El soplo del coronavirus apagó el folclore durante estos meses, aunque los grupos de danza han seguido manteniendo la brasa a la espera de volver a encender la mecha de los bailes y canciones tradicionales de la región. 

Las localidades han suspendido todas las celebraciones entre las que se incluían las actuaciones de los danzadores y las medidas sanitaria han retrasado la vuelta a los ensayos. «Hemos tenido que suspender las actuaciones durante el verano, cancelar un intercambio con un grupo de Valladolid y anular el festival que íbamos a celebrar en octubre» lamenta Vanesa Jalón, componente del grupo Contradanza. 

Ellos no han retomado los ensayos, al igual que el Grupo de Danzas de Logroño. «Supone un paréntesis en los escenarios, pero nosotros hemos seguido al pie del cañón con la exposición, las clases on line y con nuestra labor de recuperación de trajes regionales» comenta José Ángel Bartolomé, director del Grupo de Danzas de Logroño. La participación de estos conjuntos en San Mateo es bastante más reducida que en San Bernabé, aunque colaboraban en algunos actos como el desfile de Carrozas o el Acto Institucional del Pisado de la Uva en el Espolón «es la primera vez en cuarenta años seguidos que no voy a participar en el acto central de las fiestas de la Vendimia», apunta José Ángel Bartolomé. 

Otra actividad que siempre ha contado con la presencia de alguno de los grupos de danzas de la ciudad (Grupo de Danzas de Logroño, Contradanza y Aires de La Rioja) es el Pisado Popular, que este año, al igual que el resto de eventos, tampoco se realizará. También se ha anulado el Festival Folclórico, Nieves Sáinz de Aja.