El secreto para una voz de éxito

Carmen Sánchez
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La joven cantante logroñesa Marina Oliván logra quedar finalista de LaVoz Kids y ve recompensado su trabajo después de que en la anterior edición del programa de televisión se quedara a las puertas

Marina Oliván, en la academia, junto a su profesor, el tenor Jorge Elías. - Foto: Ingrid

La joven cantante logroñesa Marina Oliván ha conseguido alcanzar uno de sus sueños: llegar a la final del talent show LaVoz Kids. No ha podido regresar a Logroño como ganadora, triunfo que se llevó Pol Calvo. Pero se muestra más que satisfecha con lo conseguido hasta el momento, como es volver como finalista de la tercera edición de este concurso, con la maleta repleta de experiencias y vivencias y con el reconocimiento de los profesionales con los que se ha cruzado en su incipiente carrera musical. 

Pero el camino emprendido por Marina hasta este punto no ha sido fácil. Detrás hay un largo proceso, marcado por el esfuerzo y el trabajo. Sobre todo después de que su participación en la anterior edición de este talent se viera truncada al no girarse ningún coach durante su audición. No hay que olvidar que ahora la riojana tiene 13 años y que a su primera experiencia televisiva llegó estrenando su primera década de vida. A pesar de ello no se vino abajo y decidió, contando con el apoyo de sus padres, ponerse en manos de un profesional para mejorar su técnica vocal . 

«Cuando cantaba me di cuenta de que me lo pasaba bien. Para mí no era un esfuerzo, más bien una diversión. Fue lo que me impulsó a presentarme por primera vez a un programa de televisión», recuerda Marina, quien rememora las dificultades que se encontró al haber muchos aspirantes con muy buenas cualidades. «El hecho de no pasar las audiciones a ciegas me llevó a hablar con mis padres si tendría que apuntarme con un profesor, que me permitiría dedicarme a la música», reconoce. 

Fue entonces cuando decidió dar un paso adelante y apostó por la escuela de canto del tenor Jorge Elías. Con su ayuda ha aprendido a  potenciar su voz y a sacarle todo el partido. En este proceso de aprendizaje, en el que sigue inmersa, ha introducido en su día a día rutinas y técnicas que le han llevado a pulir, cuidar y fortalecer su instrumento. «Antes solo usaba la voz para divertirme. Poco a poco me he dado cuenta de que para poder cantar bien y sin hacer tanto esfuerzo tenía que cuidarla», asegura. Enumera algunas prácticas que realiza como calentar antes de cantar, protegerse la garganta de los cambios de temperatura o practicar técnicas para rehabilitar y relajar la voz. 

«He aprendido muchísimas cosas. La voz ya la traía y Jorge me ha ayudado mucho a moldearla y a hacer algunos cambios, que no ha sido fácil porque para poder hacerlos hay que practicar. Al final, con trabajo y comprensión, lo he ido consiguiendo», explica. 

El resultado es palpable. Marina llegó a la tercera edición de LaVoz Kids con el 80 por ciento de su voz mejor posicionada. «Ella cantaba con la garganta, como se dice coloquialmente; ahora no. Una voz como la de ella, que es muy buena, si la tienes en la garganta es como si la tienes metida en una cueva. Lo que hemos hecho es sacarla afuera», detalla Elías, quien explica que gran parte del trabajo realizado se ha centrado en mejorar la respiración. «Cuando entró en la academia emitía el sonido desde muy abajo, pegado a las cuerdas vocales, que ahora hemos logrado quitar, posicionando el aire más arriba. El rango vocal es ahora infinitamente superior», subraya. 

Además de trabajar su voz, un cantante tiene que combatir el miedo escénico y transmitir seguridad al público. Para conseguirlo, Marina también se ha aplicado en este tiempo y ha aprovechado la más mínima oportunidad que le ha surgido para subirse a un escenario y desprenderse de la vergüenza. Una práctica que le ha ayudado a enfrentarse al plató de televisión. «La primera vez que salí sí que me impuso mucho; nunca había estado en un escenario tan grande y no tenía tanta seguridad. Pero la segunda vez no. Estuve un poco nerviosa antes de la actuación, pero al salir no, porque ya tenía experiencia. Solo tenía ganas de volver a pisarlo», asegura.  

A lo largo del programa ha pasado con nota todas las pruebas. Una de ellas fue su interpretación de la canción de Eva Cassidy, Field of gold, que le valió el reconocimiento de su coach Aitana, con quien compartió escenario en la final del concurso cantando uno de los temas de esta artista española. «Fue un gusto, la verdad. Me lo pasé muy bien. No vi muchas dificultades cuando canté con ella», afirma.

Ahora se lleva el recuerdo de su paso por La Voz Kids, el de sus compañeros de 'batallas' y del equipo, del que solo tiene buenas palabras.

Desconoce cuál será el camino que le deparará el futuro más inmediato, pero tiene claro que va a intentar dedicarse profesionalmente a la música. No obstante tiene los pies en la tierra y es consciente de que este mundo no es fácil. «Es una carrera muy difícil y si en algún momento no pudiera conseguirlo, no pasaría nada. Me seguiría dedicando a la música como un hobby», sostiene.

 

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