Son unas Guerreras

Roberto Adrián Gil
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El Grafometal asciende a la elite del balonmano femenino tras empatar en Lanzarote con un Beti Onak que acompaña a las riojanas a la máxima categoría femenina

El Grafometal festeja el ascenso. - Foto: Sporting La Rioja

Ficha técnica:

Grafometal: Elena Rodríguez; Beatriz San Isidro (4), María Boklashchuk(2), Martina Mazza (3), Esther Lacueva (3), Cristina Viñuela (1) y Carla Rivas (6); Andrea González (4) y Andrea Loscos (1). 

Beti Onak: Maitane Larrayoz; Ainhoa García (2), Naiara Retegi (3), Lyndie Tchaptchet (3), Eider Hernández (2), Lucía Zamora (1) y Nahia Goñi (1); además Leire Lasheras (3), Macarena Sans (3), Jaione Etxeberria (2), Aileen Ripa (1), Jennifer Rivero (1) y Valeska Salas (1).

Árbitros: García del Salto y Huertas Herrador.Excluyeron a Eider Hernández, de Beti Onak.

Parciales: 2-3, 4-3, 6-5, 8-7, 10-11, 11-13 (descanso), 14-14, 16-14, 17-16, 17-20, 22-21 y 23-23 (final).

Incidencias: Pabellón Titerroy de Arrecife. El Grafometal asciende a la elite.

El Grafometal hizohistoria y ya es equipo de la Liga Guerreras. El equipo de Manu Etayo empató a 23 en un partido frenético ante un Beti Onak que, al igual que las logroñesas, asciende a la elite. El Sporting pudo ganar con claridad pero se tuvo que conformar con un empate con sabor a victoria. Las riojanas, que llegaron con tres puntos a la última jornada, hicieron valer el empate para asegurarse un ascenso que hace justo un año se esfumó en el Palacio.

El último encuentro del sector final por el ascenso deparó emociones fuertes. Lanzarote, paraíso natural, se paralizó por unos instantes ante un duelo clave. Una auténtica final. El Grafometal tenía el ascenso al alcance de su mano. Enfrente, un Beti Onak que quería completar la temporada sin perder un solo encuentro. El choque arrancó con intensidad. El conjunto navarro saltó a pista con las menos habituales. Descanso merecido para las titulares y premio final para sus compañeros. Manu Etayo no ahorró a nadie. No era para menos.

Beti Onak comenzó rápidamente a ponerse por delante en el marcador. Pese a esa superioridad, el Grafometal aguantaba y no permitía que la goma se estirase en demasía. A las logroñesas les valía con ganar o empatar e, incluso, una derrota podía valer un ascenso. 

La tensión en el partido era palpable. Muchas imprecisiones del Sporting La Rioja permitieron que Beti Onak se metiese en el partido. Ventaja de un gol para el Grafometal que volvió a ceder terreno en el tramo final. María Boklashchuk intentaba tirar de experiencia pero el cansancio, en muchas ocasiones ,empezaba a pasar factura.

Elena Rodríguez intentaba interceptar balones pero la meta catalana era incapaz de parar las acometidas ofensivas navarras. Al filo del descanso, y pese a que el Grafometal pudo irse con ventaja, las villavesas dieron la vuelta al partido y se marchó con una renta de dos goles al descanso. Quedaba pensar, remontar y darlo todo en el último tiempo. La LigaGuerreras bien lo valía.

El comienzo del segundo acto fue fiel a lo que estaba en juego. El Grafometal, con un parcial de 6-1 dio la vuelta al partido donde la actuación de Elena Rodríguez fue clave. Paradas constantes a un ataque navarro que era incapaz de batir la meta logroñesa.

Con el marcador en contra, Beti Onak se jugó el todo por el todo. Las habituales titulares empezaron a salir a pista y el partido dio un cambio radical. Naira Retegi, Lyndie Tchapchet y Leire Lasheras fueron un auténtico quebradero de cabeza para el Grafometal que veía como su renta se esfumaba en un abrir y cerrar de ojos. El ascenso podía peligrar.

Carlas Rivas, la mejor de las riojanas con seis goles, fue una balsa de aire fresco para el ataque de un equipo que nunca dejó de creer en sus posibilidades. A falta de cinco minutos, el Grafometal iba por delante. Un solo gol daba la victoria momentánea a las riojanas y un ascenso más que merecido. Con apenas segundos en el marcador, el equipo navarro empató el partido y puso la tensión por las nubes. Finalmente, pese a tener opción de ganar el encuentro, el Grafometal falló el último lanzamiento, Beti Onak terminó la temporada sin perder y con solo un empate, y ambos equipos celebraron sobre la pista de Titerroy el ascenso a la Liga Guerreras. El Grafometal se citó con la historia y no falló en un día que siempre será recordada por La Rioja y por los aficionados del Sporting. 

Tardó en llegar pero llegó. Tras nueve intentos, el Grafometal jugará la próxima temporada en la elite femenina del balonmano nacional.