A mal tiempo buena feria

G.B.
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Santo Domingo de la Calzada transporta durante tres días al visitante al medievo, con mercados artesanos, alimentación y antigüedades, torneos a caballo y espectáculos de calle

El herrero, un clásico del Mercado Medieval calceatense, forja una pieza de hierro en el yunque ante la atenta mirada del público. - Foto: Óscar Solorzano

No es difícil encontrar argumentos para visitar Santo Domingo de la Calzada, hito en el Camino de Santiago y con un casco urbano de enorme valor, con la catedral como estrella del patrimonio local, pero cada año por estas fechas las Ferias de la Concepción multiplican el interés por acercarse a la ciudad del santo ingeniero.

Durante tres días -martes, miércoles y juevdes-, Santo Domingo da un salto atrás en el tiempo y recrea en sus calles y plazas el pasado medieval que la engrandeció y le dio fama. De ello se encarga el Mercado Medieval, uno de los reclamos de las Ferias, que no el único, que se arracima en torno a la catedral con 84 puestos de venta de productos artesanos en un ambiente en el que saltimbanquis y juglares, entre otros espectáculos de calle, trasladan al visitante a época medieval y aportan calor a una celebración en la que por la lógica del calendario toca vestir abrigo. 

Más allá de la alegría y el buen ambiente, las Ferias son un revulsivo para la economía local. «Aquí se hace el agosto en pleno diciembre», resume con el juego de palabras Raúl Riaño, primer teniente de alcalde, para explicar el impacto tan positivo que tienen estas fiestas para los negocios calceatenses. Además de la aportación normal que la afluencia de miles de visitantes tendría para la hostelería y el comercio, la cercanía de las fiestas navideñas incita a muchos turistas a aprovechar la ocasión de disponer de una amplia oferta de productos artesanos de calidad para realizar regalos y compras de cara a las celebraciones que se avecinan.

Si el punto neurálgico del recorrido por el casco antiguo es el Mercado Medieval, donde el pan artesanal y los bollos preñaos son prácticamente irresistibles, otros puntos próximos engrosan la oferta comercial y de ocio. Otro mercado, el del Camino, en la Plaza Jacobea, no está centrado en lo artesanal, pero sí en la producción agroalimentaria de calidad. La Ecoferia del Camino, con mercancía de producción ecológica, en el Polideportivo Margubete, y la Feria de Antigüedades y Coleccionismo, en el claustro del Convento de San Francisco, con expositores de diversos puntos del país con antigüedades técnicas, rústicas, vintage y coleccionismo, hacen casi imposible abandonar el municipio sin haber 'feriado'.

Mercados, caballos, belenes... No todo es mercado. Junto a la ambientación medieval de calle a lo largo del Mercado, Durante los tres días, a las 18,30 horas, el espectáculo con caballos, que se puede presenciar sentado en las gradas de la Plaza de España, sorprende con exhibiciones y recreaciones de justas y torneos, todo ello aderezado con un montaje de luz y sonido.

La catedral y el convento de San Francisco rezuman ya ambientación navideña, con sus afamadas exposiciones de belenes. 

Con los malos tiempos de la pandemia ya en el olvido, Santo Domingo vibraba este martes con una buen ambiente y  una notable afluencia de público, mejor incluso de la esperada, como comenta Raúl Riaño, que explica que en parte es debido a que en el País Vasco, de donde proceden el 80% de los visitantes, es fiesta el viernes.