Los hoteles riojanos costaron 33 euros menos que la media

Feli Agustín
-

Hoteleros apelan a mejorar la difusión promocional de La Rioja para aumentar los días de estancia, que sigue siendo la asignatura pendiente tras el crecimiento de viajeros en 2022

Unas viajeras se encaminan a un hotel de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Los hoteles riojanos cerraron el año pasado con un aumento de los viajeros del 45% y de un 47,5% de las pernoctaciones respecto a un «malo» 2021,  un aumento que deja un sabor agridulce entre los hoteleros. 

Demetrio Domínguez, presidente de Asociación Riojana de Hoteles, destaca que el precio medio por habitación fue de 72 euros -con oscilaciones que variaron desde los 66,62 euros de marzo a los 77,66 de octubre-, frente a los 105 euros que alcanzó la media española enun año que, asegura, no fue bueno porque «en enero y febrero la actividad estuvo prácticamente parada» y hubo que esperar hasta marzo para que se recuperara.

«Ha costado», afirma Demetrio Domínguez, que reconoce que «la gente sale, pero salen todos los mismos días», una argumentación que le lleva a reivindicar la necesidad de aumentar el tiempo medio de estancia de los viajeros porque, resalta, «no necesitamos más visitantes, sino le aumento del número de pernoctaciones».

El año pasado la estancia media se situó en La Rioja en 1,8 días por persona frente a los 2,8 nacional, circunstancia que le lleva a calificar como «fundamental» que los visitantes superen el umbral de las dos noches, un objetivo que plantea como un «reto» que hay que conseguir «entre todos», aunando esfuerzos para mejorar la promoción de La Rioja.  «Hay que empezar comunicando lo que se puede hacer en esta comunidad», señala el presidente de una asociación integrada en la FER, que estima que es el Gobierno debe «liderar» esta iniciativa, para la que debe contar con la cooperación de las empresas. «Es súper importante que alguien que se aloje en Logroño sepa lo que puede ver en Ezcaray o Alfaro, acudir a las aguas termales de Arnedillo o que cuenta con recursos en el Barranco perdido».

Este conocimiento previo supondría un importante acicate para que los visitantes alarguen su estancia, además de «sumar nuevas experiencias a las que ya ofrecen las bodegas». Insiste en la necesidad de ofrecer a los viajeros alternativas, «con las que cuenta La Rioja», aunque lamenta que no somos «suficientemente proactivos informando al cliente de lo que pueden hacer», y en ese ámbito «tenemos una labor importante por delante».

Prudencia. De cara a 2023 reitera como principal  objetivo «rentabilizar mejor a nuestros visitantes» con el aumenta las pernoctaciones, un aspecto «crucial», porque  «extiende a la riqueza». Era el gran reto antes de la pandemia y lo sigue siendo ahora con el aumento de costes, «tenemos que intentar rascar el bolsillo a quienes vengan», asegura Domínguez. Se confiesa prudente, «porque el año pasado también ofrecía buenas perspectivas, pero la guerra le puso a cada uno en su sitio y los costes en lo más alto de la cuenta de resultados», pero a la vez «muy optimista». Justifica sus esperanzas  en que La Rioja tiene que despuntar, «tenemos mucho que hacer y es hora de que entre todos lancemos el turismo a lo más alto», un sector que supone el 10% del PIB riojano.

526.000 viajeros y 916.000 noches. El número de viajeros el año pasado en La Rioja fue de 526.380, de los que  414.435 fueron de origen nacional -a la cabeza madrileños, catalanes y vascos- con un crecimiento del 34% respecto al año anterior.

 Por lo que respecta a los ciudadano extranjeros, llegaron a esta comunidad 11.944, un 111% más que el ejercicio precedente. 

Las pernoctaciones crecieron un 47,5% hasta las 916.014, de las que 734.328 (un 37,9% más) correspondieron a nacionales y 181.684, después de un incremento del 105,9, a extranjeros.

La ocupación registrada por los hoteles riojanos el año pasado se situó en el 40,7%, por debajo de la media nacional, donde alcanzó  el 57,6% de las plazas ofertadas, con un aumento del 33,1% respecto a 2021.

A pesar de la mejoría de las cifras respecto a un mal ejercicio, siguen por detrás de los años prepandemia. En 2018, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros superaron el millón;un año después, el número se quedó un poco por debajo, en 999.753.