El alcalde no podrá dedicar el cohete a servidores públicos

Feli Agustín
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«Hay que guardar el pañuelo para el año que viene», aconseja Hermoso de Mendoza, que insiste en la responsabilidad

Pablo Hermoso de Mendoza, alcalde de Logroño. - Foto: Clara Larrea

«Logroñeses, logroñesas. Permitidme en este cohete tener unas palabras de cariño y afecto para los profesores y profesoras; los maestros y maestras. Ellos que nos enseñan y nos iluminan, que descubren nuevas vocaciones, que ponen pasiones en el camino. Todos juntos, gritad conmigo: ¡Viva Logroño! ¡Viva San Mateo!». 

«El año pasado fue un momento mágico», afirma Pablo Hermoso de Mendoza, que dedicó su primera mención como alcalde desde el balcón del ayuntamiento a los profesores, que cree que son «clave». No menos imprescindibles son los que había elegido como destinatarios este año, «todos los que nos cuidan, todos los servidores públicos, médicos, enfermeros, celadores, policías, bomberos, asistentes sociales»... todos aquellos que han ayudado a afrontar lo más duro de la crisis sanitaria.

Pero mañana, fecha elegida para lanzar el cohete que da inicio a las fiestas, Hermoso de Mendoza no podrá asistir al entusiasmo de miles de personas expectantes para conocer cuál es la primera canción que el pinchadiscos correspondiente -casi seguro que Carlos Jean, que ha adquirido el cargo de dj residente- elige para el despegue festivo. «Es una sensación de preocupación y tristeza no poder celebrar algo que refleja de tal manera la identidad de Logroño», dice el alcalde, compartiendo el sentimiento general de muchos ciudadanos que, este año, seguro no protagonizan un cohete sucio.

«Son momentos extraños, anómalos, inciertos, difíciles, llevamos en este país casi 40.000 personas fallecidas», constata Hermoso de Mendoza que prefiere mirar la otra cara de la moneda y resaltar que también es tiempo de «solidaridad,  entrega, fraternidad», con muchos colectivos preocupados por el bienestar de todos aquellos «que vienen a ayudarnos en tiempo de vendimia».

Es un año para evitar aglomeraciones, juntarnos más de seis personas, unas fiestas sin charangas, sin peñas, sin degustaciones, ni ferias... un año para la «prudencia, la responsabilidad y la empatía»,  actitudes que debemos interiorizar, repite el alcalde, por solidaridad. Y Hermoso de Mendoza está seguro de que la inmensa mayoría de los logroñeses responderá con un comportamiento «ejemplar», como «lo han tenido y lo están teniendo». 

«Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer para que no aumenten los contagios, mascarilla, manos y distancia social», recuerda el regidor, que augura una temporada de otoño/invierno muy problemática.

El objetivo, reitera el primer mandatario local, es respetar las normas para llegar al equilibrio entre la salud y la actividad económica que, en el caso concreto de la hostelería,  se va a ver sumamente afectada. De hecho, el presidente de la asociación que los engloba, Francisco  Martínez Bergés, dijo ayer que el sector «quiere seguir ayudando a que esto no vaya a más». El alcalde, precisamente, ha resaltado el compromiso y ejemplo de quienes organizan la fiesta, como bares, peñas o casas regionales, que han dado muestras de un comportamiento ejemplar.

El primer edil no cree que el Gobierno de La Rioja haya extremado las limitaciones para evitar las reuniones de no fiestas -las restricciones que entraron ayer en vigor y concluyen el día 23-, aunque cree que «viene bien».

La no celebración de las fiestas le provoca una cierta sensación de «contrariedad», pero todo lo da por bueno porque «lo principal es lo principal».

«Si no se puede celebrar la fiesta, pues no se celebra y habrá que guardar las ganas para el año que viene», dice el alcalde, que invita a «guardar el pañuelo para las próximas».

¿Cuántos días? Preguntado por el revuelo que causó la decisión de las fechas de San Mateo -del 19 al 23, mucho más cortas que otros años- reflexiona que muchas cuestiones a las que se les dota de una relevancia sobresaliente empalidecen si se comparan con la salud, «la mirada cambia», uno se da cuenta de lo que es verdaderamente importante y «lo demás es accesorio», aunque no olvida que los temas del día a día «son los que le dan salsa a la vida»

El máximo mandatario local, que quiere en próximas ediciones extender los actos culturales por los barrios, no sabe cuántos días durarán las Fiestas de la Vendimia del año próximo, pero está convencido de que las carencias de contacto que estamos sufriendo en estos tiempos «intentaremos compensarlas cuando todo esto pase, y habrá que volver a la intensidad en la vida y el disfrute». Mientras tanto, apela a «resistir», reflexiona que estas situaciones «pueden forjar un carácter» e invita a dar lo mejor,«tirar para adelante y ayudar al de al lado». Hermoso de Mendoza, que insiste en que lo importante es preservar la vida de la ciudad, la cultura y el arte, no irá, sin embargo al teatro, y será el más firme cumplidor de las medidas que pregona:paseará con su familia en un hermoso paisaje de viñas «en el maravilloso entorno» de Logroño o leerá en soledad.