Munilla, consternada por la explosión de Calahorra

El Día
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Uno de los dos fallecidos en el accidente de la planta de biodiésel, Álvaro Alegría, de 33 años, se había criado en la localidad, donde sus padres están empadronados.

Dos agentes de la Guardia Civil seguían el jueves la evolución del incendio en el tanque de aceite. - Foto: Óscar Solorzano

El alcalde de Munilla, Claudio García Lasota, ha expresado este viernes a Efe la "consternación" de este pequeño municipio por el fallecimiento de dos trabajadores en la explosión el jueves, en la planta de biodiésel de Calahorra, uno de los cuales, Álvaro Alegría, de 33 años, "se ha criado" en esta localidad, donde sus padres están empadronados.

"Ha sido un grandísimo golpe; un mazazo impresionante", ha lamentado García Lasota, quien ha recalcado que los vecinos de este municipio, en el que habitualmente residen unos 120 habitantes, "no terminan de creer lo ocurrido", informa Efe.

Ha insistido en que "todas las muertes son dolorosas", pero "ésta, de manera especial", por las circunstancias en las que se ha producido este suceso, un accidente laboral que se ha saldado con la muerte de este joven y de su compañero de trabajo, de 40 años, ambos vecinos de Calahorra, y quienes realizaban labores externas en la planta, a cuya plantilla no pertenecían.

El Ayuntamiento de Munilla, ha indicado, ha decretado tres días de luto y las banderas del consistorio ondearán con crespones negros en señal de luto por la muerte de este joven, pero también por su compañero de trabajo, ha quien ha dicho no conocer, pero a cuya familia también se une este pueblo en el dolor y las condolencias.

En lo personal, García Lasota ha subrayado que está "muy afectado" por lo ocurrido, ya que su hijo y el joven fallecido son de la misma edad y eran "íntimos amigos", hasta el punto de que "lo considero otro hijo más".

"Estaban muy unidos porque Álvaro subía mucho a Munilla con mi hijo" y, además, tenían su cuadrilla de amigos, muchos de ellos con segundas residencias en esta localidad, que en verano incrementa su población hasta los 800 habitantes, y que, por lo que le consta, tienen previsto organizar algún acto.

También ha indicado que los padres del joven fallecido tienen una casa en Munilla, adonde acuden con asiduidad por la proximidad de este municipio con Calahorra, a unos 34 kilómetros, y en el que, una vez que los hijos se habían independizado, la tenían como su segunda residencia, hasta el punto de que ya se habían empadronado en el municipio y el joven fallecido, por la vinculación que tenía con el pueblo, también tenía previsto hacerlo.

"Ahora, con el buen tiempo, la madre del chico prácticamente residía en Munilla y el padre subía con mucha asiduidad", lo que explica también la vinculación de esta familia con el pueblo, pero, además, "es que eran unas personas muy sociables y queridas", ha incidido el alcalde.

Tras conocerse el suceso, el alcalde habló ayer con los familiares del joven y "no hay palabras" ante el dolor de la familia, cuyo padre tenía previsto jubilarse y dejar el negocio al hijo.

Las redes sociales del Ayuntamiento de Munilla y amigos de la localidad se han convertido en un aluvión de muestras de cariño y condolencias a la familia y amigos del joven, a quienes algunos describen como "un chaval encantador". 

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