La CHE anuncia dos contratos para abrir Soto Terroba

Javier Alfaro P.
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Tras tres años de inacción, cuando se realicen las actuaciones y las pruebas de llenado y desembalsado de dos años podrá estar plenamente operativo

Estado de la presa Soto Terroba, en mayo de 2023. - Foto: Óscar Solorzano

Tres años y un mes han pasado desde que se terminara de construir la presa de Soto Terroba y su propietaria, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ponga en funcionamiento la siguiente fase para que llegue el día en que esté a pleno rendimiento.

Ahora, la CHE se ha comprometido a licitar la adecuación del cuenco amortiguador de desagüe aguas abajo de la presa y, también, la puesta en funcionamiento del sistema de toma de datos de auscultación. Ambos contratos técnicos tienen un presupuesto máximo de 800.000 euros, según informó ayer el organismo estatal.

Una vez ejecutadas estas actuaciones, y con la autorización de la Dirección General del Agua del Ministerio de Transición Ecológica, el embalse entraría en la fase de puesta en carga y vaciado, que debe realizarse a lo largo de dos ciclos anuales completos, por lo que entre procesos de licitación, adjudicación y estas pruebas, la presa no estará plenamente operativa hasta 2026.

La decisión llega días después de la publicación en estas páginas de que la presa no estaba operativa todavía, pese a la grave situación de sequía actual, así como a su alto coste de construcción y la situación de cambio climático existente con sequía ya desde primavera. 

En dicho artículo el director general de Recursos Hídricos del Gobierno de La Rioja, Rubén Esteban, apuntaba que había una reunión pendiente con la CHE este mes. Ayer, finalmente, tuvo lugar de forma telemática con la participaron el propio Esteban junto a los consejeros de Sostenibilidad  y Transición Ecológica, Álex Dorado Nájera; de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, Eva Hita,  la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo, y la delegada del Gobierno de España en La Rioja, Beatriz Arráiz, desde esta comunidad,  y, por parte de la CHE, su presidenta, María Dolores Pascual, y el director técnico, Francisco Hijós.

 

Exigencia riojana. Pese a que la pandemia relegó algunos asuntos a un segundo plano, y que ya antes la construcción de la presa había tenido varios altibajos hasta que entre 2019 y 2020 finalizó la obra civil, por parte del Gobierno de La Rioja y los alcaldes de la zona urgía la necesidad de desempantanar la situación y crear un grupo de trabajo, técnico y político, para que todas las infraestructuras dependientes de la CHE en la región estén plenamente operativas.

La Consejería de Mundo Rural del Gobierno de La Rioja recordó en dicha reunión que lleva tiempo «trabajando y manteniendo reuniones con los agricultores y comunidades de regantes de la zona, que necesitan de un regadío modernizado para mantener sus cultivos», de modo que antes del final de la fase de puesta en carga y de su entrada en explotación, dispondrá de una estimación e identificación acerca de los futuros usuarios del embalse.

Para compensar el impacto de las actuaciones, el Ministerio, a través de la CHE, y de la mano de la consejería competente en Medio Ambiente en La Rioja, anunció una actuación de restauración ambiental en la cola del embalse que minimice el impacto paisajístico en esa zona de la presa, favoreciendo también las condiciones hidrológicas de la infraestructura. 

En cuanto a las actuaciones de restitución territorial, se planteó la entrega al Ayuntamiento de Terroba de la depuradora para el municipio que pasará a ser gestionada por el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja. 

 

En detalle  
Una oportunidad perdida de tener 8.140 millones de litros embalsados
Tener una presa con capacidad para 8,14 hectómetros cúbicos, implica que, en condiciones óptimas, no se pueda tener esa cantidad de agua embalsada.
La presa, con una altura de 35 metros, se extiende por el río Leza, entre los municipios de Soto en Cameros y Terroba, en el Camero Viejo. 
Cuando entre en funcionamiento el objetivo es que pueda consolidar el riego en la zona, contribuir al abastecimiento a las poblaciones del entorno y la laminación de posibles avenidas.

Proyectada en los 2000. A principios de los años 2000, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), encargada de la infraestructura estudia su creación entre ambas localidades debido a que la orografía del terreno hace apta la zona. Sin embargo la licitación no se produjo hasta septiembre de 2006. 

Obras en 2008. No fue hasta el año 2008 cuando Acciona Infraestructuras dio inicio a las obras en el río Leza, estimadas en 18 millones. Además, se dispuso un millón más para compensar a las localidades cercanas con actuaciones necesarias. La de mayor envergadura fue dotar de nuevos accesos a Treguajantes y Terroba desde la carretera autonómica LR-250, con una nueva ruta de acceso más segura. 
veinte años después. Tras varios parones en la construcción, las actuaciones se dieron por finalizadas en abril de 2020 y, desde entonces, nada más se ha sabido de la instalación. Con una presa de 35 metros de altura,. 

Actuaciones pendientes. Para que el pantano esté plenamente operativo como almacén hídrico es necesario que se completen las prueba de carga y vaciado de la infraestructura, que por normativa se hacen en un periodo de dos ciclos anuales completos. Estas pruebas permiten detectar anomalías.