El subida del precio de gas acelera la extracción en Sotés

Bárbara Moreno
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El Estado autoriza la ejecución de un nuevo sondeo en la concesión de hidrocarburos del proyecto Viura. El pozo se hará al inicio de 2023. Este yacimiento es el único de gas natural en España

Planta de procesamiento de gas de Sotés

España solo tiene un yacimiento de extracción de hidrocarburo de gas, y está en La Rioja. Además, este será el último, porque la ley impide que se hagan más prospecciones. Y, ante la falta de gas en España (se importa casi todo) y la subida de su precio por la coyuntura internacional a tenor de la guerra de Ucrania y los despropósitos de Rusia, la idea de las sociedades extractoras de este gas en Sotés es acelerar la extracción del hidrocarburo para poder tener un mejor rendimiento,  y más rentabilidad al acabar cuanto antes con la reserva.

Así lo explica Luis Carmona, el director del proyecto Viura, el que da nombre a este yacimiento de hidrocarburo único en el país, cuya concesión de explotación fue otorgada en 2017 a las sociedades Unión Fenosa Gas, Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, y Oil and Gas Skills. Carmona añade que la idea es realizar un nuevo sondeo en el yacimiento con la idea de abrir un pozo con el que puedan extraer gas a más velocidad. «Y, según los resultados de este sondeo, podrían hacerse más pozos». La empresa ya está trabajando en todos los preparativos técnicos, compra de materiales y diseño técnico para poder comenzar la torre de perforación y realizar el sondeo a principios de 2023. Se trata de una inversión de entre 15 y 20 millones. 

Hoy en día, la extracción de gas se hace a una velocidad de 100.000 metros cúbicos al día. «Lo que supone un 10% de rendimiento teniendo en cuenta que la capacidad que tiene el yacimiento es de un millón de metros cúbicos al día». Pero con el pozo con el que se extrae hoy el gas no se puede ir más rápido, «y teníamos que haber hecho otro hace dos años». Que es el que se va a hacer ahora. La falta de inversión en la planta de Sotés frenó la actuación, pero el cambio de compañías y la ralentización de los permisos, sumado a la pandemia, impidió abrir ese pozo en 2021 y por ello la gasista solicitó una prórroga.

Si bien, las noticias han sido buenas para la compañía ya que el Estado, en concreto el Ministerio para la Transición Ecológica y de Reto Demográfico ha aprobado la prórroga de autorización de ejecución del sondeo Viura-1B, localizado en la explotación. 

Carmona explica que este yacimiento, el único que tenemos en España, «no nos va a sacar de pobres, porque supone el 10% del consumo nacional, o el 1% del consumo diario nacional». Pero, de no ser por esta prórroga quizás hubieran tenido que abandonar el proyecto en el que hasta ahora se ha extraído solo el 13% de la reserva o bolsa de gas que hay en esa parte de subsuelo (400 millones de los 3.000 millones de metros cúbicos). 

En 2020 la inversión no era rentable por el bajo precio del gas

Lo cierto es que en noviembre de 2019 la dirección general dePolítica Energética y Minas ya autorizó la ejecución del sondeo de este pozo Viura-1B, y la vigencia de autorización era de tres años. En noviembre de 2021 la sociedad solicitó una extensión de la autorización por un plazo adicional hasta noviembre del 2023. «En 2020 íbamos a comenzar el proyecto, pero la irrupción de la pandemia, las restricciones de movilidad de fuera de España (de donde llegan la mayoría de suministradores y contratistas para la perforación de sondeos), «hicieron inviable iniciar la ejecución del sondeo. Esta casuística, unida a que el mercado de gas natural en 2020 alcanzó mínimos históricos llevaron a la industria a tener dudas para acometer nuevas inversiones, porque no resultaba ni rentable. 

Este año,  las condiciones están a favor de la compañía gasista, con los precios del gas altísimos, y el aumento de la demanda para importar menos». Hoy es más necesario poder extraer cuanto antes el gas». Se trata de un yacimiento que tiene una vigencia de extracción hasta 2047, pero se prevé acabar antes la reserva.

"La Rioja podría tener más gas en el subsuelo, pero con la nueva ley no se pueden hacer prospecciones"

La  Rioja es hoy la única región productora de gas en España gracias al proyecto de extracción de forma natural de Sotés. Pero además, este yacimiento será el último de extracción de gas natural en España, a no ser que cambie la ley. De forma que, aunque haya más reservas de gas bajo el subsuelo riojano, «ya no lo podremos saber, porque no se permiten más exploraciones, ni más estudios y por tanto, no lo sabremos. Es más, en el subsuelo de La Rioja podría haber más gas, pero la ley impide explorarlo», reitera el director del proyecto de gas Viura, Luis Carmona. 

La nueva ley de cambio climático y transición energética indica que no se concederán más explotaciones de hidrocarburos en España, y los que existen se podrán explotar hasta que se extinga el recurso. La explotación de Sotés tiene una concesión hasta 2047, pero la idea es que el gas se agote antes. A partir de entonces, la concesionaria de la explotación tiene que dejar todo el paisaje como se lo encontraron. «Tiene que parecer que no ha habido nada allí», apunta Carmona, el director de un gran proyecto que aunque lleve solo cinco años extrayendo gas, lleva  más de una década estudiando el subsuelo.

La gasista de Sotés comenzó a realizar prospecciones en el subsuelo riojano en 2009, año en el que también abrió pozos. Pero desde los años 50 ya se empezaron a hacer prospecciones a menor escala porque se preveía que La Rioja podría contar con un subsuelo rico en este hidrocarburo. De lo contrario ninguna compañía hubiera invertido tanto dinero en los estudios. 

En 2010 el consorcio, formado por Unión Fenosa Gas, Oil&Gas Skills y Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, confirmó que había un yacimiento importante en el subsuelo de esta parte de La Rioja. Realizaron pruebas sísmicas en tres dimensiones con las que sondearon más de 200 puntos de suelo en 23 municipios de La Rioja, para poder hacer un pronóstico del alcance de la bolsa de gas. Después abrieron otro pozo en Hornos de Moncalvillo, pero definitivamente este no ha resultado ser beneficioso y productivo. En 2015 se construyó en Sotés la planta de procesamiento de gas para conducirlo a la red nacional de gasoductos y comercializar el hidrocarburo y se extrae combustible en pruebas. Desde 2017 la compañía está extrayendo gas pero a un ritmo muy lento, «demasiado lento», apunta Carmona quien añade que «lo que tenemos claro es que, de no cambiar la ley, ya no habrá más prospecciones en España porque ahora se prima las energías verdes. La compañía gasista ha invertido ya en este yacimiento más de 140 millones de euros y  repercutirá en beneficios económicos a La Rioja en 26 millones.