Siglos XV y XVI. El mar Mediterráneo es la ruta comercial más importante del mundo. Vikingos, otomanos, vándalos y musulmanes protagonizan temibles incursiones en botes, naves y puertos. El escenario que concentra estos ataques no es otro que las Islas Baleares, un territorio que por su situación geográfica cuenta con un especial interés estratégico-militar y comercial para los corsarios. Un punto perfecto para asaltar, refugiarse y prepararse para atacar otros puertos del Mediterráneo.
Más de 3.000 años de asedio intermitente hicieron que la piratería fuese una auténtica manera de vivir para el pueblo balear. Esta noche a las 22,00 horas, Canal Historia estrena Piratas en Baleares, su nueva serie original que muestra las peculiaridades de la piratería del Mediterráneo a través de su impacto en las Islas Baleares. Compuesta por cuatro episodios y de la mano de historiadores, escritores o militares, la ficción descubre cómo los corsarios desempeñaron un papel imprescindible en las disputas de poder en el Mediterráneo; recrea las batallas e incursiones más trascendentales que marcaron el devenir de las islas, y analiza el impacto que tuvieron aquellos ataques en el carácter del habitante balear, escribiendo así una historia única de resistencia, gallardía, martirio y gloria.
A lo largo de cuatro episodios, se mostrarán los diferentes objetivos de los corsarios en sus expediciones dependiendo de quién protagonizase el ataque. Los genoveses atacaban las islas para desestabilizar a los aragoneses, los africanos buscaban esclavos en ellas, los turcos las asolaban para vengar sus derrotas contra los españoles... y los españoles capturaban remeros en sus costas sin temor a ser represaliados. En una época marcada por un mercantilismo salvaje, el pueblo balear tuvo que aunar fuerzas para sobrevivir. Fruto de aquel esfuerzo heroico son las leyendas y las conmemoraciones que siguen celebrándose cada año a lo largo de todo el territorio.
Leyendas
Además, la producción, contando con la participación de expertos en piratería y recreaciones de la época, realiza un recorrido por leyendas sobre barcos piratas y ambiciones desmesuradas de grandes personajes históricos que marcaron un antes y un después en la cultura y personalidad de las Islas Baleares, como Barbarroja o el balear Antoni Riquer.La producción también desmonta el estereotipo del pirata, comparando el corsario del Caribe, el más conocido en el imaginario popular y sobre el que existen numerosos mitos, y el que se asentaba en el Mediterráneo. Además, analizará cómo las frecuentes incursiones de los corsarios desataron en las Islas Baleares lo que los expertos llaman Psicosis de la Invasión, un terror que promovió el desarrollo de la defensa costera de las islas.
Durante el rodaje de la producción, el equipo de producción ha tenido el privilegio de acceder a localizaciones únicas, como es el caso de el palacio de la Almudaina, donde hace 25 años que no se rodaba; las Cuevas del Drach, lugar de acceso difícil para las cámaras; o el Pueblo Español, un museo al aire libre que aúna las principales características de los pueblos de España a través de los años. En Madrid, el equipo fue el primero en poder rodar en el nuevo Museo Naval tras su reforma.
También se ha rodado en otros emblemáticos escenarios como el Castillo de Bellver, Playa de Alcudia, o la Galera Rafael Verdera, velero datado en 1841 considerado el barco en activo más antiguo de España.