El sector del calzado riojano se enfrenta a su peor crisis

Bárbara Moreno
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Solo en el primer trimestre las exportaciones cayeron un 21%. Se espera que a partir de octubre baje más la producción

El sector del calzado riojano se enfrenta a la peor crisis - Foto: Clara Larrea

La Rioja es la segunda comunidad productora de calzado de España y uno de los sectores más importantes dentro de región que cuenta en su haber con 137 empresas, según los últimos datos, dando empleo a 3.400 personas, con una producción anual de 513 millones de euros. Un sector que no se escapa  de la crisis que está viviendo toda la economía mundial a tenor de la pandemia sanitaria. Y aunque desde la patronal riojana quieren ser optimistas en el presente y no dejar de trabajar, son conscientes de que se enfrentan a la mayor crisis de la historia en el sector del calzado. 

El secretario de la Asociación de Industrias del Calzado y Conexas de La Rioja (Aiccor), Javier Oñate, explica a El Día de La Rioja que sin duda esta será la peor crisis, porque las anteriores «las hemos lidiado medianamente  bien en comparación incluso con otras zonas productoras». Pero en las anteriores crisis la internacionalización con buena presencia en este sector riojano «hizo menos mella aquí». Pero la crisis de ahora «va a ser la peor por motivos productivos y de consumo». «La crisis como todas vienen por una caída de consumo brutal, el consumo nacional paró, pero también el internacional como Francia, Italia, Alemania que son nuestros mejores destinos y cerraron las fronteras». 

Y es que en cuanto a las exportaciones de calzado riojano por ejemplo solo en el primer trimestre de este año las ventas han caído un 21% respecto al mismo periodo del año anterior.

Así que han tenido que cambiar la estrategia. Y ahora, con buena parte del calzado de verano sin vender y devuelto a los almacenes, no tienen intención de producir mucho calzado de la temporada primavera-verano 2021, porque primero habría que sacar el stock de la temporada 2020. Es decir, que ahora, durante el verano se está produciendo invierno para darle salida cuanto antes, pero a partir de octubre que hay que empezar  a fabricar calzado de verano, la producción se va a resentir, porque los almacenes están llenos. 

Oñate explica que cuando vino la crisis «servíamos verano y estábamos pendientes de hacer pedidos de invierno para fabricar invierno. Se paró de servir verano, que es lo que tocaba poner en escaparates, pero con los cierres de comercios, hay mucho verano que se ha quedado en almacenes». 

Pero es que, el problema es mayor, añade el también gerente del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, porque para estas fechas se ha vendido entre un 40 y un 50% menos de calzado de invierno de 2020, porque no ha habido ferias, ni los comerciantes pudieron salir por la pandemia. Así, algunas empresas están pensando no cerrar en agosto para producir otoño- invierno cuanto antes ya que, «el primero que sirva y lo ponga en el mercado será el primero que venda». 

La realidad a partir de octubre. Y  si ahora se está fabricando invierno, a un ritmo menor que en cualquier otro año, porque solo hay vendido un 50% de momento. A partir de octubre que es cuando se empieza a fabricar verano es cuando se parará la producción o se reducirá. «Y tenemos que remar todos en el mismo sentido». 

Desde Aiccor no quieren hablar aún de posibles cierres, «tenemos que ir pasito a pasito, una semana tenemos un gran pedido, otra no». Así que, la situación es complicada, pero las empresas de algún modo están expectantes «pero también con optimismo». Eso sí, esta crisis de momento está afectando a inversiones que dejan para más tarde, o a contrataciones. «Se está con mucha cautela nadie sabe lo que va a llegar». Pero la bajada de consumo es real.

Aumentar los ERTES. Las medidas que están tomando desde la patronal es insistir a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en que amplíen los ERTES hasta 31 de diciembre. «Los ampliaron hasta septiembre, pero en esta campaña final lo vamos a pasar fatal». En cuanto a los ERTESactuales, muchas empresas los han dejado y otras no. Al principio la gran mayoría se acogió a ERTE. Ahora se está trabajando a un ritmo de entre un 70 y un 80%. Eso sí, como lleguen más brotes y confinamientos, el sector, como muchos acabará muy mal.