Las obras de la segunda fase de la variante de Murillo de Río Leza, que se prevé que concluirán en mayo de 2023, ya están ejecutadas al 63 por ciento de sus 8 millones de euros presupuestados, ha afirmado este martes la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu.
Andreu, quien ha visitado las obras, ha indicado que se trata de la actuación más importante en materia de carreteras que su Gobierno ejecuta en esta legislatura, con una inversión de 8 millones de euros y que contempla la construcción de un viaducto de 173 metros de longitud para salvar el río Leza.
Esta variante, incluida en el nuevo Plan de Carreteras de La Rioja 2023-2030, es una infraestructura fundamental para Murillo de Río Leza, dado que permitirá solventar el problema de tráfico existente y contribuirá al desarrollo de la localidad, a la seguridad de la ciudadanía y a mejorar su comunicación con el área metropolitana de Logroño y con los valles de Ocón y de Jubera.
Para Andreu, esta actuación mejorará la seguridad vial y aumentará el bienestar de los vecinos de Murillo, ya que la construcción de esta segunda fase servirá para evitar que el tráfico de las carreteras LR-259 y LR261, sobre todo de vehículos pesados, pase por su núcleo urbano.
"Así, la nueva circunvalación permitirá, cuando esté terminada, canalizar los tráficos de estas dos vías, salvando los ríos Leza y Jubera", ha afirmado.
Ha incidido en que las infraestructuras de comunicación son fundamentales para mejorar las conexiones de los municipios de La Rioja, especialmente del mundo rural; y para mejorar la vertebración de la región y favorecer el desarrollo económico.
"La mejora de las vías de circulación en el medio rural se ha convertido en el eje vertebrador de la política de inversiones en carreteras de este Gobierno de La Rioja y esta segunda fase de la variante de Murillo de Río Leza es un ejemplo de esta apuesta", ha asegurado.
Los trabajos de esta segunda fase de la variante, que avanzan según los tiempos previstos, se iniciaron en noviembre de 2021, con un plazo de ejecución de 18 meses.
La primera fase de la construcción de esta nueva vía se inició en 2017 y finalizó en abril de 2019, lo que permitió salvar el río Jubera al enlazar la LR-261 de Murillo a Ventas Blancas con la LR-259 que va de Murillo a Galilea, por lo que se evitó el paso por Murillo de camiones procedentes del valle del Jubera en su búsqueda de la autopista o de la N-232.
Las obras que el Gobierno de La Rioja desarrolla en esta segunda parte del proyecto contemplan salvar el cauce del río Leza con un puente de 173 metros de longitud y 15 metros de altura.