La Rioja ha concedido ayudas a 55 víctimas de terrorismo por valor de 1,85 millones de euros, en virtud a la Ley aprobada por el Parlamento de La Rioja en 2018.

El consejero de Servicios Sociales, Pablo Rubio, ha ofrecido este dato durante una conferencia de prensa previa a la reunión del Consejo Consultivo de las Víctimas del Terrorismo, que se ha celebrado coincidiendo con la semana en la que se conmemora el Día Europeo de las Víctimas de Terrorismo, el 11 de marzo, informa Efe.

Junto a Rubio han participado en el encuentro de prensa el director general de Justicia del Gobierno riojano, Jorge Medel y Santiago Rodríguez, el primer riojano que recibió una de estas ayudas, en su caso como víctima de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

El consejero ha incidido en que ayudar y reconocer a las víctimas "no es solo una obligación legal" y por eso "hemos tratado de apoyarles en todo lo posible y, con las dificultades burocráticas que en ocasiones hay que superar, creo que lo hemos conseguido".

La desaparición de ETA han hecho "que estemos en una sociedad más fuerte" pero "también lo es por el reconocimiento a las víctimas, que es algo en lo que tenemos que seguir unidos", ha recalcado Rubio.

Medel ha puntualizado que en esta legislatura se han concedido ayudas a 55 víctimas, con un importe global de 1,85 millones de euros, tramitadas a través de una ventanilla única de atención a la víctima.

Santiago Rodríguez, por su parte, ha subrayado que se siente "un afortunado" por sobrevivir a los atentados del 11M, que le dejaron secuelas permanentes, ya que tuvieron que reconstruirle una pierna y es sordo desde entonces.

"Aquel 11 de marzo fue duro porque cogí el tren equivocado, aunque era el que cogía cada mañana para ir a trabajar como hacía desde hace 15 años", ha afirmado este riojano, que ha recalcado que las víctimas "no se pueden quedar paradas pensando en que han tenido mala suerte".

Cree que "ese día me dieron otra oportunidad para disfrutar de la vida con mis amigos y con la familia" y considera que las ayudas públicas que reciben las víctimas "no son una compensación sino una muestra de generosidad".

También ha incidido en que él cree que "no hay que olvidar lo que ocurrió" sino "saber vivir con ello y asumirlo como una experiencia más, sin llevarse las manos a la cabeza, porque eso no sirve de nada", ha concluido.