La crisis de la viruela pasará cuando se recupere el sector

SPC
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ASAJA Castilla-La Mancha asegura que se necesitan entre 24 y 26 millones de euros para compensar los daños. Los ganaderos reclaman más implicación de la Administración

La crisis de la viruela pasará cuando se recupere el sector

La inmovilización de cabras y ovejas en la comunidad va a traer cola. En algún momento volverá a haber movimiento de ganado, pero la crisis no terminará ahí, según denuncia ASAJA Castilla-La Mancha. La organización cifra entre 24 y 26 millones de euros la ayuda que necesitan los ganaderos afectados por la viruela ovina y caprina en la región. «La crisis de la viruela terminará cuando se reponga el ganado y se compense a los ganaderos, tanto a los que han sacrificado animales, como a los que han asumido pérdidas a causa de la inmovilización».

El presidente en funciones, José María Fresneda, señala que «los cuatro millones de euros anunciados para las indemnizaciones de sacrificios son muy insuficientes». Para Fresneda, «el primer objetivo era inmovilizar a la cabaña y aplicar las medidas sanitarias. Pero el segundo es compensar a los ganaderos porque ellos no han generado la crisis, son víctimas que cumplen la normativa y han tenido un comportamiento ejemplar».

Por otra parte, Unión de Uniones, destaca que el ganado que se sacrifica suele pasar, en la mayoría de los casos, por un cebadero. Ahora, con esta inmovilización que sólo permite desplazar animales con destino a matadero, «el día que los cebaderos saquen el ganado que ya tienen dentro se verán en la imposibilidad de seguir con el cebo, rompiendo su cadena y provocando, en muchos casos, el cierre irreversible de los mismos», aseguran.

Añaden que otro problema que ha causado la inmovilización es que el ganado destinado a vida se ve abocado a permanecer en la explotación de origen. Así, ganaderos que deseaban abandonar la actividad o reducir su cabaña deben hacer frente a la alimentación de un ganado que en muchos casos ya no es suyo, puesto que está vendido. En un año especialmente duro en el que no hay nada de comida en el campo, la alimentación de ovejas y cabras se debe realizar a base de piensos y forrajes, que por las circunstancias actuales están caros. «El que pensaba quitar el ganado o reducir su cabaña se encuentra que no tiene almacenado alimento para esta contingencia. También perjudica a los que compraron o desean comprar ese ganado para iniciar la actividad o ampliar su explotación», explican.

Y apostillan desde Unión de Uniones que la situación es más grave en varias comarcas en las que se venía de una inmovilización debida a la lengua azul, con lo cual «se van a superponer varios periodos de inmovilización, puesto que cuando teóricamente acabe este, llegará la primavera y empezará de nuevo la inmovilización por la lengua azul».

Apoyo económico.

Según el estudio de costes realizado por ASAJA Castilla-La Mancha, una oveja de raza manchega tiene un valor de 380 euros y la indemnización es de 110 euros, lo que supone una pérdida de 270 euros por cada oveja sacrificada. Lo mismo ocurre con el resto de ovejas de raza Lacaune y los corderos sacrificados. Pero, además, como ha señalado Fresneda, «hay que contar las pérdidas de la leche que se ha dejado de producir, los costes salariales, la pérdida de renta por reposición hasta el primer parto, el incremento de gastos en piensos o en limpieza y desinfección, entro otros. En total se necesitan entre 24 y 26 millones de euros para volver a la situación anterior». Por ese motivo, «nuestro presidente nacional, Pedro Barato, ha remitido nuestra petición al secretario general de Agricultura y Alimentación (Ministerio de Agricultura), Fernando Miranda, con el fin de solicitar el apoyo económico real que hace falta para compensar las pérdidas en el sector».

Fresneda ha criticado la gestión de la crisis por parte de la Consejería de Agricultura de la comunidad. «A pesar de las advertencias de los ganaderos, desde que se detectó el primer foco hasta la inmovilización pasaron cuatro meses. A ello hay que sumar las denuncias de los titulares por no haber recibido ni la información ni las indicaciones necesarias para proceder. En estos momentos, por ejemplo, no saben ni qué productos tienen que usar para la desinfección, ni nadie les ha dicho cómo hacerlo».

Por último, el responsable de ASAJA ha pedido que «el drama de los ganaderos no se utilice con fines políticos» y ha demandado «más apoyo para el sector por parte de las Administraciones competentes. El único objetivo ahora, es recuperar la ganadería de Castilla-La Mancha», ha concluido.

El Ministerio de Agricultura, por su parte, anunció la semana pasada por boca de su titular, Luis Planas, que está estudiando un paquete de medidas para financiar la compra de cabezas de ganado para los productores cuya cabaña haya sido sacrificada. Añadió que el ejecutivo ya está trabajando en el decreto para regular estas medidas, pero de momento no hay cifras ni fechas, que es lo que necesitan los ganaderos.

 

Estudio de costes.

OVEJA DE RAZA MANCHEGA

Una oveja de raza manchega tiene un valor 380 euros. La indemnización es de 110 euros. Por cada oveja sacrificada el ganadero  pierde 270 euros.

Se han sacrificado 15.798 ovejas de raza manchega cuyo valor es de 6 millones de euros.

CORDEROS

Los corderos sacrificados han sido 19.760 valorados en 1,2 millones de euros.

OVEJA LACAUNE

Esta oveja tiene un valor de 217 euros. La indemnización recibida es de 100 euros. Por cada oveja sacrificada pierde 117 euros. Se han sacrificado 7.354 animales cuyo valor es de 1,6 millones de euros.

LECHE

La leche que se ha dejado de producir ha sido de 2,7 millones de litros, con un valor de 5,5 millones de euros.

COSTES SALARIALES

Suponen pérdidas de 4 millones de euros.

PÉRDIDA DE RENTA POR REPOSICIÓN HASTA PRIMER PARTO:

320 euros por oveja. Total, 5,6 millones de euros.