La costa de Cádiz, «sin duda», ese fue el mejor de los viajes que ha hecho Beatriz Arraiz, delegada del Gobierno de España en La Rioja. Allí fue «a una casita de ensueño, ideal» con su hijo, pareja y amigos, y que recuerda gratamente, comenta tomando unos vinos en la pensión rural Peregrinando, de Navarrete, que regentan dos de sus compañeros de viajes.
Es el típico edificio de piedra en pleno Camino de Santiago, situado muy cerca de su vivienda, al que se escapa a tomar algo y pasar «muy buenos ratos», cuando no puede viajar. «Aquí paso grandes momentos con mis amigos y, además, por este hospedaje tradicional pasan muchísimos viajeros, especialmente de peregrinos, así que es como vivir la experiencia de viajar y relacionarte con gente desconocida, con costumbres diferentes a las tuyas, con la ventaja de que tengo este ambiente tan bonito al lado de casa y vengo contínuamente, sobre todo en verano».
Para Arraiz, el establecimiento tienen el encanto propio de su decoración, con camas con dosel y acogedores salones y terrazas, y que «por aquí pasa gente de todo tipo, clase y condición, como ellos mismos que son venezolanos y tienen mucha conversación».
Indica que le encanta «estar con gente, pasar tiempo con amigos; por supuesto, comer y beber me gusta, y viajar, me gusta mucho viajar también».
Su filosofía es que «siempre hay que sacar momentos para el tiempo libre, aunque sea un ratito para leer con tranquilidad, porque todos los cargos de gestión quitan mucho tiempo». Mientras tanto enumera algunos de los que ha tenido en más de 20 años dedicada a la política, aunque no siempre en exclusividad. «Piensa que además de estar en la oposición en el Ayuntamiento de Logroño, previamente fui concejala con Tomás Santos y justo antes de que me nombraran delegada del Gobierno era la responsable de la Dirección General de Política Territorial, Urbanismo y Vivienda, que son responsabilidades a las que tienes que dedicar muchas horas; para poder gestionar bien, hay que plantear cosas, sacarlas adelante, solucionar problemas, y cuando estás en la oposición, las funciones son más de representación y de evaluar lo que hacen otros».
No se atreve a analizar en qué etapa de su vida ha tenido menos tiempo libre. Madre de un hijo adolescente, también apunta que compatibilizar trabajo y crianza «es complicado», pero mi hijo es uno más del grupo.
Eso sí, «cuando tenemos vacaciones aprovechamos para salir y viajar fuera, los fines de semana en La Rioja, pero si hay más de dos días hay que descubrir».Ya tiene pensado el siguiente: «quiero ir a Nueva York, pero nunca encuentro el momento adecuado».