El dinosaurio riojano 'Garras' saca las uñas

Víctor Zurrunero
-

Durante los primeros trabajos de restauración han aparecido cinco falanges de este ejemplar carnívoro de gran tamaño, descubierto en Igea

El dinosaurio 'Garras' saca las uñas

Habitaron La Rioja hace millones de años y su existencia fascina a grandes y pequeños. Popularizados por el cine, los dinosaurios se han convertido en un atractivo turístico más, gracias al arduo trabajo de los paleontólogos, que desentierran el pasado de la región para recordarnos cómo eran sus antiguos moradores. 

Las excavaciones realizadas en los últimos años en los yacimientos de Igea están siendo un éxito por la gran cantidad de restos fósiles descubiertos. Entre ellos, destaca un dinosaurio muy especial. Bautizado como ‘Garras’ por el equipo de investigadores, este ejemplar de gran tamaño podría convertirse en un importante reclamo para los aficionados a la paleontología y el público en general.

En estos momentos, el Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja en Igea está trabajando en las restauración de los huesos fósiles de este dinosaurio, cuyos restos fueron extraídos en las excavaciones de 2018. «Se trata de un dinosaurio carnívoro grande», explica el director honorífico del Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja, Pachi Sáez-Benito, que afirma que «encontrar un ejemplar de tamaño grande con el 50 o 60 por ciento de sus huesos es un auténtico milagro». 

En la imagen, una de las garras fósiles que han recuperado en el Centro de Interpretación de Igea.En la imagen, una de las garras fósiles que han recuperado en el Centro de Interpretación de Igea. - Foto: Alberto LabradorSáez- Benito detalla que la importancia de este descubrimiento radica en dos aspectos. En primer lugar, en la naturaleza el número de herbívoros siempre es mayor que de depredadores, por tanto, los carnívoros son hallazgos menos frecuentes. Y por otro lado, los huesos de este tipo de dinosaurios son huecos por dentro, una característica que hace que su fosilización sea más complicada  que otras, lo que los convierte en fenómeno menos habitual. 

En la actualidad, dos restauradores trabajan en el centro de interpretación, gracias a un convenio de colaboración entre la Dirección General de Empleo del Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Igea. Su labor está centrada en la restauración de ‘Garras’. Entre los primeros restos recuperados se encuentran cinco falanges ungulares o garras. Se trata de los huesos distales de los dedos, tanto de las manos como de los pies. Originalmente estaban recubiertas por una funda córnea, formada por una vaina de queratina,  como la que aparece en las aves actuales, por lo que se estima que el tamaño real sería mayor al de los huesos encontrados. Por ejemplo, una de las garras hallada en Igea mide 8,7 cm, por lo que se calcula que, en vida del dinosaurio, alcanzaría los 10 centímetros, al sumarle la funda. En el caso de un ejemplar de más de 7 metros de longitud, estaríamos hablando de que las garras serían armas letales. 

Según detallan desde el Centro de Interpretación riojano, todo el material de dinosaurio carnívoro extraído durante la excavación paleontológica de Igea será estudiado por Erik Isasmendi dentro de sus estudios de doctorado. La dirección de la tesis doctoral corre a cargo de Xabier Pareda, de la Universidad del País Vasco y de Ángelica Torices, de la Universidad de La Rioja.

En la imagen, los dos restauradores trabajan recuperando los restos fósiles de 'Garras'.En la imagen, los dos restauradores trabajan recuperando los restos fósiles de 'Garras'. - Foto: Alberto LabradorIgea, rica en yacimientos.  Las excavaciones de los últimos años han puesto de manifiesto la importante riqueza que atesora la zona de Igea, que se ha revelado como un área pródiga en yacimientos paleontológicos. «Hace 120 millones de años era una zona de deltas, próxima al mar, donde los ríos iban a desaguar a su caudal, llevando huesos de animales», explica Sáez-Benito, lo que propiciaba unas buenas condiciones para que los hueso fosilizaran, ya que para ese proceso «es necesario que los huesos se queden enterrados rápidamente, para que el agua se filtre dentro de ellos», detalla del director del Centro de Interpretación. 

Los últimos trabajos tuvieron lugar el pasado mes de julio en la ladera de un monte cercano a Igea, una excavación bautizada con el nombre de Atenea. «Este monte se está convirtiendo en un auténtico referente», destacan desde el Centro de Interpretación, ya que «la fertilidad en fósiles ha dado como fruto la recuperación de los restos óseos de cinco dinosaurios, algunos de ellos de una altísimo valor científico y patrimonial». 

Las excavaciones de este verano, llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar, bautizados como 'Garras', ha recuperado más de 100 elementos óseos de tres dinosaurios distintos. En primer lugar, los restos de ‘Goliat’, cuya excavación comenzó en 2019. En segundo lugar, se han hallado los restos de un dinosaurio ornitópodo, -un ejemplar vegetariano bípedo- de tamaño medio. Entre el material identificado se han encontrado dos dientes del tipo iguanadóntido, algo que ocurre por primera vez en La Rioja. Por último, se han recuperado también restos de un gran dinosaurio terópodo (carnívoro), que pudo alcanzar más de 9 metros de longitud y sería el más grande localizado hasta la fecha en la región.

 

Imagen de un bloque con restos fósiles de la excavación paleontológica.Imagen de un bloque con restos fósiles de la excavación paleontológica. - Foto: Alberto LabradorUn tesoro por descubrir. Según explican desde el Centro de Interpretación, los estudios preliminares de los restos fósiles carnívoros parecen indicar que se trata de dinosaurios espinosaurios. Una hecho que si se confirma podría convertir al centro y a La Rioja en un referente de este tipo de ejemplares a nivel mundial. Los epinosaurios son muy particulares por su morfología, ya que poseen un cráneo similar al cocodrilo, y por su dieta, principalmente a base de peces. Pero especialmente, su alto valor se debe a que solo se conocen unos pocos ejemplares en todo el mundo y que su datación se concentra en el Cretácico Inferior, hace entre 100 y 140 millones de años. Unas particularidades que les hacen muy especiales dentro del mundo paleontológico. 

«Estamos convencidos de que la paleontología puede ser un impulso para el desarrollo territorial de la región y especialmente de esta zona», afirma Sáez-Benito. 

En la actualidad están abiertas cuatro investigaciones, pero se estima que se publicarán más. «En el momento en el que salgan los resultados serán un reclamo para que miles de personas vayan a visitar aquella zona, para conocer especies nuevas y únicas de dinosaurios», asegura. 

Imagen del equipo que ha participado en la excavación del pasado mes de julio en Igea.Imagen del equipo que ha participado en la excavación del pasado mes de julio en Igea. - Foto: Alberto LabradorTodos estos descubrimientos refuerzan la relevancia paleontológica de la que ya goza la Reserva de la Biosfera de los valles de Leza, Jubera, Cidacos y Alhama. Un área natural que incluye más de 170 yacimientos que conforman el mayor conjunto de icnitas o huellas de dinosaurio del mundo, con un registro de más de 11.000. 

En la imagen, la comparación de los fósiles de la falange de ‘Garras’ (en la mano) con la reproducción de la de otro ejemplar carnívoro distinto, donde se aprecia el mayor tamaño de los huesos del primero
En la imagen, la comparación de los fósiles de la falange de ‘Garras’ (en la mano) con la reproducción de la de otro ejemplar carnívoro distinto, donde se aprecia el mayor tamaño de los huesos del primero - Foto: Alberto Labrador
Ahora, este enclave privilegiado busca el reconocimiento internacional con la declaración de Geoparque, un sello que otorga la Unesco a entornos que poseen una singularidad geológica única y que el Gobierno de La Rioja quiere convertir en un reclamo turístico.