Artesanía animal

J.A.P.
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Los castores han irrumpido en los campos riojanos causando pérdidas a los agricultores de la ribera del Ebro, especialmente en las explotaciones de árboles frutales como los perales

Daños de animales en árboles frutales con los troncos protegidos por plásticos. - Foto: Óscar Solorzano

Los agricultores de la Ribera del Ebro suman una nueva preocupación a su lista: la presencia de castores, cada vez mayor, en sus campos de cultivo.

«Sabemos que son castores porque se comen los troncos de los árboles por la base y los dejan como un lapicero del revés, lo que suele provocar su caída al no tener sujección», indica José Antonio Ruiz, perito agrícola de Arag-Asaja para la zona de Alfaro.

Como es conocido, este animal corta trozos de madera para construir sus espacios. «Hacen su vida cerca de zonas de agua, forman sus guaridas y para ello cortan ramas e incluso árboles enteros de frutales».

Un castor avistado meses atrás en la vecina Comunidad Foral de Navarra.Un castor avistado meses atrás en la vecina Comunidad Foral de Navarra. - Foto: Europa Press

«Estábamos acostumbrados al conejo y también al jabalí, que se pueden cazar, aunque parece que no interesan tanto a los cazadores, pero lo de los castores es más reciente», apunta Ruiz.

Conocedor de la zona, «hace años pensábamos que los primeros que empezaban a sufrir el conejo exageraban, pero pronto empezamos a ver que cuanto más se multiplicaban más arrasaban con todo, incluso hectáreas de cereal, que son nuestro principal problema pero, ahora además, se han sumado esos castores, parece que como algo puntual», apunta. 

Los cultivos más afectados con estos nuevos artesanos animales son los frutales, concretamente el muy cultivado peral. «Entre los conejos que trepan o saltan hasta la cruz del árbol, que puede ser un metro, y los castores que se comen los troncos por debajo, esto empieza a ser una fiesta para ellos y un auténtico quebradero de cabeza» (para los agricultores).

De hecho, actualmente, el perito ha llegado a ver cómo «consiguen burlar los protectores de plástico que se ponen alrededor de los perales y otros árboles, causando daños incluso con esa medida preventiva instalada».

La presencia del castor es cada vez más común pero no deja de ser novedosa en el sector. «Fundamentalmente están entrando por los grandes regadíos, ríos madre y acequias grandes en los valles del Ebro y el Alhama».

 

Seguros inciertos. Los seguros agrarios cubren la mayoría de las situaciones negativas que afectan a los cultivos riojanos, especialmente las inclemencias meteorológicas, y también la acción de los animales pero no en todos los casos. «A veces resulta escasa», porque obvian especies y penalizan los siniestros periódicos.

Los daños causados por especies cinegéticas como el conejo o el jabalí sí están incluidas, mientras que el castor no se recoge.

«En el caso de los jabalíes, están bajando a los bardales del Ebro donde se refugian y después causan mucho daño en los maizales, cavando agujeros enormes en los que se acumula agua, y esos socavones provocan más trabajo», dice.

Como Arag-Asaja lleva años denunciando, el conejo sigue siendo el principal enemigo de los agricultores, especialmente en los campos cercanos a la autopista AP-68 en La Rioja Baja y en el entorno del canal de Lodosa.

También, se nota el efecto de corzos y jabalíes que han dejado las sierras y buscan el alimento en el valle, coincidiendo con los primeros brotes de la viña. 

Lo bueno de los conejos y jabalíes para los agricultores es que «son especies cinegéticas y se pueden cazar, en función de la reglamentación y normativas que afectan a los cotos», resalta.

 

Sin plagas en el campo riojano, otra preocupación es el tiempo
«Podemos estar satisfechos porque actualmente no hay ninguna plaga que afecte al campo, la mayor preocupación es el tiempo, especialmente el hielo porque ya tenemos en floración el almendro y en breve serán los melocotoneros, peros y manzanos», afirma el experto.

El ciclo no va adelantado. «al contrario, el buen tiempo adelantó en enero la floración pero el frío que hemos tenido posteriormente la ha ralentizado y hay un retraso de una semana más o menos respecto al año pasado y con el buen tiempo de estos días seguramente se homogeneizará el ciclo»