Logroño recupera la marcha, pero con el freno pisado

Nuria Pajares Ramos
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La hostelería nocturna regresa a sus horarios habituales con subidas y bajadas en la afluencia de gente entre el jueves y el sábado

Jóvenes dirigiéndose a una discoteca. - Foto: Óscar Solorzano

La noche logroñesa afrontó su primer sábado abierta al público tras las restricciones sanitarias,  aprobadas el pasado 28 de diciembre. Ahora, con el anuncio del fin de éstas el 31 de enero, retoma el pulso, pero aún con freno de mano, gracias a planes improvisados, cenas por el centro y 'tardeos' que se alargan.

Es el caso de Merche y Marta, quienes charlaban caminando de bar a bar en la Plaza del Mercado. "Teníamos muchas ganas, pero hay que controlar", comentaron las chicas en referencia al virus y a las "mascarillas bajadas dentro de los locales". "No íbamos a salir, pero hemos cenado en La Laurel y se ha liado",  bromearon. Una frase que se repite a lo largo de la noche.

Tras un cotillón de Nochevieja truncado, Sabina Geambasu disfrutaba de una noche con sus amigas en la discoteca Macao. Bailes alrededor de la mesa, bengalas en cubiteras y risas, el grupo celebraba por todo lo alto el cumpleaños de uno de sus miembros, contento de, por fin, poder reunirse a esas horas. "La gran mayoría estamos en la Universidad, también trabajando", explicó. "Tras estos meses, lo divertido es estar así y hoy (por el sábado) es un día especial". 

"En busca de bares en los que pongan reggaetón",  esa era la hoja de ruta de Álvaro Cenzano y su grupo de amigos, que decidían dónde tomar su primera bebida entre los bares de copas de la Plaza del Mercado. "Hay buen ambiente, la gente tenía ganas de fiesta y lo estamos disfrutando, hemos aprovechado para ir a cenar y estar todos juntos", explicó. "Nos gustan estos bares, alrededor de La Redonda y de la calle Mayor". Sin prisas, la noche se irá desarrollando "como se tercie".

En el extremo contrario en lo que a gustos musicales se refiere, se encontraba Igor Solorzano, quien ya abandonaba el enclave nocturno logroñés, tras unas copas con sus amigos. "Soy de rock, el reggaetón no lo soporto, soy de AC DC, de Guns N' Roses, de Bon Jovi… y no hay locales que pongan ese tipo de música más que en momentos puntuales» lamentó. «Había ganas, los bares en los que he estado, estaban bastante llenos".

Detrás de la barra.

Los hosteleros viven la reapertura de sus locales con temor a un nuevo cierre. "A partir de las doce tenemos obligación de pedir el pasaporte covid, hay gente que pone excusas o te enseña el DNI, pero otros ya vienen con él preparado", comentó Maya Ravelo, al mando del café-bar La Negrita de la Plaza del Mercado, ante la novedad de esta reapertura. "El jueves nosotros no abrimos, pero nuestros vecinos nos dijeron que fue muy flojo, el viernes trabajamos muy bien y el sábado está siendo un pico: por la tarde muy bien, luego ha bajado un poco y,  ahora, rozando la 1.30, otra vez arriba", sintetizó. En este periodo de cierre, Ravelo indicó que su clientela «cambió costumbres", "en vez de venir a las nueve o las once de la noche, venía antes, a las cinco o seis y a la una de la madrugada se iba a casa, hemos seguido teniendo el mismo contacto".

En el terreno de las discotecas, Antonio Cendra, propietario de Macao, por su lado, no ha tenido esa sensación de reencuentro con sus clientes en esta reapertura. "Yo, particularmente, no me encuentro con ganas, creo que el mayor palo que hemos recibido ha sido el cierre de antes de Nochevieja, todavía nos estamos recomponiendo", lamentó. Así, explicó que, dentro de su local, "la gente no está apelotonada, está generando grupos, con lo cual en las salas grandes esta es la ventaja que se tiene". Los  pasados jueves, viernes y sábado Cendra recalcó la asistencia de gente joven, de "18 o 19 años". "Hay un colectivo de edad de treinta y tantos que es al que echamos en falta, que se está yendo muy pronto a casa o no está saliendo", detalló. "El jueves y el viernes la afluencia no fue la misma que antes del cierre, cuando nos dejaron abrir en octubre la gente estaba con muchísimas ganas", diferenció. "Imagino que con el tiempo volverán a la normalidad, pero ¿en cuánto tiempo?".

"No hay ninguna medida contra nadie, siempre contra nosotros y es de lo que estamos ya hartos", reivindicó, describiendo, además, de "insuficiente" la partida de 500.000 euros que el Gobierno de La Rioja anunció para ayudar al sector.