El tesoro de las entrañas de Quel, al descubierto

Bárbara Moreno
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El Barrio de Bodegas de Quel y el Ayuntamiento de la localidad vuelven a celebrar el BQ pero este año en sábado y con un concierto de la Orquestina Anarco Yeyé por la tarde para alargar la fiesta

Barrio de Bodegas de Quel - Foto: Bárbara Moreno

Quel tiene un tesoro arquitectónico y cultural escondido en sus entrañas, al otro lado del río Cidacos, que muy pocos foráneos conocen. Es su barrio de bodegas, uno de los más antiguos de La Rioja. El propio Manuel Bretón de los Herreros, escritor más que conocido, y nacido en Quel ya decía con ironía quizás que había en estas tierras de su pueblo natal tantas bodegas como habitantes y eso que estaban fuera del núcleo urbano. Eso sí, todas con vistas al Cidacos. 

De eso hace más de 300 años. Y hoy aún quedan muchas bodegas y muy bien cuidadas y desde hace unos años los queleños hacen un día de puertas abiertas incluso con visitas guiadas para dar a conocer estos calados que sorprenden. Este año vuelve la fiesta ya conocida como BQ (Bodegas Quel) y será en sábado en vez de en domingo. Algo que los queleños solicitaron porque se 'alargaba' demasiado la fiesta.

Precisamente en esos tiempo del gran Bretón de los Herreros, Quel era una de las principales localidades productoras de vino en la región con más de 220 bodegas y con una gran extensión productora, de las mayores de La Rioja. Cuando en realidad La Rioja no era ni Comunidad ni tenía el peso de viticultura que tiene actualmente.  Pero en Quel ya se hacía vida social en estos lugares. Hoy hay unos 300 calados, algunos caños tienen más de 30 metros, en diferentes alturas, con piedra arenisca. Unas bodegas están montadas sobre otras. Aprovechaban la ladera para lanzar la uva de los viñedos por las tuberas hasta el mismo lago donde se pisaba y algunas de esas tuberas aún se conservan. Es lo que hace que este barrio sea tan especial e icónico, y que le de un aire tan bucólico lleno de historia, junto a los vecinos que las han mantenido como lugares de ocio y las arreglan con mimo e incluso algunos siguen produciendo su propio vino.

En 2018 desde el Ayuntamiento, y de la mano de la Asociación de Amigos del Barrio de Bodegas, dieron a conocer este lugar  tan emblemático, y los propios vecinos de localidades colindantes no se podían creen cómo este paraje podría esconder estos tesoros tan bien cuidados. Durante dos años, es decir, 2018 y 2019, se celebró el BQ, siempre en domingo. El primer año se desbordó ante la gran cantidad de gente. El segundo fue todo un logro de afluencia y ventas de vino, y llegó la pandemia. Este tercero, el del 2022 promete ser todo un éxito. Tanto, que desde el Ayuntamiento y la propia Asociación han decidido que lo van a celebrar en sábado para alargar la fiesta. Y será el 23 de julio. Y precisamente con esa intención de poder otorgar más horas al festejo, por la tarde a partir de las seis, habrá un concierto en la alameda del Cidacos, con la Orquestina Anarco Yeyé, «que seguro que pondrá a todo el mundo a bailar», explicaba a El Día de La Rioja la concejal de Turismo, Pilar Pérez.

Visitas guiadas.

Las visitas guiadas comenzarán a las nueve de la mañana. Se ofrecerán seis grupos de una media hora cada uno hasta las doce. El guía y arqueólogo, David Eguizábal, explica que, este barrio de bodegas es un emplazamiento muy importante y único que tiene mucho que descubrir, «por la forma en la que se elaboraba el vino, por esas toberas que aún están, por la importancia que tuvo, y por cómo se conservan muchas bodegas que se muestran». Para acudir a la visita guiada se podrá reservar plaza  en la página web del Ayuntamiento cuando se publiquen los carteles, una semana antes del evento.

Desde que se hacen estos eventos, la asociación de Amigos del Barrio con más de 100 socios trabaja con gran afán por revitalizar su patrimonio histórico y tienen unos calados más que cuidados y hasta decorados.  Eguizábal quiere aportar el detalle de que en la página web del Ayuntamiento hay un estudio en el que se pueden visitar las bodegas en 3D y ver cómo son por dentro. «Es un documento muy valioso  por el tema de seguridad, arquitectura e historia».

En la propia Alameda estará el mercado local con venta de productos como chocolate o fardelejos de diez de la mañana a tres de la tarde. Y es donde se venderán los tickets para la copa de cristal y los vinos que se dan en bodegas.  La dinámica es como siempre, «se pasa por las bodegas y se cogen pinchos, solo que este año se pagarán en la propia bodega en vez de con tickets». El último año hubo unas 2.500 personas. «Mucha gente se queda en las propias bodegas de los queleños a comer o cenar, pero la intención es que haya también servicio de food truck en la Alameda del Cidacos «para quien se quiera quedar a comer o cenar por las inmediaciones o para tomar algo. Sabemos que después del covid la gente tiene ganas de salir y que va a ser un fin de semana inolvidable», concluye con ilusión la concejala.