La ola de calor más importante en 60 años merma los cultivos

Feli Agustín
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Las pérdidas sufridas, sumadas al aumento de los costes de producción, dificultan la rentabilidad agrícola y ganadera

Se stima un amerma en la uva de alrededor de un 25%. - Foto: El Día

Cereales, girasoles, frutales, viñas. olivo... La sequía que ha asolado  este verano al continente, que ha padecido el estío más caluroso desde al menos 1880 según la Comisión Europea, mientras que en España. según la AEMET,  no se sufrían unas temperaturas tan altas desde 1960, se ha cobrado su peaje en el campo riojano. Con una anomalía de 2,2 grados por encima de la media y los embalses en situación de prealerta, el agro regional asiste a una merma de producción que, sumada al incremento de los costes  en semillas, fertilizantes o gasoil, complicará a los agricultores y ganaderos cuadrar las cuentas. Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, afirma que la sequía y las altas temperaturas han  provocado una merma  general que ronda el 40% de la producción, con la previsión de que sea el olivar el cultivo más afectado, con pérdidas que pueden alcanzar al 60%.

No obstante, destaca que otros cultivos han resultado igualmente afectados, como el almendro, con pérdidas cercanas al 30%; cereales y otros herbáceos, con recortes de un 40%, o la fruta de pepita, como la pera o la manzana; e igualmente la de hueso, como la ciruela, que se han visto «muy afectadas» por las altas temperaturas.

Destaca, en particular, el caso del girasol, que se estimaba este año como cultivo «estrella», con la posibilidad cierta de «compensar la falta de los ucranianos», aunque la sequía ha dado al traste con gran parte de los sembrados.

No han corrido mejor suerte otras producciones de regadío, como guisantes o alubias, al igual de la patata, con caídas de rendimiento entre el 20 y el 30%, que han visto además incrementarse los costes debido a la necesidad de aumentar los riegos ante la falta de precipitaciones y la subida de temperaturas. «Esto ha supuesto más gasto en energía y mano de obra», asegura Fonseca, que razona que todas estas circunstancias han deparado una importante pérdida de rentabilidad en el campo.

Roberto Salinas, vocal de la Unión de Agricultores en el Consejo Regulador, y a la espera de iniciar la vendimia en Rioja Alta la próxima semana, señala que en Rioja Oriental la merma de la cosecha[la recogida de blanca está muy generalizada] es evidente.

«Aquí, en Briñas, no llovió nada entre mayo y julio y, aunque en agosto hubo tormentas, fue algo desigual», explica este viticultor, que ve complicado coger suficiente uva para «llegar al papel porque la cosa está un poco justa».

Asegura que lluvia en los próximos días -la AEMET pronostica precipitaciones a partir del lunes- «arreglaría las cosas y podríamos coger el papel», esto es, llegar a 6.175 kilogramos por hectárea en tintas y 9.000 kilos para blancas. Salinas, que apunta que la cosecha del cereal deparó también resultados decepcionantes, con pérdidas que calcula entre el 40 y el 45%, señala que es «fundamental» poder llegar a vendimiar los rendimientos permitidos en un año que asiste a un importante incremento de los costes de producción. «Y todo ello sin conocer los precios», señala el representante de la UAGR que, aunque estima que la uva tendrá «muy buena cantidad», insiste en que lo que «necesita» es  «llegar al papel para mantener la rentabilidad».

El responsable de ARAG coloca también el foco en la ganadería, tanto la extensiva, que ha debido aportar suplementos alimenticios ante la escasez de pastos naturales, «que se han agostado muy pronto», como la intensiva. En este ámbito, Fonseca señala que, además de aumentar la provisión de piensos, los ganaderos se han encontrado con «animales que comen menos por el calor, con lo que pesan menos», y además se han incrementado los costes de refrigeración en el caso de porcino y aves debido a la subida de la luz.

Cubrir costes. Jorge Llorente, agricultor de Alfaro, ratifica las afirmaciones de las organizaciones agrarias y confirma que las pérdidas en la producción son cuantiosas. «El frío de abril, que ha marcado todo el año, se vio complicado por el calor del verano», señala Llorente, que ha asistido a mermas  en frutales y también en la uva. «La mayor pérdida, de un 50%, la han sufrido los melocotones», afirma el agricultor, que relata que el calor ha afecto al calibre y a la conservación posterior. Señala que la uva se ha visto afectada por los daños de fauna cinegética, «devorada por conejos»,  y asegura que «se conformaría» con llegar a cubrir costes porque «no tendremos ningún beneficio».

Medidas de Agricultura. La Consejería de Agricultura asegura que va a continuar realizando la bonificación de intereses de préstamos de los avales de la Sociedad Anónima Estatal . En 2023 se abonará este pago de los intereses del préstamo de una única vez para que el beneficiario pueda amortizar capital.  

Asimismo, asegura que cuando se vayan cerrando los ciclos de cosecha de cada una de las producciones, se prepararán también los datos de disminución de producción por causas extraordinarias meteorológicas o de mercado para enviar al Ministerio de Agricultura y poder obtener una reducción de los módulos del IRPF en 2023 que alivie al sector.