Sin fiestas no hay pisado

El Día
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La suspensión de las fiestas de San Mateo rompe con 63 años de tradición de su acto más icónico, el pisado de la uva en El Espolón. La celebración del día grande el 21 de septiembre se acordó en 1818

Imagen del pisado de la uva en 1967, en una fotografía de Teo Martínez cedida por el Archivo Municipal de Logroño. - Foto: Teo Martínez

Septiembre es mes de vendimia, de vino y uvas...En Logroño, la capital del vino de Rioja, es momento de fiesta, alegría y diversión. El coronavirus, que se ha llevado por delante las fiestas de San Mateo y de la Vendimia, impedirá cumplir con ese triple objetivo como es de rigor por estas fechas y rompe con una tradición, la del pisado de la uva, que se remonta a más de 60 años atrás. 


La imagen icónica de los pies desnudos de los pisadores, que cada año copa páginas de periódico y tomas de televisión, se perderá para siempre en este aciago 2020, que ha dejado a Logroño sin sus fiestas mayores. Como muchas otras celebraciones por todo el país, los Sanmateos tienen su origen en la Edad Media, en concreto en el momento en el que la ciudad de Logroño obtiene el título de villa el 7 de febrero de 1195, otorgado por el rey Alfonso VI. Esta concesión, hace que la capital riojana tenga derecho a la celebración de unas ferias anuales con fines comerciales. 


En 1314, se instaura la celebración de dos fiestas, una en julio y otra en septiembre. No será hasta 1818 cuando se decida que la fecha de la celebración fuese el día 21 de septiembre, que coincidía con la festividad de San Mateo, patrón de los mercaderes. Dicha fecha será refrendada por la regina Isabel II en el año 1845.

Pisado de la uva en las fiestas de 2019.Pisado de la uva en las fiestas de 2019. - Foto: Ingrid

 

La saga Urdiales. En 1957 se celebra el primer pisado de la uva, en honor a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja, haciendo de la vendimia el centro de las fiestas, una tradición que se fue consolidando con el paso de los años. Durante un largo tiempo, el pisado de la uva fue realizado por los hermanos Francisco y Antonio Urdiales.


El relevo de los veteranos pisadores llegó hace unos años, cuando tomaron el testigo uno de los nietos de Francisco Urdiales y su primo. Los jóvenes Diego Muñoz Urdiales y Antonio Tobalina Urdiales se encargan desde entonces de dar continuidad al rito, que siempre acaba formando parte de los carteles festivos mateos. 

 

El acto se realiza en la Concha del Espolón. Comienza con el llenado de la cuba por parte de niños riojanos. Una vez llena, los pisadores van aplastando las uvas en un tradicional tinanco de madera, del que sale el mosto que se ofrecerá con posterioridad a la Virgen de Valvanera. 

 

Es tradición en estas fiestas nombrar a un vecino y a una vecina de Logroño como vendimiadores, que asisten a todos los eventos de las fiestas acompañando a las autoridades locales y regionales. También, desde 1957, se celebra en San Mateo la Fiesta de la Vendimia, para dar a conocer el vino de los campos riojanos.


Además del pisado de la uva, la ciudad acoge, durante una semana desfiles de carrozas, de gigantes y cabezudos, además de bailes regionales y degustaciones. El punto y final a este periodo festivo, lo pone la quema de la cuba, que recuerda a la ciudad que ya queda menos para volver a vivir las fiestas, esta vez, como la ocasión lo demanda.