Enópolis y tecnópolis

Feli Agustín
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El alcalde, a quien le gusta rodearse de gente «que sonríe», presume de haber captado 20 millones de los fondos europeos

El alcalde y el líder la oposición se saludan antes de la primera sesión del Debate. - Foto: Ingrid

Con corbata al cuello -solo él y el líder popular la lucían-, el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, se enfrentó ayer al último Debate del Estado de la Ciudad de la legislatura, el más importante de su mandato, porque en esta  doble sesión se evalúan -y él también así lo hizo- sus 40 meses de gestión, un balance que ha de presentar ante los ciudadanos logroñeses, que quiere que vuelvan a depositar en él su confianza para dirigir los designios de la ciudad.

Tan es así que el propio Pablo Hermoso de Mendoza mostró un folleto propagandístico de las elecciones municipales de 2019 para demostrar que estaba cumpliendo lo que prometió. Y fue en la movilidad sostenible -el principal argumento de su trabajo- donde se centró y en dónde concentró los escasos anuncios que ayer realizó. «Logroño es una ciudad pujante y moderna que suma y contribuye  con sus proyectos y acciones al avance de Europa», reflexionó el primer edil de la capital, que  afirmó que su equipo de Gobierno ha captado 20 millones de euros de fondos europeos para la recuperación, lo que demuestra que  sus acciones políticas en materia de movilidad y modelo de ciudad están «completamente alineados» con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Esta suma está permitiendo actuar en el Mercado de San Blas o las Cien Tiendas, y es también ejemplo de la «sensatez y estabilidad» económica que están revitalizando la ciudad.

Dimensión económica. Al respecto, señaló que ya se ven las «grúas en esta ciudad», símbolo de una dimensión económica, que se constata en La Villanueva, la próxima actuación en el solar de Maristas y las actividades de carácter turístico.

«La iniciativa privada y el Ayuntamiento trabajamos para convertir a Logroño en una Enópolis», afirmó Hermoso de Mendoza, que  reiteró que abrirá el Centro de Cultura del Rioja (CCR) el año próximo. 

El primer edil, que dijo que a él le gusta rodearse «de gente que sonríe y no de caras largas», señaló como otro foco de crecimiento el pujante ámbito de las empresas tecnológicas, que lamentan la falta de personal para el desarrollo de sus proyectos. Por ello, aprovechó la presencia de representantes de UR y UNIRpara solicitar la implantación de estudios que den respuesta a las demandas que genera esta «Tecnópolis».

«Veo un Logroño que crece, que crea oportunidades y en el que hay crecimiento e inversión»,  afirmó el alcalde, que mostró un optimismo basado en «evidencias».

«Logroño seguirá creciendo con un desarrollo urbano sostenible, con la justicia social como objetivo, mirando a Europa y los retos que el mundo plantea», concluyó el alcalde.