Un curso escolar intenso

Ana Torrecillas
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El inicio de este curso escolar estuvo marcado, además de por la vuelta a la normalidad de las aulas, por diversos conflictos entre docentes y Consejería. En el ecuador del curso analizamos cómo han evolucionado algunos de ellos

Unos alumnos se disponen a entrar al aula - Foto: Óscar Solorzano

El de 2022-2023 tenía que ser el curso de la nueva normalidad. Adiós a las mascarillas, a la ventilación obligatoria del aula y a los grupos 'burbuja'.  Tras la pandemia, familias, alumnos y docentes recuperan el pulso de la enseñanza presencial después de muchos meses de incertidumbre. Sin embargo, varias cuestiones marcaron el inicio de la vida docente en las aulas riojanas. La implementación de la LOMLOE y sus consecuencias como la evaluación por competencias a través de una herramienta informática con fallos, la falta de  profesorado que dejó sin clases de determinadas asignaturas a alumnos de Secundaria y FP y el decreto de convivencia en las aulas que hizo tensó las relaciones entre los profesores y la consejería de Educación complicaron el curso de la nueva normalidad. Casi seis mese después, en el ecuador del mismo, realizamos un análisis en el que comprobamos  cómo han evolucionado estas cuestiones desde el punto de vista de los docentes y también desde la Consejería de Educación.

1. Decreto de convivencia en las aulas

Comenzaba el curso cuando Educación publicaba el artículo 53 del Decreto de Convivencia en el que, entre otras cosas, condicionaba la posibilidad de expulsar al alumno de clase. La presión de los docentes  en las diversas Mesas Sectoriales de Educación, motivó la modificación de ese artículo.  «El decreto no se negoció con los profesores y, finalmente, por la presión de los sindicatos se retiró el artículo pero no esa orden que debe retirada para negociar un nuevo decreto. De hecho, desde CSIF vamos a seguir presionando para que esta orden se retire por completo», apunta Francisco Gallardo, responsable del sector de Enseñanza de CSIF. «Hay equipos directivos de centros de Secundaria que están al límite y que se están planteando iniciar movilizaciones para  protestar ante las puertas de la Consejería de Educación porque la convivencia en las aulas lejos de solucionarse sigue existiendo y los profesores estamos solos», señala David Calvo, responsables de la sección de Educación del  sindicato STAR La Rioja.

2. Falta profesorado

 El curso escolar comenzaba en La Rioja con la falta de 47 profesores en diversos centros educativos. Educación se comprometió a incorporar docentes pero siguen faltando, especialmente de Geografía e Historia, Informática o Educación Física. «De hecho, en algunos institutos se ha desistido de impartir la asignatura en inglés, tal y como estaba establecido, porque no se ha contratado a profesores bilingües. Existe la herramienta para poner fin a esto que es la convocatoria extraordinaria de oposición, es lo que venimos demandando a la consejería», señala Pedro Antolín, secretario de la Federación de Enseñanza de CCOO La Rioja.

 «Funcionamos a base de parches y  no se debería esperar a que la lista de interinos se agote, sino ser previsores y realizar la convocatoria antes. Lo que ocurre es que Educación está 'tirando del paro' y muchos docentes no están apuntados en el SEPE y el resultado es que no hay profesores», advierte Carmen Fernández, secretaria de Educación del sindicato UGT de La Rioja. 

3. Sistema gauss

La herramienta GAUSS desarrollada por el Gobierno de La Rioja venía a ayudar a los profesores y equipos directos en la nueva evaluación por competencias. El modelo educativo está en constante evolución y la nueva ley educativa establece que  para superar una asignatura, el alumno tiene que desarrollar y demostrar su asimilación de una serie de competencias. Se acabó aquello de Aprobado o Necesita Mejorar. 

«La herramienta era necesaria  y tenía buena intención pero el resultado no fue el esperado porque fallaba constantemente. Así que en vez de ayudar, complicaba enormemente el trabajo de los profesores», recuerda Gallardo, «logramos que no se fuera necesario su uso pero Educación tampoco ofreció una alternativa y tiene que haber algún sistema que facilite esta complicada forma de evaluación».

Y a este 'sálvese quien pueda' se le añade la falta de tiempo para la formación del profesorado a la hora de evaluar por competencias. «No hemos tenido tiempo de adaptarnos a una nueva forma de programar», señala Calvo. «Lo interesante es que los profesores pudiéramos tener una herramienta informática sin fallos más adelante para poder trabajar», apunta Antolín.

4. Lomloe

No es una ley sino la reforma de otra ley: la Ley Orgánica de Educación de 2006. Se trata de la novena ley educativa a la que se han tenido que adaptar familias, alumnos y docentes. Con una importante novedad: la evaluación por competencias. «Tiene sentido este tipo de evaluación, la educación debe evolucionar hacia un sistema más inclusivo e interrelacionado», señala Fernández, «lo que ocurre es que los profesores nos enfrentamos a una auténtica diarrea legislativa, creo que la Educación es el ámbito en el que más leyes se han aprobado y los docentes llegamos agotado de tanta burocracia», señala Fernández de UGT.

En eso coinciden el resto de sus compañeros. «Tanto cambio legislativo va en detrimento de la calidad de la educación porque le quita tiempo al profesor para lo que realmente está ahí: para enseñar», afirma Gallardo, «ha faltado tiempo y formación para el profesorado a la hora de adaptar la nueva norma».

«Es necesario dar más flexibilidad a los docentes para adaptarse a la nueva ley», indica Calvo, «y sobre todo, trabajar para bajar el ratio de interinidad y elaborar un plan de apoyo real para la escuela rural». Y, sobre todo, «llegar a un acuerdo y aprobar un Pacto de Estado por la Educación en el que participen todos los sectores implicados en la Educación», apunta Antolín de CCOO, «en menos de un año tenemos elecciones y puede haber cambio de gobierno, sería horrible un cambio de ley».