Los trabajadores de la sanidad riojana han participado este jueves en concentraciones ante sus puestos de trabajo en protesta por las últimas agresiones sufridas en el centro de salud de Ausejo y para pedir "respeto, apoyo y comprensión". Las concentraciones se han producido frente a centros de salud de toda La Rioja, frente a los que se han situado los sanitarios, todos ellos separados por un par de metros y con mascarillas.

En algunos casos los sanitarios han portado equipos de protección contra el COVID-19, con trajes especiales y máscaras. El manifiesto que han leído en estas concentraciones alude al caso de "violencia gratuita" ocurrido hace dos noches en el consultorio médico de Ausejo, donde se agredió a dos profesionales. "Más allá de lo deleznable de cualquier acción violenta, resulta especialmente grave cuando se dirige a personas cuya labor va dirigida al servicio de las personas que acuden a demandar atención", afirma el comunicado.

Los profesionales admiten que en el ejercicio de su trabajo pueden estar "más o menos acertados, como cualquier ser humano" pero les mueve la vocación, inciden. "La repetición de situaciones como la vivida hace un par de noches ha hecho que sea necesaria la implantación de un sistema informático de alerta de agresiones y ha requerido la presencia de seguridad, en algunos centros, que es claramente insuficiente", afirman.

Sin embargo inciden en que "la queja no es por la falta de medidas, sino porque existe una minoría que hace que sean necesarias" ya que los profesionales sanitarios "demasiadas veces· se ven envueltos en situaciones de peligro". Por eso piden a la sociedad "respeto" a su trabajo, "comprensión a nuestras deficiencias", dicen, y piden "estigmatizar actitudes injustificables", explica el comunicado.

Para así, afirman "poder ir al trabajo sin tensión de encontrar menosprecio verbal y actitudes agresivas" y "necesitamos esto mucho más que premios", afirman, en alusión a la Medalla de La Rioja concedida al personal sanitario.