En una reunión en la que por videoconferencia participó la Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera (Aeim) el pasado 12 de junio con la federación europea del ramo, los siete países que se dieron cita, entre ellos Alemania, Italia o Francia, constataron que el impacto de la Covid en el sector había sido menor de lo esperado. En el caso de nuestro país, se estimó un descenso de la caída hasta abril entre un 20 y un 25%, y ya en mayo comenzó a notarse la recuperación.

Esta impresión es ratificada en La Rioja por la presidenta de la Asociación de Industrias de la Madera y el Mueble, Julia García, que razona que, después de la pandemia, la situación se está reactivando, lo que le hace albergar perspectivas optimistas. «El hecho de haber estado tanto tiempo en casa nos ha llevado a tener ganas de renovar el mobiliario», asegura, al tiempo que resalta el valor de sostenibilidad medioambiental de la madera, un enfoque que se quiere reforzar, al igual que trabajan, de la mano del Centro Tecnológico de Paterna, en las áreas de promoción y ventas.

Las perspectivas de un sector que tiene en La Rioja 300 empresas, entre ellas Garnica Plywood, y 2.000 empleados, son buenas, particularmente en lo subsectores de muebles de cocina, baño y tablero, que mantienen una tendencia de crecimiento gracias a los particulares.

El sector riojano incrementó el año pasado las exportaciones un 2,5%, al pasar de 141, 9 millones en 2018 a 145, 8 millones, aumento atribuible al mueble, que facturó  en 2019 fuera de nuestras fronteras 29,9 millones frente a los 25,9 millones de hace dos ejercicios, lo que supuso un crecimiento del 15,3%, en un año en que la exportación española de muebles experimentó un ascenso del 4,7%. Esta campaña, augura Julia García, no se espera una situación similar, pues prevalecerá en cada país el consumo interno, aunque vaticina una evolución positiva de la venta online. 

La presidenta de la asociación de la madera y el mueble, que apunta al desarrollo de Garnica, afirma que las pequeñas empresas gozan de la ventaja de ser más «flexibles», lo que les facilita adaptarse a la nueva situación. «Estábamos remontando la crisis de 2008, cuando ha llegado la pandemia del coronavirus y el parón total», lamenta García que, no obstante, apela  ilusionada «a volverse a activar y seguir trabajando».

Planeta madera. La propietaria de García Hermanos participó este jueves en un encuentro online organizado por UNIR y la FER  para analizar la situación del sector de la madera y el mueble antes y después de la pandemia y los retos a los que se enfrenta, en el que defendió el valor de la madera, «reutilizable y biodegradable», postura en la que se alineó con Genoveva Canals,  secretaria general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros y coordinadora de Unemadera, que se mostró fervientemente partidaria de sumarse al Pacto Verde de la UE y apostar por una economía circular. «La pandemia nos ha hecho más conscientes del medio ambiente, una ola a la que debamos sumarnos», opina Canals, que explicó que «el nuevo plan de acción que hay que poner en marcha» se focaliza en textil, construcción, electrónica y plásticos, sectores en los que la madera puede jugar un papel importante.

Así, señaló que en el sector  de la construcción ,«muy obsoleto, se construye como en tiempo de los romanos», la utilización de la madera «es una revolución pendiente», que ya está estallando;de hecho, citó,  en Canadá se ha levantado un edificio de 18 plantas en solo nueve semanas y media.

En el caso la moda,  «una industria muy contaminante», apuntó la posibilidad de fabricar con celulosa de madera, mientras que también pueden sustituir a los plásticos en la alimentación.  «Desde el planeta madera estamos preparados para caminar en economía circular», concluyó. 

Por su parte, el  jefe de Análisis de Mercados y Estrategia del Instituto Tecnológico Metalmecánico, del Mueble, la Madera, el Embalaje y Afines (Aidimme), Vicente Sales,  confía en un «rebote de la actividad»  y resaltó que se han producido cambios en los hogares, que se han convertido en un «valor refugio», al tiempo que constató su apuesta por el mueble como producto estancia.

Feria. Pocos días antes, el 10 de marzo, de que el Gobierno de España declarara el estado de alarma, la Asociación del Mueble de Nájera anunciaba la suspensión de la 26 edición de Nájeradecor, que se celebra en Semana  Santa; tres meses después de esta cancelación, la feria de julio sí podrá  celebrarse. En concreto, tendrá lugar desde la próxima semana, del 17 al 25 -el  domingo 19 permanecerá cerrada-, y tiene la particularidad de que, además  de ser outlet, como en las pasadas once ediciones, este año presentará las  nuevas colecciones, que no se pudieron contemplar en primavera. 

«Como  siempre, algunos productos tendrán ventajas en los precios», explica Nuria  Núñez, presidenta de la asociación que acoge a once miembros, de los que  ocho participarán en esta feria, que se celebrará en los propios  establecimientos, lo que garantiza mayor seguridad y evitará cualquier aglomeración.

Esta feria será el síntoma más evidente de una vuelta a la actividad tras más  de dos meses de cierre,pues la mayoría de las firmas poseen locales con  una superficie superior a 500 metros, lo que impidió su apertura antes del 25  de mayo.

Los comercios del mueble de Nájera, una ciudad con profunda tradición en el sector, han podido sobrevivir gracias a los ERTE, reconoce Núñez, que,  tras dos meses de «negocio cero», ahora tienen trabajo. 

«Ha habido un paréntesis, pero se está moviendo el mercado», informa la  presidenta de la asociación, que considera que los ciudadanos «tenían  necesidad de comprar muebles y no han podido», de tal manera que ahora se están resarciendo, en particular desde el pasado 22 de junio, con la finalización del estado de alarma, que ha traído a la capital del mueble a  compradores sobre todo de País Vasco y Navarra.

redescubrir el hogar. Nuria Núñez, que insiste en que se encuentra animada porque «aunque poquito  a poco, se está despertando interés» asegura que el conjunto del sector  comparte su optimismo. «Creemos que  la pandemia ha venido bien para que los ciudadanos valoren la importancia del hogar, para que nos demos cuenta  de que lo que teníamos dentro de casa es más valioso de lo que  pensábamos y le demos más importancia que antes», reflexiona la presidenta de esta agrupación? comercializadora de muebles.

«Algo positivo tenía que tener» estima Nuria Núñez, quien argumenta que «se  estaba valorando bastante poco lo que teníamos dentro de casa». De la misma manera, y a pesar de que ha transcurrido poco tiempo desde la  reapertura que, además, se ha producido en unas circunstancias excepcionales,  mantienen la esperanza que esa vuelta al hogar ponga de relieve el valor de  los establecimientos que venden muebles de calidad, con asesoramiento  muy personalizado, como es el caso de Nájera. 

Respecto a las medidas de seguridad, asegura que, a la vez que el  tamaño de los establecimientos garantiza la ausencia de aglomeraciones,  se aplican medidas higiénicas exhaustivas, además de proteger muebles como sofás o colchones, tras el contacto directo con los clientes.

La feria outlet del año pasado se celebró en fechas más tardías, del 25 de julio al 3 de agosto y, al igual que en la presente edición, que será la duodécima, se desarrolló en las tiendas de las nueve firmas participantes.