«Voy a poner mi esfuerzo en alcanzar el consenso»

Feli Agustín
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Chuchi Cámara, presidente del CES, destaca la paradoja que se produce en una sociedad donde tener trabajo no exime a un ciudadano de la excluisón

Chuchi Cámara, presidente del Consejo Económico y Social. - Foto: Ingrid

El jueves pasado,  un sindicalista de la toda la vida  –nació un 1 de mayo–, Chuchi Cámara (Logroño, 1955), tomó posesión del cargo de presidente del Consejo Económico y Social (CES), un órgano consultivo ahora recuperado después de que fuera eliminado por Pedro Sanz hace diez años para ahorrar gastos.  Creado por Joaquín Espert en 1989, aunque fue el propio Sanz el que lo puso en marcha,  Cámara estuvo en su gestación, junto al entonces secretario general de UGT, Chema Buzarra; y el presidente la FER, Isaías Monforte; que contaron con la mediación de Fernando Beltrán, conocido abogado y ahora al frente de Cáritas-Chavicar. La recuperación de este órgano, que figura en el pacto de Gobierno suscrito por Partido Socialista y Unidas Podemos, se realiza en la recta final de la legislatura y en un contexto convulso en el que los indicadores económicos bordean de nuevo el abismo de la recesión.

¿Qué es el Consejo Económico y Social (CES)?

Es el máximo órgano de participación institucional, asesor del Gobierno, que debe informar de leyes, decretos o planes generales que tengan que ver con aspectos socioeconómicos. Nuestra función es elaborar dictámenes de todas las iniciativas legislativas que emprenda el Gobierno en materia socioeconómica, pero también puede desarrollar informes propios. La única ley que queda al margen del CESes la de presupuestos de la comunidad autónoma sobre la que, anteriormente, se podían realizar recomendaciones.

¿Quién  compone este órgano de representación?

Está formado por tres grupos. En el primero se integran los sindicatos, Comisiones Obreras y UGT;un segundo donde está presente la Federación de Empresas (FER);y un tercero, mixto, que conforman representante de las organizaciones agrarias ARAG-Asaja, UPA y UAGR; del Gobierno y la Universidad de La Rioja. Son, en total, 18 miembros.

Ha estado diez años sin funcionar.  ¿Por qué es necesario que vuelva a reactivarse?

Han sido diez años esperando que se ponga en marcha. El CESintentará consensuar una posición de los tres grupos, como así se hizo durante los 15 años en los que funcionó, sobre los dictámenes, de tal manera que el Gobierno va a contar con la opinión de todas las organizaciones. No está obligado a aceptarlos, pero es una arma que la oposición puede utilizar si no se siguen sus recomendaciones. Ofrece información en ambos sentidos, del Gobierno al CES y viceversa y creo que es necesario que funcione.

En su toma de posesión se refirió al ejercicio de transparencia que supone este órgano.

Así es, porque al estudiar los anteproyectos y luego hacer público nuestro dictamen estamos informando a toda la sociedad. Pienso que es un aspecto muy importante y, particularmente, ante las situaciones de 'ataque' a la democracia, de cuanta mayor transparencia podamos disfrutar, mejor.

Hay algunos viejos conocidos en el CES...

Creo que es importante contar con experiencia para recuperar ese espacio de consenso y acuerdo. Hay algunos miembros que estuvieron en anteriores composiciones del CES, pero también se han incorporado muchos perfiles nuevos, particularmente en las organizaciones agrarias y la UR.

En el seno del CES hay figuras, usted mismo es una, claramente posicionadas en una parte del tablero. ¿Será posible alcanzar esos acuerdos consensuados que menciona?

En eso voy a poner mi esfuerzo, en alcanzar ese consenso y, si es posible, evitar utilizar el voto de calidad que tengo como presidente. Habrá que ir viendo las leyes que se nos presentan.

Aparte de los dictámenes sobre las iniciativas del Gobierno, ustedes puede elevar sus informes. ¿En qué aspectos, entiende, que deberían centrarse los primeros?

Habrá que hablar con todos y ponernos de acuerdo. En principio, creo que la situación socioeconómica de la comunidad es un elemento importante. El mercado de trabajo, la situación de la pobreza o la agricultura... Hay muchas asuntos sobre la mesa. 

Otra de sus funciones es redactar un informe anual sobre la situación económica. ¿Cómo la contempla?

A primeros de año se realiza una memoria socioeconómica del ejercicio precedente. Habrá que ir analizando los datos. Cierto es que asistimos a un contexto complejo tras la pandemia, la guerra de Ucrania, la inflación, los salarios en los convenios, los precios disparados, a veces con razón y a veces sin ninguna explicación... Se está produciendo una recuperación importante de beneficios por parte de empresas y la subida de la electricidad y la energía nos ha colocado en una situación que hace años no sufríamos, con una inflación superior al 10%. Tendrá que ser un informe socioeconómico con muchos puntos de vista, muchas aristas, que habrá que afrontar con aportaciones por parte de todos los que forman el CES.  El Consejo Económico y Social puede, además, solcitar la presencia de miembros del Gobierno para que informen al Consejo. Este primer año, además de las posiciones de los diferentes agentes, igual es necesario poder utilizar la posibilidad de echar mano de los consejeros que nos informen de su parecer.

Precisamente, el Gobierno de La Rioja  ha encomendado a cuatro proyectos -ciudad del envase, valle de la lengua, enorregión y territorio digital de servicios- la recuperación económica. ¿Qué opinión le merecen? ¿Son los cimientos adecuados para asentar  futuro de crecimiento de La Rioja?

Pienso que la principal carencia de los proyectos afecta a la industria. Este verano va a ser muy bueno por el turismo, pero el turismo llega, genera beneficios y se va. Necesitamos una industria fuerte, no la que hemos tenido hasta ahora, sino una que se consolide con mucha innovación tecnológica. Vamos a ir viendo cómo se desarrollan los acontecimientos. En principio, parece que los sectores afectados están contentos, pero quiero escuchar la posición de empresarios y sindicatos sobre el tema industrial. El proyecto de Ciudad del Envase puede ser el más cercano a esta área en un ámbito que, echando la vista atrás, se comprueba que fue una de las industrias manufactureras más potentes de nuestra comunidad.  Aunque quedan algunas, han desaparecido grandes empresas del sector el envase.

Y en el área social, ¿qué aspectos considera más relevantes?

Tenemos que tener a las personas en el centro de la actuación. El tema social es muy complicado. No se había salido de la crisis de 2008, cuando llegó la pandemia, cuando ahora  llega la guerra y cuando la situación de muchas familias es muy preocupante desde el punto de vista económico. Estamos asistiendo, además, a un fenómeno destacado que hace referencia al empleo. Antes, tener trabajo era el aspecto que diferenciaba estar o no estar en exclusión; ahora estamos viendo que algunos empleos no permiten a una familia salir adelante. Ello demuestra que la subida del salario medio interprofesional fue una buena medida, que pasó en muy poco tiempo de 600 euros a 1.000. Aun así, las jornadas partidas y aspectos similares hacen fundamental contar con una red social importante en La Rioja para apoyar a los más necesitados. Así lo constata el último informe de Cáritas o la situación de la que ha llamado la atención del Banco de Alimentos sobre cómo la inflación les estaba repercutiendo. 

Se ha referido a los aspectos laborales, un campo en el que usted siempre se ha movido. ¿Cómo contempla el actual contexto?

Pienso que después de la reforma laboral y los ERTE hay un aspecto clave que hay que recuperar, la negociación colectiva. Los trabajadores no pueden pagar esta crisis, como ha sucedido en las anteriores. Ahora mismo, más de la mitad de los trabajadores siguen sin negociar sus convenios. Se está hablando de un pacto de rentas, pero de lo que se está poniendo sobre la mesa es un pacto salarial. No puede ser que los trabajadores y las personas más desfavorecidas paguen las crisis y los ricos sean cada vez más ricos.

¿Y será posible igualar la subida de los salarios a la del IPC?

Con un planteamiento a tres años, yo creo que se puede hacer, lógicamente con una cláusula de revisión salarial, que no es algo nuevo, sino que se planteó desde el inicio de la democracia en este país y así debe asumirse. Los datos que tenemos son que el incremento de los beneficios está siendo elevado;no está siendo consecuentes con la actual situación económica y están creciendo de una manera desmesurada. Un informe de CCOOde este mismo mes, sobre la inflación subyacente, apunta que desde la salida de 2021 se están incrementando los beneficios empresarias para 'recuperar' lo perdido durante la pandemia. Y durante este periodo muchas empresas, no todas, dispusieron de ayudas para afrontar los efectos perjudiciales del covid, aparte de que los salarios de los trabajadores se han acogido a ERTE han sido pagados por el propio Estado.

Los ERT?E han sido la salvación de muchos empleos.

Sin lugar a dudas. Los ERTE, la reforma laboral y el incremento del salario mínimo interprofesional son los tres elementos más destacados en el mundo laboral.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado en el reciente Debate del Estado de la Región una serie de medidas, como nuevas cargas impositivas a la banca o empresas energéticas. ¿Piensa que serán efectivas?

Espero que lo sean. Además de estos impuestos, Sánchez debe afrontar la fiscalidad. Pienso que debe aumentar la presión fiscal sobre quien tiene más ingresos y reducirla a los que menos tienen. La redistribución de la riqueza tiene que volver a estar en el centro en el debate, como hay opciones de izquierda que lo están poniendo. Creo que es necesaria en nuestro país una reforma fiscal en profundidad, que no se ha abordado desde hace muchísimos años.

Hay voces que  han acusado al presidente de que se trata de medidas populistas.

Yo creo que en la política, últimamente, hay mucho ruido y cada uno vende su libro, como se demostró en la respuesta que, en el seno del Debate del Estado de la Nación, Cuca Gamarra, dio a Pedro Sánchez, que no tenía nada que ver con lo que había dicho el presidente, particularmente en aspectos económicos. Leyó una intervención que ya tenían preparada sin tener en cuenta lo que dijo Sánchez.