Solo el 10% sobrevive a una parada cardíaca extrahospitalaria

Ana Torrecillas
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Emergencias recibe 200 llamadas al año para atender a personas que han sufrido un infarto en sus domicilios o en lugares públicos

Imagen del centro de Emergencias, en Pradoviejo - Foto: Ingrid


Suena el teléfono en la centralita del 061, el servicio de Emergencias del SERIS. Al otro lado de la línea, una mujer con la voz entrecortada intenta explicar que su marido ha perdido el conocimiento, que yace en el suelo y que no responde a ningún estímulo. En cuestión de segundos, un operador del 061 le realiza una serie de preguntas para dilucidar si se trata de una parada cardíaca extrahospitalaria. Una vez despejadas las dudas, el profesional sanitario le proporciona una serie de indicaciones sobre la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP), hasta la llegada de la UVI móvil.
En ese momento se inicia lo que se conoce en el argot médico como  'cadena de supervivencia' y el tiempo, más que nunca es oro. Porque la parada cardíaca extrahospitalaria es el cese brusco de la actividad del corazón fuera del hospital. A partir de ese momento, cesa el latido cardíaco, se detiene la circulación, cae el flujo sanguíneo, el paciente pierde el conocimiento y dejan de perfundir todos los órganos. Ocho minutos después empiezan a instaurarse secuelas neurológicas que pueden ser permanentes y cuando pasan más de los 10 ó12 minutos sin realizar ninguna acción en el paciente, es muy difícil que su situación sea reversible.

El servicio de emergencia, tanto a través de  la línea 061 como en el 112 ya que ambos están centralizados, atiende unas 200 llamadas al año con este tipo de alertas sanitarias. La mitad de esas personas con parada cardíaca pueden ser reanimadas y a una cuarta parte, el personal sanitario consigue recuperar la circulación sanguínea de los pacientes y trasladarlos al hospital y un 10% de estos pacientes, son los que sobreviven.
«La ayuda que proporciona el llamante que está acompañando a la  personas que sufre la parada gracias a las indicaciones que recibe del operador sanitario del 061 es vital para realizar una reanimación eficaz hasta que llegue el personal médico y continúe con el proceso de reanimación», señala Fernando Rosell, médico del servicio de emergencias 061, «cuando se produce la llamada tratamos de discriminar si la persona tiene conocimientos de reanimación porque muchos ciudadanos no saben a lo que se enfrentan o no tienen ni los medios ni la capacidad para realizar una maniobra reanimación».

Respuesta positiva. Afortunadamente, como indica José Ruiz Azpiazu, coordinador del Emergencias 061, la cultura de la reanimación va calando en la sociedad riojana. En muchas series o películas aparecen los desfribiladores y se muestran cómo se deben utilizan. «Además, hay personas que han recibido formación en este sentido, han asistido a cursos y tiene conocimientos básicos como funcionarios, profesores...etc. Lo cierto es que la respuesta social ante la RCP es muy positiva». De hecho, el SERIS ha firmado un convenio con la consejería de Salud, actualmente en fase previa de organización, para que docentes de centros educativos reciban una formación específica en maniobras de reanimación. En esta primera etapa, se ha comenzado con los profesores de Formación Profesional. 

Aunque la edad media de los riojanos que sufren parada cardíaca extrahospitalaria es de 62 y 63 años. y en las mujeres, es una poco más amplia, en torno a los 67 y 68, es importante la actuación eficaz también en entornos con gente joven. Ya que se está estudiando la incidencia de esta cardiopatía en la muerte súbita de menores de 50 años.  Las causas de la parada cardíaca extrahospitalarias son diversas, la mayoría se basan en dolencias cardíacas como cardiopatía isquémica; y también incide la carga genética. Según Rosell, aquellos países que cuentan con una buena red de desfibriladores en lugares públicos, consiguen mejorar la supervivencia de la parada cardíaca.