Actividad limitada de los bares y abren centros comerciales

Feli Agustín
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Los hosteleros de Logroño critican la tardanza en aplicar medidas para extender las terrazas, y el Ayuntamiento asegura que trabaja «intensamente» en solventar estas quejas del sector

Interior del centro comercial Berceo - Foto: Ingrid Fernández

La entrada de La Rioja en una nueva fase, la 2, que ha de conducir a nuestro país a la tan ansiada nueva normalidad, ha venido marcada, principalmente, por la apertura de los dos grandes centros comerciales de la capital, lo que completa el proceso al que se ha visto sometido el sector como consecuencia del estado de alarma decretado por el coronavirus.

La eliminación de las franjas horarias -excepto para los mayores de 70 años, para quienes se mantienen de 10 a 12 y de 19 a 20-, aunque el Gobierno riojano las cambiará para evitar a este colectivo enfrentarse a horas de temperaturas más altas, es otra de las novedades de la fase 2, en la que se permiten reuniones de hasta 15 personas. Está será, sin duda, una ventaja que aprovecharán los restaurantes que, con el aforo limitado en La Rioja al 50%, al igual que el resto de establecimientos hosteleros, ya pueden servir comida en el interior, además de a domicilio, como venían haciendo desde la fase 0.

Todos los bares y cafeterías de las comunidad pueden también mantener las puertas abiertas y servir a su clientela en mesa, aunque para degustar los pinchos en la barra habrá que esperar, lo que limita la entrada en funcionamiento de los bares de pinchos, que en las calles Laurel y San Juan permanecían este lunes, casi en su totalidad, cerrados.

Tampoco está autorizada la apertura de discotecas y locales de ocio nocturno y, aunque sí pueden reanudar la actividad el resto de establecimientos de hostelería,  el número de locales que se han sumado a los que venían trabajando desde la fase 1 -cuando solo se podía consumir en las terrazas- no es, de  momento, mayoritario.

Las quejas de los bares. Al respecto, el presidente de la Asociación de Hostelería de La Rioja, Francisco Martínez Bergés, constataba que para los negocios que no disponen de terraza reactivar el negocio únicamente con la mitad de la capacidad no es rentable. «Cuesta más dinero abrir que seguir cerrado», asegura Martínez Bergés, que muestra su decepción porque numerosos establecimientos hosteleros no han podido abrir sus puertas al no haber logrado, en gran parte de los casos, aumentar su capacidad  a costa de plazas de aparcamiento, como se comprometió el Consistorio el pasado 11 de mayo, coincidiendo con el comienzo de la fase 1.

«O el Ayuntamiento desbloquea cuanto antes todo lo relacionado con las terrazas, o la apertura va a ser muy lenta y complicada», asegura el presidente de los hosteleros, que reitera que solo con el aforo a la mitad en el interior, los negocios no son viables.

Además, añade Bergés, «desatascar» esta situación sería beneficioso para las seguridad del conjunto de la ciudadanía, que se concentra en un número muy limitado de terrazas, entre el 10 y el 12% de todas las existentes, según calcula. El hostelero, que mantiene su local cerrado, reconoce que el Ayuntamiento está haciendo todos los esfuerzos, pero, en su opinión, no son suficientes. «Hay que ser más ágiles, como lo son en otras ciudades; es hora de poner todo en marcha  rápidamente», apunta Bergés, que se queja que no se pueden  «desbloquear 15 terrazas al día;es inviable, hay gente que a este paso abrirá en agosto o septiembre». En el mismo tono contrariado, insiste en que hay que ponerse en marcha «ya, ya y ya; ayudamos en lo que sea, porque esto no puede seguir así». Además, afirma que se han cometido errores, por parte del Consistorio, en las mediciones para ampliar la extensión de las terrazas, una circunstancia excepcional determinada por el equipo de Hermoso de Mendoza para paliar las graves consecuencias de la pandemia en el sector de la hostelería.

Al respecto, una portavoz del Ayuntamiento de el Ayuntamiento de Logroño aseguró que desde el Gobierno municipal se está trabajando «intensamente» para tramitar las más de cien solicitudes presentadas para que los veladores dupliquen su superficie, pero constata su dificultad, a pesar de que ha aumentado el personal destinado  a este objetivo. «Estamos intentando dar salida a las peticiones de los hosteleros, que debemos conciliar con los intereses de la ciudadanía; hay algunas terrazas colindantes con aparcamientos de minusválidos que debemos salvaguardar», alega.

La alegría del comercio. Y. mientras tanto, tres semanas después de que el pequeño comercio abriera sus puertas con cita previa, y siete días más tarde de que lo hicieran los grandes establecimientos con medidas para limitar el espacio de acceso al público hasta los 400 metros, el estreno de la fase 2 ha permitido la apertura de estos con todas su capacidad y de los centros comerciales.

Joaquina de Joaquín, gerente del centro comercial Berceo, mostraba  su satisfacción por la vuelta a una «cierta normalidad», con los operadores preparados «con mucha ilusión y ganas» para la vuelta a la faena.

«Los clientes han encontrado ciertas novedades, fruto del trabajo  realizado durante el tiempo de confinamiento, en el que hemos elaborado un protocolo  de reapertura, el proyecto Six feet retail, con varios ejes, higiene y salud, distancia  social y concienciación, que han deparado 350 medidas», explica la gerente de un centro comercial que acoge 80 establecimientos que emplean a 900 personas. Así, se han diferenciado salidas y  entradas, donde se ha colocado gel hidroalcohólico y una alfombra desinfectante; en la galería, se han pegado en el suelo flechas de marcan la dirección de la  circulación para mantener el distanciamiento de dos metros;y, entre otras medidas de higiene, se procede a la desinfección del centro de manera continua, incidiendo en las botoneras de ascensores, y limitando el uso en los baños y la sala de lactancia, que es desinfectada después de cada uso.

Joaquina de Joaquín relata que, además, se han reforzado los equipos de servicios, que han recibido formación específica para aconsejar  «sobre esta nueva manera de circular por la galería», mientras el equipo de seguridad monitoriza constantemente el aforo, algo que ya se hacia con  anterioridad.

En la entrada de cada establecimiento se han colocado vinilos para las esperas y se han puesto a disposición de los clientes todas las plazas de aparcamiento. «La segunda planta, que solo se abre en momentos de gran afluencia, ya lo está para  ayudar a los conductores a mantener la distancia de seguridad», informa la gerente del Berceo, que recomienda aparcar de manera alterna.