Por las tierras altas

El Día
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El vuelo en avioneta por Rioja Alta regala a la vista un puzle de fincas de cultivo y el serpenteo del Ebro a la vera de la Sierra de Cantabria

El Barrio de la Estación, flanqueado por las riberas del Ebro y el Tirón. Al fondo, el casco urbano de Haro. - Foto: Óscar Solorzano

En cuanto la Tecnam P-2002 de la empresa Aerorioja toma altura y deja atrás la pista del aeródromo de San Torcuato, la vista desde la cabina se vuelve caleidoscópica. La aeronave pone rumbo a tierras de Haro y rápidamente las fincas de cereal, colza y guisantes de la comarca de Santo Domingo pierden protagonismo en favor de renques y viñas. Desde el aire, el Barrio de la Estación, con sus bodegas 'pata negra', deja clara su personalidad, flanqueado por las riberas del Ebro y el Tirón, y la atenta mirada del promontorio donde la ciudad que tuvo alumbrado eléctrico antes que Madrid asienta su señorial casco urbano. 

En estas tierras, casi en el confín occidental de la Comunidad, el serpenteo del río Ebro y los riscos que protegen los viñedos de los vientos fríos marcan límites y referencias en el horizonte.

Aguas abajo, el cauce más largo de España juega con la orografía y va dando pistas de su fluir por las choperas que lo acompañan. En San Vicente, cuyo apellido da pistas del abrigo que proporciona la sierra de Cantabria, la silueta de la fortaleza y la iglesia en el alto del cerro dejan claro el carácter defensivo de la Villa Divisera que un tiempo se disputaron a fuego y sangre castellanos y navarros.

En la comarca de Santo Domingo, el cereal y otros cultivos le ganan terreno a la viña.En la comarca de Santo Domingo, el cereal y otros cultivos le ganan terreno a la viña. - Foto: Óscar SolorzanoJunto al arracimado casco urbano de la localidad sonserrana fluye tranquilo el Ebro, que antes de acercarse a Logroño garantiza la frescura justa a viñas de mucho pedigrí que aportan la fruta a vinos riojanos con nota alta en los rankings internacionales. Desde San Vicente, la ruta continúa al vecino castillo de Davalillo, testigo también de disputas fronterizas.

Sobre Cenicero y Fuenmayor, de nuevo las aguas ejercen de muga con suelo alavés, aunque el paisaje de viñedo no entiende de delimitaciones políticas. Conforme la geografía va perdiendo altura y se aproxima a la Rioja Media, en las proximidades de Logroño, el Ebro se ensancha, amansado aún más por las centrales hidroeléctricas de El Cortijo, y rodea al barrio  más periférico de la capital con un enorme meandro antaño vadeado por el puente Mantible, que hoy se recupera de siglos de incuria y de riadas devastadoras.

Después de sobrevolar Logroño y de regreso a los hangares de San Torcuato, el objetivo de Óscar Solorzano inmortaliza el enorme tajo en las obras del scalextric de la ronda sur, entre La Grajera y el Camino de Santiago, enfilando hacia Navarrete. 

Más fotos:

El monasterio de Santa María La Real destaca en el entramado urbano de Nájera.
El monasterio de Santa María La Real destaca en el entramado urbano de Nájera. - Foto: Óscar Solorzano
La silueta del castillo y la iglesia es un emblema para San Vicente de la Sonsierra.
La silueta del castillo y la iglesia es un emblema para San Vicente de la Sonsierra. - Foto: Óscar Solorzano

El paso sobre la localidad del mueble muestra con la precisión de un mapa los barrios a un lado y otro del Najerilla y la imponente presencia del monasterio de San María la Real entre el caserío de la ciudad que fue reino.