El Ciudad de Logroño viaja a Cuenca con la esperanza de sumar este sábado (El Sargal, 17 horas) un triunfo que le sirva como "bálsamo" de su delicada situación y que le aporte una dosis de confianza para su moral, tocada tras la dolorosa derrota ante Granollers. El Ciudad de Logroño se encuentra en el inicio de temporada más complicado en muchos años, porque tras quedar eliminado de Europa ha perdido sus dos partidos de liga en casa y, lo que es peor, lo ha hecho ofreciendo una imagen alarmante de debilidad.
Así las cosas, los riojanos miran hacia atrás y recuerdan que hace dos semanas fueron capaces de ganar en León y eso les dio un poco de autoestima, por mucho que siete días después la dilapidaran por completo en unos minutos, los que tardó Granollers en hacer visibles todas sus carencias.
Por ello, los riojanos parten de la zona más baja de tabla y son conscientes de que para ganar posiciones deben obtener resultados positivos de forma consecutiva desde ahora mismo, el primero de ellos en Cuenca.
No obstante, tras encajar el "disgusto" del pasado sábado, el equipo de Logroño ha tratado de serenarse y agarrarse "cierta normalidad" en el trabajo, ha explicado a EFE el preparador del equipo riojano, Miguel Velasco, que admite que "al principio fue una semana dura, pero no por perder, sino por la manera de perder".
"La vuelta a los entrenamientos fue dura, pero hay que apretar los dientes y trabajar más para darle la vuelta a esta situación", ha explicado el entrenador, consciente de que hasta el momento su equipo ha sido "muy inestable" porque en sus cinco partidos ha hecho dos buenos -con un triunfo y un empate como resultados- y tres malos, todos ellos con sendas derrotas claras.
Así, se queda con que su equipo "ha sido capaz de hacer las cosas bien" pero "no podemos tener tantos altibajos" y también "hay que ser más fríos" porque "a mis jugadores parece que si no les salen las cosas bien al principio se ponen muy nerviosos" y "eso les lleva a hacer la guerra por su cuenta" y "eso es lo que hay que cambiar".
Esa situación ha deparado, además, se pierda concentración defensiva y se encajen muchos goles con lo que "tenemos claro que si siempre nos hacen más de 30 o 32 goles las cosas van a ser difíciles" y "para eso la portería y la defensa deben dar un paso adelante".
"Parecía que todo era una catástrofe tras perder en casa con el Sinfín y luego ganamos en León y mañana nos tenemos que tomar el partido igual, sabiendo que si somos competitivos desde el inicio tendremos opciones", ha subrayado el preparador.
El equipo de Velasco mantiene las bajas de Eduardo Cadarso y Dutra mientras que Kisselev, especialmente, y Diocou, son duda por un esguince de tobillo y un proceso gripal, respectivamente.