María José Marrodán presenta el libro La Mensajera del Viento

El Día
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La escritora y pedagoga ofrece este martes un cuentacuentos para introducir su nueva obra, que cuenta con ilustraciones de la artista iraní Mojgan Bagheri

Cartel anunciador de la presentación del libro La Mensajera del Viento.

La escritora y pedagoga riojana María José Marrodán ofrece este martes, a las 12,00 horas, en el patio de la biblioteca de La Rioja 'Almudena Grandes', una sesión de cuentacuentos para presentar 'La mensajera del viento'. Está dirigido a niños de entre 4 y 12 años.

Marrodán, autora del libro, y #agostoclandestino proponen un cuentacuentos basado en su libro 'La mensajera del viento' y actividades complementarias relacionadas con ese trabajo y con la creación de cuentos. Los participantes se llevarán los "inventos" creados para la ocasión.

Cuenta la historia de una gentil señorita de ocho años llamada Ágata. Vivía plácidamente en Rota con sus padres, su hermano Yoel y su gato llamado Calamín. Todo parecía en cama y lleno de felicidad hasta que un día 'La mensajera del viento' es un cuento para toda la familia.

Una historia inspiradora para tratar las emociones, valorar la amistad y la cooperación. Y es una perfecta excusa, como todas las historias para imaginar, inventar y estrechar lazos afectivos en la familia y en las aulas.

María J. Marrodán nació en Logroño y es maestra y licenciada en Ciencias de la Educación. Conjuntamente al desarrollo de su carrera profesional y personal, ha logrado también "su sueño de ser escritora, un oficio y una pasión. He publicado cuarenta y dos libros educativos para profesores, orientadores y niños", ha señalado.

Ha indicado que "la poesía y el relato para adultos también tienen un sitio preferente en mi escritura, y he obtenido algunos premios literarios".

Ahora, "gracias a la casualidad de conocer a la artista Mojgan Bagheri, hemos hecho realidad nuestro primer álbum ilustrado La mensajera del viento de la Editorial La Cabaña del Loco".

Mojgan Bagheri nació el 21 de marzo de 1978 en Teherán, siendo su madre quien le transmitió "su amor por la pintura". La ilustradora dice que "estudié química en la universidad pero sentí que no era mi camino. Comencé a seguir clases particulares de pintura y a estudiar italiano porque había decidido perseguir un sueño: estudiar arte en la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde me licencié en pintura en 2012".

"Inmediatamente comencé a trabajar como pintora callejera en el centro histórico de Florencia mientras estudiaba la especialización en decoración. Me gusta este trabajo porque me permite estar en contacto directo con el público todo el tiempo. También me alegra pensar que mi público favorito, los niños, puedan tener mis obras de las que estoy orgulloso porque las pinté con toda mi alma, mi alma de niña", ha concluido.