Frente europeo contra el cáncer

Concha Tejerina (EFE)
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Andrés Cervantes, el nuevo presidente de la ESMO, considera que las políticas comunitarias sobre esta enfermedad necesitan una vuelta de tuerca para eliminar las diferencias en las tasas de supervivencia entre países

Frente europeo contra el cáncer - Foto: Ana Escobar (EFE)

Las estrategias de prevención, diagnóstico temprano y tratamientos adecuados para las enfermedades oncológicas «no están implementadas de manera óptima» en la Unión Europea, donde la supervivencia en algún tipo de cáncer puede variar en un 22 por ciento en función del país comunitario en el que se trate la dolencia.

Así lo asegura el nuevo presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés-), Andrés Cervantes, para quien son «necesarias» políticas de «acceso y de equidad a los medicamentos oncológicos, sobre todo a los innovadores».

Cervantes, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Valencia, considera que aunque las ayudas para acciones científicas han mejorado en la UE, en España sería «imprescindible» llegar al menos al 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Entre los objetivos de la ESMO, formada por cerca de 30.000 profesionales en el ámbito del tratamiento del cáncer, se encuentra promover el desarrollo de la profesión, divulgando el conocimiento y haciéndoles llegar a sus miembros los últimos avances a través de congresos, cursos o guías de práctica clínica.

Otro de sus objetivos al frente de la entidad es la promoción de políticas públicas sanitarias, según Cervantes, que subraya al apoyo a de la ESMO al Plan de Lucha contra el Cáncer esbozado por Bruselas y que contempla una inversión de 4.000 millones de euros hasta 2025 en estrategias de prevención, detección temprana del cáncer y acceso igualitario a una atención, diagnóstico y tratamiento de alta calidad.

En este aspecto, explica, además de la reducción del consumo de tabaco y alcohol y la promoción de hábitos saludables, la ESMO ha hecho hincapié en la contaminación atmosférica porque «solo mejorando la calidad del aire que respiramos se podría evitar en la UE unos 300.000 nuevos casos de cáncer, especialmente de pulmón».

«Tener presencia como una sociedad profesional en el ámbito de la toma de decisiones de las políticas públicas de la Unión Europea es muy importante», afirma el oncólogo, que explica que, aunque es «un poco escalofriante», en la UE hay 12 millones de personas que han tenido cáncer y se han curado, pero «tienen otras necesidades para completar su proyecto personal, social y laboral».

Acceso a los fármacos

A su juicio, una de las partes más importante es la equidad en el acceso a los medicamentos, sobre todo los innovadores, y la ESMO ha elaborado para la Organización Mundial de la Salud (OMS) una lista de fármacos esenciales para tratar el cáncer para que haya un «acceso universal».

«¿Cuánto queremos priorizar la salud?», se pregunta Cervantes, que destaca que en la Unión Europea, por ejemplo, la supervivencia a los cinco años de pacientes que tienen un cáncer de colon es «extraordinariamente dispar y oscila del 48 al 70 por ciento» en función de dónde resida la persona afectada.

A su juicio, no es natural que ciudadanos de un área común como la europea «tengan un riesgo tan dispar por su lugar de nacimiento de cara a curarse o no de un enfermedad», y afirma que eso «quiere decir que las estrategias de prevención, diagnóstico temprano y tratamientos adecuados no están implementadas de manera óptima».

Tras señalar que la UE considera que la salud es una cuestión de los Estados, lo que quiere es establecer «unas guías y unas ayudas para un proceso de implementación común. Es la única manera que tenemos de abordar estas tremendas diferencias», e indica que la ESMO quiere ser «una voz común para que haya una mejora paneuropea de todas las herramientas que faciliten mejores resultados en el tratamiento del cáncer».

Según explica, el plan comunitario pretende mejorar la implementación de los programas de screening comunes que existen en la Unión y que, en el caso de España, «son extraordinariamente exitosos, sobre todo los de cáncer de mama, colon o de cuello de útero».

A su juicio, aunque son los gobiernos los que deben establecer los recursos para que los programas se puedan implementar en tiempo y forma, son necesarias acciones de educación para que los ciudadanos acudan a realizarse esos cribados, y más después de varios años en los que, debido a la pandemia, se han suspendido o retrasado.

La ciencia en la Pandemia

Andrés Cervantes considera que aunque el «triunfador de la pandemia» de la COVID-19 ha sido «la sociedad, que ha salido adelante», el héroe «ha sido la medicina, la sanidad pública, la ciencia, que ha aportado de una manera vertiginosa un sistema de vacunas que sin ella sería impensable».

«Creo que, en este momento, la cantidad de ayudas globales que hay para la implementación de acciones científicas ha mejorado, sobre todo los planes de recuperación de la Unión Europea», indica.

No obstante, cree que en España sería «imprescindible» al menos duplicar la proporción del PIB dedicado a la Ciencia y al menos llegar al 2 por ciento.