La entidad social Cocina Económica prevé acondicionar a lo largo de este año cuatro viviendas en las plantas superiores del edificio que alberga su centro de educación infantil de primer ciclo "Entrepuentes". Según ha explicado a Efe el gerente de Cocina Económica, Javier Porres, actualmente estos pisos "no se utilizan con fines residenciales, sino como almacén", pero su rehabilitación permitirá que "en cada vivienda viva una familia de cuatro o cinco miembros o, bien, dos familias de dos personas que podrían compartir el piso". Ha asegurado que "el día a día de antes de la pandemia del covid-19 impedía realizar esta obra", pero ahora se han puesto manos a la obra,
Porres también ha detallado que "Entrepuentes" ha puesto en marcha en 2021 varios programas y cursos educativos, tanto para los niños como de la escuela de padres, que se graban para que "las familias que por su trabajo no pueden acudir al centro puedan seguir la formación". El curso de la escuela de padres se está realizando a través de internet con el objetivo de "llegar y ofrecer este servicio a otras personas interesadas que no pertenezcan al centro Entrepuentes!.
Por otro lado, respecto al funcionamiento del comedor social, ha indicado que este año Cocina Económica se ha planteado cambiar las bolsas y las fiambreras de plástico en las que se reparte la comida por otras de papel y material auto destructible, respectivamente, en beneficio del medio ambiente. También se va habilitar un lugar propio para las personas del programa de Atención integral con zona de estar y de planchado, comedor y lavandería. En este sentido, Porres ha destacado las mejoras que se han realizado en el comedor, donde se han pintado las paredes y renovado la iluminación.
La informatización del centro donde se alojan familias mediante la instalación de un proyector y de unos ordenadores con cámara para que los niños pudieran recibir clases telemáticas también ha sido importante. "Ha permitido que los miembros de la propia junta directiva estén más pendientes de lo que sucede en la Cocina Económica y que puedan conectarse desde cualquier lugar", ha remarcado.
DIFICULTADES. Porres ha explicado que el inicio del años está siendo "la continuación de la situación que ya había, con el agravante de que en Logroño y en La Rioja se han incrementado los contagios de covid-19 en estos primeros meses". Precisamente este es uno de los problemas que ha dificultado el reparto de comida. "Las personas que solían acudir se han tenido que confinar debido al covid-19, pero al vivir solas, no tienen a nadie que les acerquen las raciones", ha lamentado. "Si nosotros nos confinamos tenemos un amigo, un hermano o un primo que nos deja la bolsa en la puerta o nos hace la compra, pero las personas a las que atendemos, a veces no tienen a nadie y ahí es cuando viene la preocupación por si alguien se tiene que quedar confinado".
La solución que ha ideado la Cocina Económica para paliar esta situación ha consistido en que los trabajadores sociales han interrelacionado en grupos a las personas que suelen acudir a por comida y "entre ellos, si alguno quedaba confinado, alguien de su grupo puede llevarle sus raciones correspondientes".
Cocina Económica ya ha hablado con los servicios sociales del Ayuntamiento de Logroño para "buscar un sistema que prevenga que esto no vaya a más, como la implantación de un servicio de transporte de reparto de comida para las personas confinadas". Así mismos, Porres ha explicado que en el comedor de Cocina Económica, a la hora de repartir las raciones, han organizado a los usuarios en dos bloques: uno en el que están los que tienen un sitio donde comer y cenar, y otro en el que se encuentran los que no tienen nada y están viviendo en el centro municipal de acogida o lugares similares.
La cantidad de raciones que Cocina Económica está repartiendo en total ronda entre las 140 o 150 raciones, tanto a la hora de la comida como en la cena. A pesar de la situación, ha resaltado la labor de los trabajadores y de los voluntarios, ya que "son muy polivalentes y eso hace que dé lo mismo que uno sea cocinero o trabajador social, porque hacen de todo, desde coger una furgoneta, hasta cocinar o llenar fiambreras con comida".