El 112, el teléfono europeo único de Emergencias, recibe una llamada. Una persona ha perdido el conocimiento en su domicilio y precisa de una atención médica urgente. Una unidad de soporte vital avanzado (USVA) se traslada rápidamente a lugar para atender al paciente. Los sanitarios tratan de reanimarlo y deciden realizarle una analítica de sangre para conocer, entre otras cosas, si está sufriendo una hipoglucemia. En cuestión de minutos obtienen los resultados y se puede realizar un diagnóstico adecuado y aplicar la medicación.
Esta situación es muy habitual en las intervenciones de emergencia. Desde el pasado fin de semana, las cuatro ambulancias USVA cuentan con un aliado más: un sistema de analítica de sangre que permite conocer ciertos parámetros metabólicos del paciente y con ellos, agilizar la toma de decisiones para adecuar el tratamiento que debe recibir. Se trata de un dispositivo portátil, no más grande que un teléfono móvil antiguo con el que ya cuentan las cuatro ambulancias medicalizadas del Servicio Riojano de Salud (SERIS).
José Ignacio Ruiz Azpiazu, coordinador de emergencias sanitarias del Servicio Riojano de Salud (antiguo 061, actualmente 112), asegura que «desde hace años, se están desarrollando estos dispositivos, denominados Point of Care. Mediante una gasometría venosa podemos saber el nivel de hemoglobina, si el paciente padece anemia o bien, está afectado por una infección».
El dispositivo aportará información sobre los niveles de potasio, sodio, cloro, si el PH en sangre es normal o si está excesivamente anémico, «esto nos va a permitir en tiempo real y sobre la cabecera de la cama del paciente, saber qué ha provocado la pérdida de conciencia. En definitiva, nos aporta herramientas para un diagnóstico más precoz y con unos resultados tan fiables como los de una análisis realizado en el laboratorio central del hospital». Los profesionales sanitarios asistieron a una formación sobre el manejo de la a pasada semana por lo que el fin de semana, los dispositivos ya se implementaron en las ambulancias.
«Tuvimos dos intervenciones en las que utilizamos esta herramienta», recuerda Ruiz Aizpiazu, «y nos han sido de mucha utilidad, pese al nerviosismo inicial.La adquisición de nueva tecnología y una formación constante son muy positivas para los sanitarios del SERIS».