Entre el reproche y la indignación

Agencias-SPC
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Los refugiados sirios se sienten discriminados frente a los ucranianos y lamentan que a ellos, que también huían de una guerra, no se les abrieron las puertas

Entre el reproche y la indignación

Y ahya (nombre ficticio) pasó una década desde que abandonó Siria hasta que pudo obtener asilo en Alemania gracias a una peligrosa travesía por mar emprendida por su padre, una historia similar a la de muchos de los 6,6 millones de refugiados sirios que ahora se sienten discriminados frente a los ucranianos, a los que Europa sí está facilitando su acogida.

El joven huyó de su país en 2010, meses antes del estallido de las revueltas contra el presidente, Bachar al Asad, y permaneció en el vecino Líbano junto a su familia hasta que una noche de 2015 el padre, sin decir nada a nadie, decidió arriesgar su vida en busca de un futuro mejor para los suyos.

El progenitor de Yahya se embarcó en un periplo por mar desde Trípoli hasta Grecia, y desde allí hasta Alemania, cuyas políticas de reunificación le permitieron un lustro después llevar a los otros cuatro miembros de su familia a territorio germano.

Entre el reproche y la indignación Entre el reproche y la indignación - Foto: MIKHAIL PALINCHAKSiete años después de la gran crisis migratoria en Europa, Sahar Atrache, de la ONG Refugiados Internacional, explica que el número de refugiados sirios residentes en países europeos sigue siendo «limitado», a excepción de en Alemania, pese a las promesas de acogida hechas por muchos miembros de la UE. 

«Continúan enfrentando obstáculos significativos y prejuicios. Muchos están atrapados en campos de refugiados en Grecia, Turquía, Líbano y Jordania en condiciones extremadamente nefastas, viviendo en un limbo sin final a la vista», afirma.

Desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero, más de tres millones de personas han huido de Ucrania a naciones cercanas como Polonia, Rumanía y Moldavia, levantando asperezas entre algunos miembros de la comunidad refugiada siria indignados con lo que consideran un doble rasero.

Un hombre que lleva 13 años en el Líbano se pregunta por qué él y sus compatriotas continúan viviendo en tiendas de campaña, sumidos en la «pobreza», más de una década después del estallido del conflicto en Siria. «Desafortunadamente, todos los países nos cerraron la puerta en la cara. Si comparamos, Ucrania ha estado en guerra unos días y todos los países les han abierto las puertas, incluso los países árabes. ¿Por qué, cuál es la razón? ¿Ellos son humanos y nosotros no?», denuncia.

Es el líder de uno de los asentamientos informales para refugiados sirios en el Líbano, donde se estima que hay cerca de 1,5 millones de personas huidas de la conflictiva nación vecina y donde las autoridades locales les han prohibido en los últimos meses aceptar nuevos residentes en los campamentos.

Quemar ropa

Un hombre oriundo de la provincia meridional siria de Deraa afirma que solicitó asilo fuera del Líbano a través de una agencia de Naciones Unidas, pero tras más de un año de espera su petición fue denegada por no «cumplir con los requisitos».

Según indica, cruzó la frontera tras perder a dos de sus hijos en el conflicto y ahora reside en una tienda de campaña junto a un río, al igual que otros nueve miembros de su familia, incluidos cinco niños.

«Durante el invierno, tuve que quemar ropa de mis nietos para calentarme», relata. «Solo quiero entender la diferencia entre nosotros y Ucrania, todos los países abrieron sus puertas para ellos y no para nosotros», lamenta.

Una de las principales diferencias radica en que, ya desde antes del estallido de la guerra, los ucranianos podían pasar hasta tres meses en el Espacio Schengen de la UE sin necesidad de visado, lo que les da acceso a países como Rumanía o Polonia, explica el representante de la ONG Apoyo Legal al Refugiado en Grecia, Tobias Hautekiet.

En el caso de los solicitantes de asilo sirios en Grecia, la puerta de entrada a Europa para muchos de ellos, deben primero lograr entrar a territorio heleno y posteriormente emprender su proceso de registro, a lo que seguirá una espera de «meses o incluso años» por una entrevista. Eventualmente, si la resolución es favorable, obtendrán un permiso de residencia de tres años.

Por otro lado, la Comisión Europea propuso formalmente ayer activar por primera vez la Directiva de Protección Temporal, un mecanismo legal de la UE que otorgaría «una suerte de estatus de protección durante un año» a quienes huyan de Ucrania, precisó Hautekiet.

De acuerdo con la fuente de Apoyo Legal al Refugiado, su activación avalaría «automáticamente» la estancia de los ciudadanos de Ucrania y algunos de sus residentes extranjeros «sin la entrevista de asilo, sin tener que probar que son refugiados como hacen otros refugiados».