El Estatuto encara un futuro globalizado y digital

G.B.
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Cuarenta años después de su aprobación, el Estatuto de Autonomía afronta el tramo final para una reforma que lo actualiza, con el blindaje de nuevos derechos sociales y mayores garantías democráticas

Representantes riojanos en las instituciones regionales y nacionales posan frente al Congreso, a donde acudieron a defender la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía. - Foto: Juan Lázaro

La Rioja cumple 40 años de autogobierno con la edad justa de la madurez política y social y la necesidad de poner al día su norma básica de convivencia y funcionamiento, el Estatuto de Autonomía, que blindará principios básicos compartidos por todos y fijará herramientas que permitan afrontar con garantías un futuro global y digital en lo económico, de mayor atención en lo social, de máxima transparencia y participación en lo democrático y de lucha contra la despoblación del medio rural. 

Si el 8 de mayo de 1981 el espíritu y la firma de los 'Treintaydosantes' (los 8 diputados y senadores y los 24 diputados provinciales del momento) daban en una asamblea en San Millán de la Cogolla el pistoletazo de salida para que el Estatuto riojano fuese sancionado por el rey un año y un día después, el consenso entre los actuales grupos parlamentarios allana el camino a la primera gran reforma del texto, después de las más limitadas de 1994 y 1999, que, sin embargo, la pandemia del covid se ha encargado de ralentizar. 

La reforma estatutaria, en la práctica casi la aprobación de un nuevo Estatuto adaptado a los nuevos tiempos y necesidades, aguarda en el Congreso de los Diputados que la agenda de sus señorías permita debatir las enmiendas presentadas por los distintos grupos políticos, para su aprobación en el Pleno y envío  al Senado, como corresponde a la tramitación de una ley orgánica. En el caso de que en la Cámara alta se presentase alguna enmienda, y solo en ese supuesto, el documento debería volver de nuevo al Congreso para la aprobación definitiva. 

El plazo para que el nuevo Estatuto de Autonomía, que recibió el plácet del Parlamento Riojano por unanimidad el 11 de abril de 2019 en el simbólico marco del monasterio de Yuso, quede definitivamente aprobado es una incógnita, pero algunos de los portavoces en la Cámara legislativa regional se atreven aventurar que no debería haber problemas para que el texto esté en vigor a lo largo del presente año.

¿En que notará la ciudadanía riojana la puesta al día de su norma institucional básica? El Estatuto puede parecer un compendio muy teórico de aspiraciones, principios rectores y buenas voluntades, pero encierra mayor trasfondo y sobre todo fija derechos y obligaciones de las riojanas y riojanos y traza los límites del proceder político de sus dirigentes. 

La reforma estatutaria en tramitación, que dejó por el camino un intento fallido en 2004, incorpora novedades tangibles, como la limitación a un máximo de ocho años el mandato de los presidentes o presidentas autonómicos; la eliminación del aforamiento de los diputados y los miembros del Gobierno, que les sitúa en una posición de privilegio ante la Justicia; la recuperación de la figura del Defensor del Pueblo, que había quedado suspendida;la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda ser senador autonómico, sin necesidad de ser diputado, como ocurre ahora; o la capacitación de los ayuntamientos para que puedan presentar iniciativas legislativas, entre otras muchas cuestiones. 

Pero hay muchos otros aspectos que tienen más que ver con declaraciones de principios y de fijación de derechos y obligaciones que con cambios en la estructura política e institucional. Los portavoces de los cuatro grupos que ocupan escaños en el antiguo convento de La Merced aluden a algunos de ellos.

«La igualdad es un eje vector en un Estatuto que gana en contenido social», comenta el portavoz del Grupo Socialista, Raúl Díaz, que resalta aspectos novedosos en el nuevo texto, como el derecho a la vivienda, a la salud, a recibir una renta básica o, incluso a disfrutar de los paisajes. El texto blinda, también, la igualdad de género, la diversidad sexual y la lucha contra la violencia de género y contra el cambio climático.

La reforma refuerza también el autogobierno de la Comunidad autónoma, según la visión del representante del PSOE, que resalta esta faceta en un momento en el que la extrema derecha de Vox pone en cuestión el estado autonómico. «Los riojanos no somos solo un límite geográfico», apuntala Raúl Díaz, que pone sobre la mesa otro elemento que refuerza la capacidad de la región para defender sus intereses, y que ya figura en el Estatuto actual, como es el artículo 46, que reconoce el derecho a recibir compensaciones por el 'efecto frontera' con los regímenes fiscales forales de Navarra y País Vasco.

Además de ese instrumento normativo, Díaz destaca el acuerdo alcanzado con la Administración central para ofrecer suelo industrial atractivo  (35 euros el metro cuadrado) en los polígonos de  La Senda, en Alfaro, y El Recuendo, en Calahorra, y poder competir con las comunidades limítrofes.

Con la perspectiva que dan 40 años de Estatuto de Autonomía, desde las filas del PP, su portavoz parlamentario, Jesús Ángel Garrido, no duda en calificar a la Comunidad autónoma como «la historia de un gran éxito colectivo», en gran medida gracias al texto normativo básico, ahora sujeto a reforma.

El tiempo pasa factura y los anhelos y necesidades de los riojanos y riojanas no son los mismos que hace 40 años. Con su reforma en profundidad, el Estatuto puede seguir siendo un instrumento útil «para seguir, como mínimo, otros 40 años de prosperidad», manifiesta Garrido. 

De entre otras novedades que incorpora al texto la reforma, el diputado popular destaca algunas curiosidades, como la defensa expresa, como valores esenciales del acervo cultural e histórico riojano, el idioma español y los monasterios de San Millán de la Cogolla, como su lugar de nacimiento. El nuevo Estatuto también hace menciona al vino como actividad estratégica para la región, que debe de ser protegida. Frente a estas declaraciones expresas, Garrido contrapone una mayor defensa del idioma español por parte del Gobierno central, frente a los «ataques», por un lado del nacionalismo vasco en el ámbito del vino, y del catalán, por la falta de garantías al derecho a recibir educación en castellano en los centros educativos de aquella Comunidad.

Un texto en vanguardia. La validez de la norma riojana y al mismo tiempo la necesidad de reforma también está en el pensamiento de Pablo Baena, portavoz parlamentario de Ciudadanos. «El Estatuto de Autonomía ha cumplido su función, pero hay que hacer mejoras para actualizarlo y ponerlo en la vanguardia del progreso social, económico y democrático», apunta el representante del partido 'naranja', que entre otros muchos aspectos en los que la reforma pactada por todos los grupos mejora el documento, destaca que la participación ciudadana y la transparencia adquieren rango estatutario.

Baena se felicita que el nuevo documento estatutario recoja derechos ciudadanos que no figuran expresamente delimitados en el viejo, lo que le colocan como un Estatuto moderno y en vanguardia. 

 Cuatro décadas han cambiado a una sociedad que salía de una dictadura y se entregaba a la tarea de avanzar y enriquecerse por la vía de la democracia. El contexto ha cambiado y por el camino hacia el autogobierno han surgido nuevas necesidades, hace notar la portavoz del Grupo Mixto y diputada por Izquierda Unida, Henar Moreno.

Si hay que destacar aportaciones más relevantes al nuevo texto normativo, Moreno elige las que tienen que ver con avances sociales en materia de garantía de derechos. Por ejemplo, la mención a los derechos de las personas LGTBI, algo que fue una de las aportaciones que hizo su partido en la fase de elaboración de enmiendas.

La representante del Grupo Mixto resalta igualmente que el nuevo Estatuto «refuerza las iniciativas legislativas ciudadanas e incorpora por primera vez la de los ayuntamientos».