El Grafometal acaba de ascender a la Liga Guerreras tras empatar con Beti Onak, ya ascendido. Logroñesas y villavesas jugarán el próximo año en la elite después de una temporada en la que las riojanas han ido de menos a más. El 23-23 de Arrecife premia la perseverancia de las logroñesas que, en su novena fase de ascenso, cumplen con su objetivo.

Tras acabar segundas en la fase regular, superadas por un intratable Beti Onak, las riojanas sufrieron para dejar fuera a Pozuelo. En el secto final, las riojanas arrancaron con empate a 23 y eso que tuvieron opciones de derrotar a Bolaños. En la segunda jornada superaron a San José, anfitrión, por un justo 21-22. Este mediodía, con su empate ante Beti Onak se hacen con la segunda plaza con 4 puntos. Pase lo que pase en el Boñalos-San José, las manchegas no podrán superar a un Sporting La Rioja que, el año que viene, jugará en la elite del balonmano femenino.