El Rioverde Clavijo está de vacaciones después de despedir el pasado sábado en Mahón una exitosa temporada. Es cierto que el equipo logroñés no pudo alcanzar la Oro aunque el poso que deja la doble eliminatoria con el Menorca es que los riojanos están cada vez más cerca del regreso al segundo escalón nacional. Eso sí, Jenaro Díaz(Oviedo, 1971), responsable del banquillo del Clavijo en este último lustro, rebaja la euforia. El ascenso aún no se ha consumado y queda mucho trabajo por delante para que el Rioverde pueda regresar al segundo escalón, una Oro que se parece en poco a la categoría que los riojanos ocuparon entre la 2011-12 y la 16-17. 

«Nos falta un salto que espero que el club dé», afirma el preparador asturiano. El ovetense, siempre exigente con sus jugadores y consigo mismo, reconoce que los pasos que ha dado la entidad han sido los adecuados pero es mucho el trabajo por hacer. Ahora que numerosos alumnos están en plenas evaluciaciones, el símil del preparador es claro: «Nos falta el salto que hay del siete al nueve».

El máximo responsable del Rioverde no quiere valorar si el Grupo  Oeste, en el que habitualmente compiten los riojanos, es más débil que el Este. «En las primeras eliminatorias parecía claro que el Oeste era más consistente pero al final ha subido el Tizona y dos del Este como Prat y Menorca», apunta. Para poder compararse con estas estructuras, en opinión del preparador aún queda: «Estamos más cerca pero al mismo tiempo seguimos lejos. Aún nos falta un poco».

En la 23-24, nuevamente con Rioverde como patrocinador principal y el apoyo de Bodegas Riojanas, el equipo lo volverá a intentar. Aún no se ha cerrado la continuidad del asturiano aunque éste no esconde que le gustaría continuar en Logroño. «Es mi deseo seguir», afirma. «Espero que no haya problemas», completa. En cualquier caso su renovación aún no se ha materializado aunque nadie duda que seguirá otro curso más.

«Estoy muy agradecido al Clavijo porque me ha dejado crecer. Personalmente creo que no es el mismo Jenaro de estros tres años que de los anteriores», informa. Y, pese al continuo proceso de aprendizaje, el ovetense es autocrítico: «Me he confundido mucho». En su opinión, su mayor error fue el elevado grado de «intensidad» exigido a sus jugadores. «El equipo ha llegado con hambre, con ganas. Ha sido una piña pero creo que nos ha faltado al final un poco de frescura porque quizás hemos hecho un juego demasiado físico», analiza.

Más allá de lo que depare el futuro inmediato, Jenaro Díaz se muestra muy contento también con el apoyo incondicional que los aficionados han mostrado durante toda la temporada. «El respaldo social nos hace ser optimistas. La ilusión es clara. Hay que mantenerla. Hemos encendido una llama y ahora no podemos permitir que se apague», indicaba.

Más allá de lo que suceda con su figura, el Clavijo ya ha ido sentando las bases para su nuevo proyecto. El equipo cuenta con cuatro jugadores con contrato en vigor.Se trata de Miguel de Pablo, capitán y símbolo, Hugo Barbosa, Tafa Diakhate y KevinTorres. Las renovaciones del resto (Berni, Balasko, Norris, Iglesias, etc.) serán una buena señal para soñar con la Oro.