Ficha técnica:

UDL: Serantes; Fran, Rueda, Simic, Iñaki; Fer Cano (Rodri Ríos, 79), David Ramos, Castellano, Alfaro (Medina, 90); Dubasin (Pinillos, 90) y Aridane (Guarrotxena, 72).

Athletic B: Agirrezabala; Álvaro Núñez, Jaso, Sillero, Kortazar; Naveira (Diarra, 63); Malcolm, Rementeria (Prados, 63), Gerenabarrena (Juan Artola, 72), Jon Cabo (Guruzeta, 63) ; y Aritz Pascual (Urain, 78).

Árbitro: González Díaz (colegio asturiano). Amonestó a David Ramos.

Gol: 1-0, M. 57: Dubasin, de cabeza tras centro medido de Fer Cano.

Incidencias: unos 3.500 espectadores en Las Gaunas.

La Unión Deportiva Logroñés salvó una nueva jornada camino del 'play off'. Un solitario gol de Dubasin ha bastado para derrotar a un Athletic B plagado de orden pero carente de recursos ofensivos. Los riojanos, con este triunfo, suman 38 puntos, a dos del Racing, el rival al que se aspira a dar caza.

Los logroñeses, que arrancaron bien aunque acabaron diluyéndose, fueron superiores. Siempre creyeron en la victoria. Cuando pusieron el partido en franquía, lo anestesiaron, regalaron el balón pero no la dirección de un encuentro resuelto favorablemente a favor de los intereses riojanos. 

La UDL progresa y vuelve a creer en el ascenso. Los gritos contra Mere son ahora de apoyo a jugadores como Aridane o Fer Cano, diferencial nuevamente, el 'fichaje' tapado del mercado invernal. Los riojanos son terceros y persiguen  a un Racing que tiene dos encuentros por recuperar, uno de ellos en Riazor. 

Un buen inicio. Volvió a sorprender Mere con su apuesta de inicio, sentando a Guarrotxena y premiando nuevamente a Fran y Fer Cano, de los mejores en Matapiñonera. El equipo riojano comenzó enchufado, buscando sin dilación la portería de Agirrezabala. Dubasin, acompañando en punta a Aridane, tuvo una primera llegada pero el hispanobelga se excedió en sus arabescos. Más directo fue Alfaro que remató alto la primera llegada del extremo. El Athletic B bastante tenía con contener, incapaz de hilvanar dos pases seguidos en fase ofensiva.

Pasado el primer cuarto de hora, el equipo de Patxi Salinas comenzó a tener más el balón. Jon Cabo se erigió como catalizador del juego rojiblanco y la UDL se vio obligada a perseguir un balón que ya no visitaba las áreas. Se pasó de la ambición al cálculo.

Eso sí, los riojanos tenían las ideas más claras. Primero percutió Iñaki por la banda izquierda y, en la continuación, el balón le llegó franco a Aridane que cabeceó con saña mas sin dirección. Agirrezabala, sin sobresaltos, desbarató el peligro. 

La primera parte entraba en su ecuador y los locales querían sacudirse del letargo. Así, Fer Cano, con requiebro al borde del área y con otra vaselina para el punta canario, volvió a poner picante al juego. En el minuto 30, tras un córner, el punta riojano remató a la media vuelta, en una volea que acarició el poste derecho bilbaíno. Fue la ocasión más nítida de los locales. Los riojanos jugaban a otra cosa.

El acoso, sin premio, continuó hasta el descanso. El equipo de Patxi Salinas resistió. Lo hizo obligado a un gran desgaste y siendo incapaz de asociarse con la pelota aunque Malcolm, en la mejor combinación vizcaína, fue derribado al borde del área. Naveira estrelló su remate franco en la barrera. Poco después, en otro colapso en la frontal, Gerenabarrera volvió a toparse con el muro blanquirrojo. Ahí acabó todo el peligro bilbaíno en la primera mitad. La UDL necesitaba un poco más para superar al filial vizcaíno.

Faltaba un poco de velocidad y la UDL pareció encontrarla en la primera acción tras la reanudación. Aridane remató con potencia un buen centro desde la derecha. Agirrezabala no la vio pero camino del gol, Dubasin, a su pesar, se topó con el esférico, desbaratando la segunda oportunidad meridiana del insular.

El Athletic B, por su parte, no le perdió la cara al partido. Llegó con determinación a la línea de tres cuartos. Ahí morían todas sus prestaciones, difuminadas por un mal pase o por un pase de más. La UDL no sufría aunque necesitaba algo más generar peligro efectivo.

Los riojanos se encontraron con el gol en el 57, cuando Jonathan Dubasin se elevó para cabecear un nuevo centro medido de Fer Cano. La asistencia, dibujada desde la distancia, fue precisa, el cabezazo del ilerdense, quirúrgico, imposible de atajar para un Agirrezabala que hasta la fecha se había mostrado inexpugnable por alto.

El Athletic B, aturdido, reaccionó con un triple cambio destinado a fortalecer su centro del campo y lograr, si acaso, algo más de verticalidad. La permuta les dio control sin llegada al tiempo que los logroñeses se aprestaban a resolver a la contra.

Desde el gol, nada sucedía. La posesión era vizcaína; los espacios, riojanos. La lectura de partido beneficiaba al equipo riojano que entró en el último cuarto con un Guarrotxena, ovacionado, sustituyendo al igualmente jaleado Aridane. Poco después Fer Cano, también agasajado por la grada, dejó su sitio a Rodri Ríos, el último en arribar.

Patxi Salinas se la jugó con Juan Artola y Ewan Urain, rescatados del ostracismo. Aunque los cachorros tuvieron algo más de presencia en el área rival, les siguió faltando pegada. El encuentro concluyó sin que Serantes hiciera intervención alguna, ni milagrosa ni mundana, síntoma de lo poco exigida que estuvo la defensa riojana.