Llona lo vuelve a hacer

M. A. G-S.
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La SDL se merienda a la UDL en un encuentro en el que los visitantes fueron infinitamente superiores a los de Aguilà

La SDL ha sido muy superior en el derbi. - Foto: Óscar Solorzano

Ficha técnica:

UDL: Serantes; Simón Lecea (Campins,  73), Arregi, David Fernández, Iñaki (Kortazar, 46); Zourdine (Doncel, 60), Markel Lozano, Jaime Sierra (Pichín, 68), Menudo; Clau Mendes (Schutte, 60) y Vinícus Tanque.

SDL: Jero; Gexan Elosegi, Caneda, Sarriegi (Emilio, 70), Víctor Ruiz,Manny Rodríguez; Madrazo (Cherno, 83), Borja Martínez, Diego Esteban (Alain Ribeiro, 62), Samames (Castri, 70); y Unzueta (Silvente, 70).

Árbitro: Gorka Etayo (colegio vasco).Amonestó a los locales Jaime Sierra, Iñaki y Markel Lozano así como a Sarriegi, Madrazo y Víctor Ruiz.

Goles: 0-1,  M. 22:  Samames, tras jugada de Diego Esteban; 0-2,  M. 45:  Sarriegi resuelve un saque de esquina; 0-3,  M. 78:  Manny, de jugada personal; 1-3,  M. 80:  Vinícius Tanque.

Incidencias: unos 5.000 espectadores en Las Gaunas.

 

Raúl Llona lo ha vuelto a hacer. El técnico logroñés ganó la partida desde el banquillo y sus jugadores interpretaron a la perfección la pizarra diseñada por Míster Derbi. Durante los noventa minutos que duró el derbi solo hubo un equipo. Vestía de negro y, como el año pasado, desdibujó a la Unión Deportiva Logroñés que ni con Mere Hermoso ni con Aguilà tiene soluciones ante la Sociedad Deportiva Logroñés.

La lección impartida por la SDLtardará en olvidarse. El conjunto visitante fue infintamente superior ante un equipo plano, sin ideas y, lo que es peor, sin alternativas. En la segunda mitad, con dos goles por recuperar, los locales tuvieron el balón pero no hicieron más que manosearlo, con un juego horizontal, lento y plano incapaz de inquietar a una SDL que se puso 0-3 en un ejercicio de pragmatismo, tacticismo y efectividad.

Los jugadores de negro se despidieron entre aplausos mientras la desesperación cundía en el bando blanquirrojo. En ocho días, la SDLha dado vuelta a la situación hasta el punto que son, solo por ahora, el mejor equipo riojano con seis puntos (el 50% de los puestos en juego)en su haber. La permanencia es su objetivo y ésta, siendo complicada, parece más cercana que el ascenso de la UDL.

Adolecía la SDLde una defensa de garantías y, en el Día D y la Hora H, la zaga de Llona ofreció su mejor versión. El técnico incrustó a Sarriegi entre Caneda y Víctor Ruiz y el equipo lo agradecieron. El centrocampista, ausente ante el Alcoyano, se agigantó y con él el resto de sus compañeros. En bandas, Manny fue una amenaza continua  mientras que Gexan jugó su  mejor partido del curso. Pero donde se decidió el partido fue adelante, donde Diego Estaban ofreció una clase magistral. Fue indetectable. Todos sus movimientos fueron tan quirúrgicos como letales.

Aunque la primera llegada fue local, con Jaime Sierra tratando de sorprender a Jero, no fue sino un espejismo. En el minuto 22 se decidió el derbi. Diego Esteban, libérrimo, la pinchó en el área, flotó, levantó la cabeza y entre tirar o asistir a Madrazo, puso un caramelo al que Unzueta no llegó. Lo hizo Samames que de remate franco batió a un abatido Serantes.

La UDLdimitió, desapareció y por más que Zourdine, Vinícius Tanque y Clau Mendes se intercambiaran la posición, los de Albert Aguilà ni arañaban. En el tiempo añadido, en un córner, la SDL se encontró con lo que buscaba. La sentencia. La ejecutó Sarriegi, libre de marca que, sin inmutarse, puso un 0-2 con sabor a historia repetida.

Tras la pausa, Aguilà sacrificó a Iñaki. Aunque el capitán quedó retratado en la primera mitad, la permuta nada cambió el sentido del derbi. Tampoco lo hizo la entrada de Schutte, Doncel, Pichín o Campins. La UDL, sin vértigo, sin chispa, se enrocó en ataques pasivos, inanes y faltos de cicuta. Todo lo contrario que la SDL que aprovechó su primera llegada de verdad, en el 78, para firmar el tercero. Lo hizo Manny que recuperó, dribló a su par y la puso en el poste izquierdo, imposible para Serantes.

Los olés de gran parte del público impidieron festejar el 1-3 de Viní, que castigó la única desatención defensiva de los visitantes.

Quedaban diez minutos y la UDLno intentó ni la heroica. El duelo de rivalidad estaba decidido. Se lo llevó la SDL. En el campo y en el vestuario. A falta de presupuesto, la SDLcuenta con un catálogo infinito de recursos. Al menos en los derbis.