapacidad.

La secuenciación genómica indica que la variante Ómicron, en forma de diferentes sublinajes, es la dominante en estos momentos en La Rioja, al igual que en España, tras haber desplazado a la variante Delta. Se ha constatado una disminución en la detección en aguas residuales del virus en la depuradora de Logroño y un aumento en las aguas residuales de Calahorra.