La noche con más magia del año ha venido precedida de una tarde igualmente emocionante, especialmente para los más pequeños, que han podido ver de cerca a los Reyes Magos, unas horas antes de que repartan los regalos por todas las casas. Después de la emocionante llegada de sus majestades de oriente en helicópteros a Logroño, por la tarde la cabalgata ha inundado las calles del centro de la ciudad de niñas y niños, con sus padres y abuelos, ávidos de ver de cerca a los Reyes y soñar con los regalos que se encontrarán en sus casas este viernes.

Este jueves Logroño volvía a celebrar una cabalgata "normal" con más de 700 participantes y miles de personas agolpadas en las calles del centro de la capital riojana para ver a Melchor, Gaspar y Baltasar.

Una vez que las restricciones de la pandemia han quedado atrás, también los Reyes Magos han podido recorrer Logroño en el "formato" habitual hasta 2020, con carrozas, comparsas, grupos de baile y decenas de pajes cada uno.

En total han participado 770 personas, más del doble que el año pasado, muchos de ellos niños de academias de baile de la ciudad, representando el baile del Cascanueces, 101 Dálmatas o el baile de las galletas de jengibre, entre otras coreografías.

Estos grupos se han distribuido entre la media docena de carrozas que han recorrido las calles de la ciudad, tres de ellas con los Reyes Magos y otras de temática infantil.

Durante toda la jornada, los niños han sido los protagonistas y en el desfile han chillado, aclamado y reclamado la atención de los Reyes, que han respondido a todos con un saludo cariñoso.

Como novedad, en Logroño se ha decidido no tirar caramelos desde las carrozas, por seguridad, con lo que decenas de "ayudantes" voluntarios los han repartido en mano a niños y mayores antes de concluir el recorrido en la Plaza del Ayuntamiento de Logroño, donde los Reyes han hecho una ofrenda al niño Jesús del belén municipal.