Trece cámaras de vigilancia se suman al control de incendios

EP
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El ejecutivo regional ha invertido un millón de euros, procedentes de fondos euros, en la renovación del equipamiento, un importe que se añade al coste habitual del operativo

Dorado y Rubio han presentado hoy el dispositivo contra incendios - Foto: Gobierno de La Rioja

El Gobierno de La Rioja ha invertido un millón de euros, procedentes de fondos europeos, para renovar parte del equipamiento contra incendios forestales, un importe que se suma al coste habitual de un operativo que actúa durante todo el año y al que se destinan 8 millones de euros. La campaña de este año se contará con 13 cámaras de observación, que se suman a las 15 torretas de vigilancia repartidas por toda la comunidad.

Se trata de dos novedades que han destacado este jueves el consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado, y el director general de Biodiversidad, José Luis Rubio, en la presentación de la Campaña contra Incendios 2022. Ambos han puesto el acento en que la campaña de alto riesgo "se ha tenido que adelantase la puesta en marcha de diferentes recursos y prohibir actividades de riesgo ante el episodio de calor extremo registrado en el mes de junio y las escasas precipitaciones".

El consejero ha destacado en primer lugar el esfuerzo inversor destinado a la renovación de seis de los vehículos todoterreno que utilizan los guardas forestales, por importe de 256.000 euros y, sobre todo, para la adquisición de dos camiones autobomba forestales por importe de 800.000 euros.

La ampliación de medios materiales tiene también su reflejo en los medios humanos. Tal y como ha explicado Dorado "hemos mejorado la remuneración y condiciones laborales de nuestros bomberos forestales y agentes forestales, reacondicionado sus centros, incorporado una jefa de servicio a la estructura de la Consejería y pactado un sistema de alerta y reserva que permite que todos los recursos disponibles puedan estar activados con rapidez ante cualquier contingencia".

En cuanto a las circunstancias meteorológicas que han marcado el mes de junio, el consejero ha argumentado que "cada vez es más notorio el efecto del Cambio Climático que se traduce en altas temperaturas desde la primavera hasta el otoño y con más episodios de calor extremo y menores precipitaciones".

Esta situación, ha dicho "nos obliga a todos a reflexionar y replantearnos la manera tradicional de actuar para adelantar los medios de refuerzo y mantenerlos activos durante más tiempo y también envía un mensaje de precaución y responsabilidad a la ciudadanía ya que todos tenemos que tomar consciencia de lo que un comportamientos irresponsable cuando estamos en la naturaleza puede desencadenar".

Operativo habitual

Aunque en estas fechas veraniegas, Rubio ha apuntado que "el operativo estable que trabaja durante todo el año en labores preventivas de gestión forestal, de vigilancia y de formación, el cual alcanza unas 255 personas". Según ha expliado, este contingente, disponible todo el año, incluye los 91 bomberos forestales disponibles en los distintos retenes de extinción de incendios, además hay 80 agentes forestales y 20 técnicos, 6 conductores, 1 técnico de comunicaciones, 3 ayudantes de las autobombas, 24 personas de los retenes de Tragsa que realizan labores preventivas durante invierno y primavera, más el personal del helicóptero y 5 personas de la Cuadrilla de Acción Rápida CARIF que desplaza el propio helicóptero para un rápido acceso al lugar del siniestro.

Cuando llega la campaña de verano, el número de 91 bomberos, se amplía hasta los 108. También se suma el personal que vigila la alerta temprana desde las 15 torretas de observación, los retenes de Tragsa pasan a ocuparse también de labores de extinción y la Patrulla de Acción Rápida CARIF pasa de 5 a 21 miembros y con los aviones del Estado se incorporan 4 pilotos y un mecánico. Con los equipos de Tragsa se incorpora también a las labores de extinción un analista meteorológico y un analista del comportamiento del fuego.

Se llega así a unas 300 personas en cuanto a los medios de la Comunidad Autónoma. Estas dotaciones se ven reforzadas en las actuaciones más importantes con los Bomberos del CEIS, los bomberos de Logroño y otras localidades, la Guardia Civil, Protección Civil e incluso y la Unida Militar de Emergencia (UME) si fuera preciso.

Colaboración ciudadana

El Gobierno de La Rioja, ante la presente campaña, llama a la responsabilidad de todos a la hora de extremar las precauciones y solicita la máxima colaboración ciudadana para el aviso inmediato al 112 de cualquier signo que pudiera indicar la presencia de un incendio forestal o de cualquier comportamiento imprudente o sospechoso que pudiera provocarlo.

El elemento más destacado del contingente de medios humanos y materiales que dispone La Rioja es su operatividad y organización estratégica orientada a dar una rápida respuesta. Cuanto antes se actúa más posibilidades hay de reducir el alcance de los daños

La mayor disposición de personal de reserva se inició el año pasado mediante un acuerdo entre el Gobierno de la Rioja y el colectivo de bomberos forestales por el que se suman a las reservas de incendios. Por primera vez, pasaron a tener una disponibilidad obligatoria de salir a los incendios a través de reservas. Este acuerdo ha supuesto una mejora organizativa extraordinaria y contribuyó a reconocer su trabajo dentro del organigrama de la Dirección General de Biodiversidad para la extinción de incendios forestales.

Los más de 300 efectivos especializados, entre Agentes Forestales, Bomberos Forestales, Técnicos de la Dirección General de Biodiversidad, personal de medios aéreos, CEIS Rioja, medios del MITECO, etc., que conforman el dispositivo tienen a su disposición medios aéreos y terrestres de apoyo para hacer frente a la campaña. Para detectar los primeros focos de incendio, La Rioja cuenta con puntos de vigilancia fija, 15 torretas instaladas en zonas estratégicas con mayor alcance visual y que son pieza clave en la detección del fuego.

A estos puntos de observación se suman esta campaña 13 cámaras accionadas por control remoto, que permiten observar y vigilar amplias zonas y puntos muertos, que complementan la vigilancia de las torretas. Están todas situada en zonas altas, y se van a utilizar este año en sistema de pruebas.

Son también 300 los puntos de carga de agua susceptibles de ser utilizados en la lucha contra los incendios de los cuales 115 se ubican en zonas forestales y 70 son gestionados por la dirección general de Biodiversidad. En 2022 se añaden dos nuevos puntos de carga de agua que se han construido en Herce y Ezcaray.

La Comunidad también dispone de un helicóptero Bell-412 que da apoyo a la Cuadrilla de Acción Rápida en Incendios Forestales CARIF y, que, además de la labor prioritaria de extinción de incendios forestales, realiza otros trabajos relacionados con el medio natural como tareas de vigilancia y prevención.

Asimismo, desde el 1 de julio se refuerzan los medios aéreos de extinción de incendios forestales con dos aviones de carga en tierra AT-802 y su personal asociado -aportados por el Ministerio como refuerzo para la campaña de alto riesgo-. Y, en la temporada de alto riesgo, también se incrementa el número de trabajadores del dispositivo con un retén de maquinaria pesada.

En 2021, el dispositivo de incendios ha incorporado como novedad un sistema de seguimiento GPS de recursos humanos que mejora notablemente la seguridad al ver, en tiempo real, las ubicaciones de todos los medios que actúan frente al fuego, y poder sacarlos del incendio.